Andrew Redmayne: El desconocido portero que llevó a Australia al Mundial de Catar
El portero del Sídney FC pasó del anonimato a la fama tras atajar el penal definitivo de Perú.
Daniel Bello
El nombre de Andrew Redmayne era desconocido este lunes en la mañana. Incluso los más futboleros no lo tenían en su radar. Aun así, con su actuación frente a Perú en la repesca intercontinental se aseguró un lugar en la memoria colectiva de los aficionados.
La escena era la siguiente. Australia y Perú empataban a cero en el encuentro que definía uno de los últimos cupos al mundial de Catar. Los segundos estaban contados y la definición por penales era inevitable. El técnico australiano hizo algo inesperado: cambió a su portero y capitán Mathew Ryan por el desconocido Redmayne.
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Louis van Gaal aplicó esa misma estrategia en el Mundial de Brasil 2014. Sacó a Jasper Cillessen por Tim Krul y este último se convirtió en figura al atajar dos cobros y sellar la clasificación de Países Bajos a la semifinal en la que caerían contra Argentina.
Héctor Cárdenas trató de replicarlo en la última edición del Torneo Maurice Revello. Sacó a Juan Diego Castillo e ingresó a Luis Marquines. El portero de las inferiores de Nacional logró atajar uno de los cobros pero la mala puntería de sus compañeros significó la eliminación de Colombia en Tolón.
La idea no era nueva pero sí poco vista. Ejecutarla no aseguraba nada. El ingreso de Redmayne era una moneda al aire.
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El guardameta no era una superestrella en Australia ni mucho menos. Al venir de un país donde el balompié está un escalón por debajo del rugby o de la versión local del fútbol, no era exagerado pensar que se trataba de un desconocido.
De hecho, el partido de este lunes fue el tercero que el portero de 33 años disputó con su selección. El primero fue un amistoso contra Corea del Sur y el otro un duelo de eliminatorias contra Nepal. El titular Ryan es el portero indiscutido de los Socceroos desde el 2013 y nadie le ha peleado el puesto.
A nivel de clubes, Redmayne no tiene mucho por contar. Toda su carrera la pasó en Australia. Los últimos años ha defendido los colores del Sídney FC. Allí es donde dio vistazos de su particular manera de atajar penales.
Con ese precedente, regresamos al momento definitivo en Doha. La serie arrancó para Australia con el pie izquierdo. Martin Boyle cobró y Pedro Gallese detuvo su disparo.
Ahí fue cuando el guardameta del Sídney FC tuvo su momento de brillar. Encaró al primer cobrador de Perú, Gianluca Lapadula, y buscó distraerlo de todas las maneras que se le vinieran a la mente. Hizo piruetas de derecha a izquierda, bailó, hizo ademanes y dio vueltas. Una mezcla de picardía y ridiculez. Aún así, Lapadula lo venció.
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La serie continuó sin grandes sobresaltos. Redmayne saltó y manotéo pero no afecto al segundo cobrador peruano. El tercer penal para Perú estuvo en los pies de Luis Advíncula, que estrelló su remate contra el palo y dejó la serie en tablas.
Ambos conjuntos llevaron la definición a muerte súbita. Awer Mabil hizo su parte y puso a Australia por delante del marcador. Alex Valera debía empatar y en frente tenía a Redmayne haciendo lo posible por ponerlo nervioso.
El espigado portero adivinó la intención del delantero de Alianza Lima y Australia dijo presente en la Copa Mundial de Fútbol Catar 2022.
¿Habrán tenido que ver sus movimientos en el fallo de Advíncula o en la atajada a Valera? Lo cierto es que gracias a él los oceánicos jugarán su sexta copa este noviembre.
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El nombre de Andrew Redmayne era desconocido este lunes en la mañana. Incluso los más futboleros no lo tenían en su radar. Aun así, con su actuación frente a Perú en la repesca intercontinental se aseguró un lugar en la memoria colectiva de los aficionados.
La escena era la siguiente. Australia y Perú empataban a cero en el encuentro que definía uno de los últimos cupos al mundial de Catar. Los segundos estaban contados y la definición por penales era inevitable. El técnico australiano hizo algo inesperado: cambió a su portero y capitán Mathew Ryan por el desconocido Redmayne.
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El guardameta no era una superestrella en Australia ni mucho menos. Al venir de un país donde el balompié está un escalón por debajo del rugby o de la versión local del fútbol, no era exagerado pensar que se trataba de un desconocido.
De hecho, el partido de este lunes fue el tercero que el portero de 33 años disputó con su selección. El primero fue un amistoso contra Corea del Sur y el otro un duelo de eliminatorias contra Nepal. El titular Ryan es el portero indiscutido de los Socceroos desde el 2013 y nadie le ha peleado el puesto.
A nivel de clubes, Redmayne no tiene mucho por contar. Toda su carrera la pasó en Australia. Los últimos años ha defendido los colores del Sídney FC. Allí es donde dio vistazos de su particular manera de atajar penales.
Con ese precedente, regresamos al momento definitivo en Doha. La serie arrancó para Australia con el pie izquierdo. Martin Boyle cobró y Pedro Gallese detuvo su disparo.
Ahí fue cuando el guardameta del Sídney FC tuvo su momento de brillar. Encaró al primer cobrador de Perú, Gianluca Lapadula, y buscó distraerlo de todas las maneras que se le vinieran a la mente. Hizo piruetas de derecha a izquierda, bailó, hizo ademanes y dio vueltas. Una mezcla de picardía y ridiculez. Aún así, Lapadula lo venció.
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Ambos conjuntos llevaron la definición a muerte súbita. Awer Mabil hizo su parte y puso a Australia por delante del marcador. Alex Valera debía empatar y en frente tenía a Redmayne haciendo lo posible por ponerlo nervioso.
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