La Copa del Rey no es una competición cualquiera. No es un torneo olvidado, excluido o insípido. Para algunos equipos españoles se ha convertido en una obsesión, en una cábala, en una minúscula, pero molesta piedra en el zapato. Para el Barcelona, por ejemplo, la Copa simboliza gloria, honor y resiliencia; significa superioridad, dominio y destreza. Para el Real Madrid, una amarga y dolorosa travesía, una escurridiza y pérfida competencia.
Los culés son los máximos ganadores históricos de la Copa con 31 coronas, mientras que su eterno rival se conforma, obstinado, con el tercer puesto de la lista, contando 20 títulos al haber. Pero en medio de ambos se alza un gigante dormido, una bestia mítica, un aguerrido y valiente competidor que no teme usar este título para cuestionar con autoridad a los magnates desleales o a los autoproclamados dueños de La Liga.
El Athletic de Bilbao es el segundo máximo ganador histórico de la Copa del Rey. Le gusta el formato, la rapidez y la vertiginosa tensión que se forma alrededor de ella. Le atrae el drama y la alevosía de anteponerse ante los equipos más grandes, le agrada la idea de que un equipo de segunda o tercera división pueda aspirar al título. Le gusta ganar y este sábado se juega su título número 24 contra el Mallorca en Sevilla, en el Estadio La Cartuja.
El Mallorca es un equipo modesto pero fiero. Ganó la Copa del Rey en 2003, contra un sorprendente Recreativo de Huelva, de la segunda división; superlativo, impredecible y peligroso. En aquella edición, el Barcelona cayó en primera ronda contra Novelda CF con Xavi Hernández en el campo, con Javier Saviola, Román Riquelme y Thiago Motta en sus filas.
El Athletic de Bilbao sucumbió ante el Real Unión en un partido para el olvido y el Real Madrid cayó ante el campeón en cuartos de final tras un partido de vuelta apabullante. El equipo merengue no supo ni qué lo golpeó, su plantilla estaba repleta de estrellas, tenía a Zinedine Zidane, Raúl González, Roberto Carlos, Ronaldo Nazario y un montón de lujosos nombres y apellidos, pero todos fueron reducidos a su mínima expresión por el ex madridista Samuel Eto’o, el colombiano John Harold Lozano; además de Miguel Ángel Nadal, Leo Franco y Walter Pandiani.
El baile fue tan lapidario que el fanático madridista no tuvo tiempo ni de sentirse ofuscado, y luego, en la final, el equipo, dirigido por Gregorio Manzano, firmó un 3-0 que le dio su única Copa del Rey.
“Jugamos y ganamos muy bien. El Madrid no pudo hacernos nada en casa. Salimos con la convicción de ganarle a un equipo importante. Ese partido hizo que la Copa significara más” dijo el colombiano John Lozano, previo a esta nueva final que afronta su viejo equipo, tan lejano ya, tan ajeno.
El Athletic, por el contrario, está acostumbrado a ganar la Copa. Lleva 23 títulos y no se siente aletargado o ensimismado. Ha jugado 39 finales y ya está acostumbrado a la tensión que genera el pitido inicial, y a la alegría que rememora el final de los 90 minutos sagrados. Aunque el nerviosismo no deja de rondar el rostro de sus jugadores, sobre todo el de los más jóvenes, como el de Nico Williams o el de Unai Gómez, que recuerdan la última gloria de su equipo como una vieja y borrosa leyenda.
Ningún jugador de la actual plantilla estaba vivo cuando el club conquistó la última Copa en el año 1984, así que el recuerdo llega a sus oídos de forma líquida, como un quejido moribundo que atraviesa una gruesa pared. En aquella ocasión, hace cuatro décadas, el equipo fue dirigido a la gloria por el entrenador Javier Clemente, con un equipo cien por ciento español, y derrotado al Barcelona, con tan solo dos extranjeros, Bernd Schuster y Diego Armando Maradona.
El Mallorca y el Athletic ya se enfrentaron por Copa del Rey en el pasado. Por ejemplo, en 2012, los leones derrotaron al Mallorca en los cuartos de final, sin recibir un solo gol en contra. Y en Liga, desde 1997, el equipo, ahora dirigido por Ernesto Valverde, le ha ganado a los piratas en 17 ocasiones; han empatado 10 veces y han perdido 13 partidos.
Según los números, el Athletic de Bilbao llega más fuerte. Nico e Iñaki Williams se han convertido en una dupla de fantasía con un estilo de juego lúdico y extrovertido, aunque el más joven de los hermanos llega con apenas una semana de recuperación por una sobrecarga en la musculatura isquiosural de su pierna derecha sufrida previo al partido contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Los piratas derrotaron al equipo sensación de La Liga, el Girona en cuartos de final, y luego sobrevivieron a un encuentro apretado contra la Real Sociedad. Mientras que el Athletic tuvo que tumbar al Barcelona y al Atlético de Madrid, que venía de destrozar al último campeón, el Real Madrid.
Las fichas están jugadas ya. Valverde confía en que su camada de jugadores logre la gloria con su juego estilizado, con su experiencia y con su talento. Javier Aguirre está tranquilo con su figura agazapada y su condición de aspirantes. “No bastará con ilusión y tranquilidad, hay que hacer un partido casi perfecto” dictaminó, consciente de que su equipo es más frágil, pero sabiendo también que no tienen nada que perder, y que la victoria sería una fantástica forma de recompensar la paciencia de sus jugadores y de sus fanáticos.
Hora y dónde ver Athletic de Bilbao vs. Mallorca
Fecha: sábado 6 de abril
Hora: 3:00 p.m. (hora colombiana)
Estadio: Estadio Olímpico de Sevilla
Canal: DirecTV Sports o DirecTV Go
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador