Barcelona y Real Madrid se sacaron chispas

Estrenando el título de la Liga española, el Barcelona empató 2-2 con el Real Madrid en duelo de la jornada 36 del torneo. El equipo catalán mantuvo el invicto en la presente temporada tras un clásico especial, el último de Andrés Iniesta con la camiseta azulgrana, emotivo y luchado a pesar de que no había mucho en juego.

El Espectador
07 de mayo de 2018 - 03:26 a. m.
Muy intenso estuvo ayer el clásico entre Barcelona y Real Madrid. / AFP
Muy intenso estuvo ayer el clásico entre Barcelona y Real Madrid. / AFP
Foto: AFP - JOSEP LAGO
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El uruguayo Luis Suárez abrió el marcador con una volea a los 10 minutos de juego, antes de que el portugués Cristiano Ronaldo equilibrara rematando un balón en la propia línea de gol.

En el segundo tiempo el argentino Lionel volvió a adelantar al Barça y un rato después el galés Gareth Bale decretó la igualdad final con un buen remate desde afuera del área.

El Barça tuvo que jugar toda la segunda parte con diez hombres, pues en el descuento de la primera parte Sergi Roberto vio la roja directa por un manotazo a Marcelo.

En un Nou Camp repleto, los azulgranas salieron con fuerza, presionando en campo contrario y tras un aviso de Luis Suárez, que desvió Raphael Varane, llegó el gol. El charrúa aprovechó un centro desde la derecha de Sergi Roberto para enganchar una volea cruzada haciendo el 1-0.

El gol animó al Barça, pero entonces apareció Cristiano Ronaldo para rematar un cabezazo de Karim Benzema, aunque el tanto le salió caro al luso, que acabó tocado del tobillo derecho al sufrir un encontronazo con Gerard Piqué.

Cristiano fue sustituido en el entretiempo por Marco Asensio. Todo indica que la lesión no es importante, pero el técnico Zinedine Zidane prefirió guardarlo para la final de la Liga de Campeones de Europa, el 26 de mayo en Kiev, Ucrania.

En los últimos minutos de la primera parte el partido se fue endureciendo hasta acabar con la expulsión de Sergi Roberto por una agresión a Marcelo, aunque ya se habían presentado un par de encontronazos importantes, protagonizados por Sergio Ramos y el propio Lio Messi.

Tras el descanso, el Barcelona, pese a estar con un jugador menos, apostó por la velocidad, apareciendo Leo Messi para aprovechar un pase de Luis Suárez y soltar un disparo ajustado al palo derecho haciendo el 2-1. Eso sí, la acción nació en una clara falta de Suárez sobre Raphael Varane, no sancionada por el árbitro.

Con el Barça muy valiente, Zidane también apostó por la velocidad al mandar a la cancha a Lucas Vázquez por Nacho, buscando el gol.

Apareció entonces Gareth Bale para igualar el marcador con un disparo desde la media luna tras un pase de Asensio, que se coló por la escuadra de Marc-André Ter Stegen, poniendo el 2-2 definitivo.

Barcelona mantuvo así el invicto en la temporada, en la que lleva 26 partidos ganados y nueve perdidos, para 87 puntos. Además de la Liga, ganó la Copa del rey, al vencer en la final al Sevilla. Sin embargo, la campaña le dejará un sabor agridulce porque quedó eliminado en cuartos de final de la Champions, el torneo más importante, eso cuya final jugará nada menos que su máximo rival histórico, el Real Madrid.

El club merengue, sin opciones en la Liga, encaró el clásico con seriedad. Puso su nómina de lujo y plantó cara al supercampeón. Y así como en otras tardes se vio beneficiado por los árbitros, ayer sufrió sus errores, pues además del falló el no pitar la falta de Suárez que desencadenó el gol de Messi, tampoco pudo cobrar un penalti por falta sobre Marcelo.

Por El Espectador

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