Bellingham y su gran deuda por saldar contra Bayern Múnich
El jugador inglés del Real Madrid enfrenta un reto personal contra su “bestia negra”, a la que nunca le ha podido ganar.
Bayern Múnich ya es una cuestión personal para Jude Bellingham. El equipo al que más se ha enfrentado en su carrera y al que nunca derrotó. Pese a cambiar la camiseta del Borussia Dortmund, con el que perdió dos finales de la Supercopa alemana y una Bundesliga en la última jornada, por la del Real Madrid con el que jugó su peor partido del curso en el Allianz Arena.
Los registros de Bellingham en la ida de las semifinales de la Champions League se desplomaron. En una competición en la que quiere recuperar su esplendor. Tras iniciarla superando sus registros personales marcando en los cuatro primeros partidos que disputó con el Real Madrid.
El tanto del triunfo en el tiempo añadido frente al Unión Berlín; en la casa de Diego Maradona en Nápoles, al que también marcó en el Bernabéu; y el gol para sentenciar la visita al Braga. Todo en la fase de grupos. Desde que se iniciaron las eliminatorias, Jude no ha vuelto a ver puerta. Pese a ello, tuvo su importancia para diseñar un gol clave en el Etihad y para cambiar el rumbo de la tanda de penaltis con su lanzamiento.
Dejó al Manchester City en el camino y se quitó la primera espina con un equipo que lo había eliminado en el pasado de la Champions. La segunda y más profunda es el Bayern, al que nunca ganó en nueve partidos de los que cayó en siete, con el nombre del club alemán en los momentos más duros de digerir de su carrera. Quedándose a puertas del éxito.
La revancha del centrocampista inglés, para lograr el pase a su primera final de la Champions League, tiene fecha y hora en el Santiago Bernabéu. Con el objetivo de resarcirse de un nuevo partido para el olvido en el Allianz, donde apenas aportó rebajando sus prestaciones. Sobre todo en fase ofensiva. Ni una llegada a portería rival (su media es 2.2 tiros por encuentro en la competición), ni un regate con éxito (su media es 2.4), cometiendo hasta siete pérdidas de balón.
Carlo Ancelotti, que suele dejar en el campo a Bellingham hasta el final, sea cual sea su nivel y ha recogido con goles en el tiempo añadido muchas veces el premio a su apuesta, no esperó en esta ocasión para sacarle del partido. A los 75 minutos lo sustituyó. Su jugador no rompió líneas como acostumbra. De realizar 26 progresiones con balón con éxito, pasó a 16. De cuatro toques en área rival, a uno. No conectó con los brasileños Vinícius y Rodrygo.
Son estadísticas que controla al detalle el cuerpo técnico del Real Madrid. Ancelotti y sus ayudantes. En los que han incidido con el jugador en los últimos días, corrigiendo en la ciudad deportiva de Valdebebas movimientos que desgastan en exceso el físico de Jude, que ya no es tan imponente como a inicios de temporada.
’Carletto’ justificó el bajón en Múnich por un virus que sufrió Bellingham una semana antes del partido. Y ante el Cádiz, en vez de darle descanso todo el partido, le hizo jugar la última media hora para recuperar sensaciones. Lo logró marcando un gol que le impulsan antes de encarar lo que ya es un reto personal ante el Bayern. En diez partidos de eliminatorias de Champions, solamente marcó en un encuentro. Su revancha deportiva llega con una gran deuda personal por saldar ante su ‘bestia negra’.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
Bayern Múnich ya es una cuestión personal para Jude Bellingham. El equipo al que más se ha enfrentado en su carrera y al que nunca derrotó. Pese a cambiar la camiseta del Borussia Dortmund, con el que perdió dos finales de la Supercopa alemana y una Bundesliga en la última jornada, por la del Real Madrid con el que jugó su peor partido del curso en el Allianz Arena.
Los registros de Bellingham en la ida de las semifinales de la Champions League se desplomaron. En una competición en la que quiere recuperar su esplendor. Tras iniciarla superando sus registros personales marcando en los cuatro primeros partidos que disputó con el Real Madrid.
El tanto del triunfo en el tiempo añadido frente al Unión Berlín; en la casa de Diego Maradona en Nápoles, al que también marcó en el Bernabéu; y el gol para sentenciar la visita al Braga. Todo en la fase de grupos. Desde que se iniciaron las eliminatorias, Jude no ha vuelto a ver puerta. Pese a ello, tuvo su importancia para diseñar un gol clave en el Etihad y para cambiar el rumbo de la tanda de penaltis con su lanzamiento.
Dejó al Manchester City en el camino y se quitó la primera espina con un equipo que lo había eliminado en el pasado de la Champions. La segunda y más profunda es el Bayern, al que nunca ganó en nueve partidos de los que cayó en siete, con el nombre del club alemán en los momentos más duros de digerir de su carrera. Quedándose a puertas del éxito.
La revancha del centrocampista inglés, para lograr el pase a su primera final de la Champions League, tiene fecha y hora en el Santiago Bernabéu. Con el objetivo de resarcirse de un nuevo partido para el olvido en el Allianz, donde apenas aportó rebajando sus prestaciones. Sobre todo en fase ofensiva. Ni una llegada a portería rival (su media es 2.2 tiros por encuentro en la competición), ni un regate con éxito (su media es 2.4), cometiendo hasta siete pérdidas de balón.
Carlo Ancelotti, que suele dejar en el campo a Bellingham hasta el final, sea cual sea su nivel y ha recogido con goles en el tiempo añadido muchas veces el premio a su apuesta, no esperó en esta ocasión para sacarle del partido. A los 75 minutos lo sustituyó. Su jugador no rompió líneas como acostumbra. De realizar 26 progresiones con balón con éxito, pasó a 16. De cuatro toques en área rival, a uno. No conectó con los brasileños Vinícius y Rodrygo.
Son estadísticas que controla al detalle el cuerpo técnico del Real Madrid. Ancelotti y sus ayudantes. En los que han incidido con el jugador en los últimos días, corrigiendo en la ciudad deportiva de Valdebebas movimientos que desgastan en exceso el físico de Jude, que ya no es tan imponente como a inicios de temporada.
’Carletto’ justificó el bajón en Múnich por un virus que sufrió Bellingham una semana antes del partido. Y ante el Cádiz, en vez de darle descanso todo el partido, le hizo jugar la última media hora para recuperar sensaciones. Lo logró marcando un gol que le impulsan antes de encarar lo que ya es un reto personal ante el Bayern. En diez partidos de eliminatorias de Champions, solamente marcó en un encuentro. Su revancha deportiva llega con una gran deuda personal por saldar ante su ‘bestia negra’.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador