Una “Finalissima” con pinta de amistoso
Argentina e Italia juegan este miércoles, desde las 2:00 p.m., por el título de una “nueva” competición entre los campeones de Europa y Suramérica. La albiceleste defiende un invicto de 31 partidos.
En 1984, a los dirigentes de la Uefa y de la Conmebol se les ocurrió la idea de crear un torneo oficial en el que se enfrentaran los campeones de sus dos copas continentales. En ese momento era aún más clara que ahora la superioridad futbolística de sus clubes y selecciones, pues en África, Asia e incluso la Concacaf había poco desarrollo. Nació así el torneo Artemio Franchi, en honor al presidente de la Uefa que había fallecido un año antes en un accidente automovilístico.
Colombia y su debut en el torneo Maurice Revello, en Francia
La primera edición la jugaron en el Parque de los Príncipes, en París, Francia y Uruguay. Los galos, que habían ganado la Eurocopa de 1984 se impusieron 2-0, con goles de Dominique Rocheteau y Jose Toure, sobre los charrúas, campeones de América en 1983.
El torneo, sin embargo, se volvió a disputar solo hasta 1993, en Mar del Plata, en donde Argentina, monarca americano desde 1991, recibió a Dinamarca, ganadora de la Euro 1992.
Después del 1-1 en el tiempo reglamentario, con autogol de Néstor Craviotto y anotación de Claudio Paul Cannigia, los albicelestes se impusieron en la definición por cobros desde el punto penalti.
Después, la Copa Rey Fahd, que se jugaba en Arabia Saudita, se convirtió en la Copa de las Confederaciones y reunió a las mejores selecciones de cada continente y al vigente campeón mundial. Eso, sumado al apretado calendario internacional, hizo que el duelo entre Europa y Suramérica no se volviera a disputar en las siguientes dos décadas.
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Y como siempre rondó la idea de revivirla, el paraguayo Nicolás Leos y el francés Michel Platiní esperaban que se jugara en 2017, pero ya con formato de cuadrangular, con campeones y subcampeones continentales. El escándalo del “Fifagate” y sus consecuencias enterró la iniciativa.
Pero un nuevo suceso volvió a abrirle espacio. La Copa Confederaciones de 2021, que se debía disputar en Catar como ensayo de la Copa, se suspendió y luego la FIFA, que amplió el número de equipos en el Mundial de Clubes, determinó cancelarla indefinidamente.
Entonces el año pasado, después de que Argentina e Italia se consagraran en sus regiones, surgió la idea de hacer una “Finalissima”, aprovechando el vínculo entre ambos países y lo atractivo que resulta enfrentarlos. Y ese partido es el que se disputa hoy en el estadio de Wembley, en Londres, al que los albicelestes llegan renovados por la gran eliminatoria que hicieron y los azurri anímicamente golpeados por no haber clasificado a Catar 2022.
Argentina, por un récord
El equipo argentino, dirigido por Lionel Scaloni, se clasificó anticipadamente al Mundial y lleva 31 partidos consecutivos sin perder, con lo que iguala el récord del equipo de Alfio Basile, entre 1991 y 1993. En el mítico Wembley podría mejorar ese registro.
Del gol olímpico de Marcos Coll al ‘Puskas’ de James Rodríguez
“Tenemos que estar preparados para saber que puede venir un momento de dificultad, aunque ahora vaya todo viento en popa”, advirtió Scaloni, que encara el duelo con seriedad, pero pensando en que su meta es levantar la Copa Mundo en Catar, a finales de año.
La de Italia es una situación muy diferente. El título en la Eurocopa 2021 y una racha de 37 partidos sin perder entre septiembre de 2018 y octubre pasado habían disparado la euforia en torno a la Squadra Azzurra, pero todo se frenó en seco cuando el equipo italiano perdió ante España en semifinales de la Liga de Naciones, y sobre todo al fracasar en las eliminatorias, al igual que le ocurrió en el camino a Rusia 2018.
Primera en su grupo de la fase de clasificación europea, Italia flaqueó en los últimos partidos y vio cómo Suiza se quedaba con el liderato y la única plaza directa a Catar. Después, en la repesca, en la que debía ganar dos partidos, se quedó en el primero al perder 1-0 en casa ante Macedonia del Norte, lo que consumó el desastre.
El seleccionador Roberto Mancini afronta ahora una etapa en la que necesita devolverles la ilusión a los “tifosi”. Por el momento, para esta “Finalissima” y para los duelos de junio, en la Liga de Naciones, optó por la continuidad, incluido el veterano Giorgio Chiellini (37 años), quien aspira a despedirse de la selección con un trofeo, en el que será su partido 117 con el equipo nacional.
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No estarán por lesión figuras italianas como Ciro Immobile y Federico Chiesa, pero sí el máximo referente de Argentina, Lionel Messi.
Una curiosidad del duelo es que el defensa del Feyenoord Marcos Senesi, quien tiene doble nacionalidad, fue convocado por los dos seleccionados, pero finalmente el jugador optó por defender la camiseta de Argentina, donde nació hace 25 años.
En 1984, a los dirigentes de la Uefa y de la Conmebol se les ocurrió la idea de crear un torneo oficial en el que se enfrentaran los campeones de sus dos copas continentales. En ese momento era aún más clara que ahora la superioridad futbolística de sus clubes y selecciones, pues en África, Asia e incluso la Concacaf había poco desarrollo. Nació así el torneo Artemio Franchi, en honor al presidente de la Uefa que había fallecido un año antes en un accidente automovilístico.
Colombia y su debut en el torneo Maurice Revello, en Francia
La primera edición la jugaron en el Parque de los Príncipes, en París, Francia y Uruguay. Los galos, que habían ganado la Eurocopa de 1984 se impusieron 2-0, con goles de Dominique Rocheteau y Jose Toure, sobre los charrúas, campeones de América en 1983.
El torneo, sin embargo, se volvió a disputar solo hasta 1993, en Mar del Plata, en donde Argentina, monarca americano desde 1991, recibió a Dinamarca, ganadora de la Euro 1992.
Después del 1-1 en el tiempo reglamentario, con autogol de Néstor Craviotto y anotación de Claudio Paul Cannigia, los albicelestes se impusieron en la definición por cobros desde el punto penalti.
Después, la Copa Rey Fahd, que se jugaba en Arabia Saudita, se convirtió en la Copa de las Confederaciones y reunió a las mejores selecciones de cada continente y al vigente campeón mundial. Eso, sumado al apretado calendario internacional, hizo que el duelo entre Europa y Suramérica no se volviera a disputar en las siguientes dos décadas.
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Y como siempre rondó la idea de revivirla, el paraguayo Nicolás Leos y el francés Michel Platiní esperaban que se jugara en 2017, pero ya con formato de cuadrangular, con campeones y subcampeones continentales. El escándalo del “Fifagate” y sus consecuencias enterró la iniciativa.
Pero un nuevo suceso volvió a abrirle espacio. La Copa Confederaciones de 2021, que se debía disputar en Catar como ensayo de la Copa, se suspendió y luego la FIFA, que amplió el número de equipos en el Mundial de Clubes, determinó cancelarla indefinidamente.
Entonces el año pasado, después de que Argentina e Italia se consagraran en sus regiones, surgió la idea de hacer una “Finalissima”, aprovechando el vínculo entre ambos países y lo atractivo que resulta enfrentarlos. Y ese partido es el que se disputa hoy en el estadio de Wembley, en Londres, al que los albicelestes llegan renovados por la gran eliminatoria que hicieron y los azurri anímicamente golpeados por no haber clasificado a Catar 2022.
Argentina, por un récord
El equipo argentino, dirigido por Lionel Scaloni, se clasificó anticipadamente al Mundial y lleva 31 partidos consecutivos sin perder, con lo que iguala el récord del equipo de Alfio Basile, entre 1991 y 1993. En el mítico Wembley podría mejorar ese registro.
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“Tenemos que estar preparados para saber que puede venir un momento de dificultad, aunque ahora vaya todo viento en popa”, advirtió Scaloni, que encara el duelo con seriedad, pero pensando en que su meta es levantar la Copa Mundo en Catar, a finales de año.
La de Italia es una situación muy diferente. El título en la Eurocopa 2021 y una racha de 37 partidos sin perder entre septiembre de 2018 y octubre pasado habían disparado la euforia en torno a la Squadra Azzurra, pero todo se frenó en seco cuando el equipo italiano perdió ante España en semifinales de la Liga de Naciones, y sobre todo al fracasar en las eliminatorias, al igual que le ocurrió en el camino a Rusia 2018.
Primera en su grupo de la fase de clasificación europea, Italia flaqueó en los últimos partidos y vio cómo Suiza se quedaba con el liderato y la única plaza directa a Catar. Después, en la repesca, en la que debía ganar dos partidos, se quedó en el primero al perder 1-0 en casa ante Macedonia del Norte, lo que consumó el desastre.
El seleccionador Roberto Mancini afronta ahora una etapa en la que necesita devolverles la ilusión a los “tifosi”. Por el momento, para esta “Finalissima” y para los duelos de junio, en la Liga de Naciones, optó por la continuidad, incluido el veterano Giorgio Chiellini (37 años), quien aspira a despedirse de la selección con un trofeo, en el que será su partido 117 con el equipo nacional.
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Una curiosidad del duelo es que el defensa del Feyenoord Marcos Senesi, quien tiene doble nacionalidad, fue convocado por los dos seleccionados, pero finalmente el jugador optó por defender la camiseta de Argentina, donde nació hace 25 años.