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Aunque parezca, o en Colombia lo creamos, Catar no es un actor de reparto en el nuevo orden del fútbol mundial. Sobre todo desde que este deporte dejó de ser un juego para convertirse en una de las industrias que más dinero mueve y en un instrumento de poder político sin igual.
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La sorpresiva llegada de James Rodríguez al club Al-Rayyan, con el que firmó contrato hasta finales de 2022, nos obligó esta semana a dirigir la mirada a Oriente Medio y a explorar un país que nos resulta tan exótico como el nuestro a buena parte del mundo.
James M. Dorsey, académico y periodista estadounidense experto en estudios internacionales y conflictos étnicos y religiosos, explica mejor que nadie las razones por las que Catar decidió, hace década y media, involucrarse activamente en el deporte más popular del planeta: “La diplomacia evolucionó. Y no está a cargo de los ministerios de Relaciones Exteriores. Ahora es pública, económica y cultural. Y el fútbol es un instrumento para llegar a toda una comunidad a la que, como país, nunca llegaría”.
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Miembro principal de Play the Game, una organización que busca promover la democracia, la transparencia y la libertad de expresión en el deporte, asegura que “hace rato Catar está tratando de convertir el fútbol en parte de su identidad nacional. Es un tema de reputación, pero también una estrategia de seguridad y defensa. Es un país pequeño, vulnerable, que últimamente ha logrado reconocimiento en todos lados y alianzas que en cualquier momento le pueden servir”.
Y para lograrlo ha tenido recursos ilimitados. Tantos, que “ganó” la elección como sede del Mundial de la FIFA de 2022, a pesar de haber obtenido la puntuación más baja entre las naciones candidatas. Para superar a Australia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos no importaron las denuncias de Amnistía Internacional sobre abuso laboral y discriminación en ese país, ni su escasa tradición futbolística o las extremas condiciones climáticas a las que se someterían los protagonistas. Tampoco los escándalos diplomáticos con sus vecinos y las investigaciones por corrupción en Europa y Norteamérica. A pesar de todas las revelaciones del Fifagate y las acusaciones de sobornos para votar a su favor, Catar siguió adelante y gracias al respaldo de sus amigos dirigentes del fútbol tendrá su Copa Mundo. De hecho, ya está lista. Según los máximos responsables de la organización de Catar 2022, Nasser Al Khater y Hassan Al Thawadi, “los ocho estadios ya están terminados y el total de las obras de infraestructura va por el 95 %. Solo quedan pequeños detalles de urbanismo en los alrededores de los escenarios”. Si en el aspecto logístico no hay incertidumbre, en el deportivo sí. La pandemia del COVID-19 obligó a modificar los calendarios internacionales y las eliminatorias continentales están retrasadas. Apenas a mediados de 2022 se conocerán los nombres de los 32 clasificados.
La expansión
En Catar se juega al fútbol desde mediados del siglo pasado, cuando ese país estaba todavía bajo la protección del imperio británico. La Federación se fundó en 1960, y apenas en 1972 se disputó la primera liga oficial. A nivel de selecciones el mayor logro fue el sorprendente subtítulo mundial juvenil, en Australia 1981, aunque en mayores ganó tres Copas del Golfo y la Copa Asiática de 2019. Como preparación para el Mundial su selección ha participado invitada en Copas América y la Copa de Oro de la Concacaf.
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Pero si deportivamente el balompié catarí y el de los países de la Península Arábiga en general no tiene de qué alardear, a nivel organizativo y de negocios sí. Millonarios de la región han adquirido o patrocinan a varios de los clubes más importantes del mundo. El fondo Qatar Authority al París Saint-Germain y Mansour bin Zayed al Manchester City, por ejemplo, aunque son cerca de 20 familias las que tienen algún tipo de inversiones en Europa como en el Kas Eupen, de la segunda división de Bélgica, y el Cultural Leonesa, de la tercera de España, equipos a los que mandan a jóvenes jugadores a foguearse y a crecer como profesionales.
Pero también tienen proyectos propios, como la Academia Aspire, con sede en Doha, que es catalogada como la principal formadora de deportistas del élite en el planeta. Cuenta con la tecnología más avanzada y con una infraestructura insuperable. Además de siete lujosas canchas de fútbol, tienen el Aspire Dome, el domo más grande del mundo con aforo para 5.500 personas. La ciudad deportiva tiene hotel, coliseos, laboratorios, gimnasios, centro médico con todas las especialidades, restaurantes y hasta tiendas.
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El proyecto, que cobija escuelas de 12 deportes e incluso de administración, es financiado por el gobierno, una monarquía que ha sido dirigida por la familia Al Thani desde hace más de 70 años. Catar cuenta con la tercera mayor reserva de gas del mundo, lo que lo acredita como el país con más renta per cápita y mayor índice de desarrollo. Ningún habitante paga impuestos. Y tiene a su disposición el canal estatal Al Jazeera, cuyos tentáculos llegan a los cinco continentes y le sirve para promocionarse.
La Qatar Stars League está conformada por 12 clubes, y varios de ellos han contratado en las últimas décadas a figuras del fútbol mundial como Romario, Pep Guardiola, los hermanos Ronald y Frank de Boer, Fernando Hierro, Gabriel Omar Batistuta, Fabio Cannavaro, Juninho Pernambucano, Raúl y Xavi Hernández, aunque casi todos en el ocaso de sus carreras.
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Por eso llamó tanto la atención la llegada de James Rodríguez al Al-Rayyan, pues con apenas 30 años debería poder competir al menos un par de temporadas al más alto nivel. Pero ante su situación en el Everton, en donde el técnico Rafa Benítez no lo tenía en cuenta, y la ausencia de ofertas reales y atractivas para ser traspasado a algún club de otra liga importante de Europa, el volante colombiano, que necesita minutos de juego y continuidad para recuperar su mejor forma, aceptó la propuesta que le permitía seguirse sintiendo futbolista y además figura mediática, sin sacrificar sus beneficios económicos.
De acuerdo con varios de los jugadores colombianos que han pasado por la liga catarí, como Ricardo Gato Pérez, Víctor Bonilla, Franco Faustino Arizala, Christian Nazarit, Johnier Montaño, Tommy Tobar, Hárrison Otálvaro, Charles Monsalvo, Ferley Villamil, Carlos Preciado y Jeison Medina, “para James estar en el Al-Rayyan puede ser una buena experiencia si logra adaptarse a la comida, el clima y la cultura, porque una cosa es ir de visita y quedar descrestado con las ciudades y los lujos en las calles, y otra vivir el día a día”.
Precisamente esa es una de las preocupaciones con el exvolante de Envigado, Banfield, Porto, Mónaco, Real Madrid, Bayern Múnich y Everton, quien en su carrera ha tenido problemas para acomodarse en ambientes que no le son familiares. En su mediática presentación, el goleador del Mundial de Brasil 2014 se vio feliz, motivado por el nuevo reto y enfocado en el aspecto deportivo: “Es un fútbol que está creciendo mucho, una cultura que me agrada. Puedo crecer también y, lo más importante, es que voy a poder jugar, que es lo que más me gusta. Solo quiero ser feliz haciendo esto”.
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Después de hablar con su nuevo entrenador, el defensa mundialista francés Laurent Blanc, agregó que “no vengo a estar cómodo ni relajado, vengo a ganar títulos. Espero poder ganar todo lo que juegue y competir cada tres días. Ayudar al equipo para jugar bien y poder ganar, porque en el fútbol, si no puedes ganar, no vale nada”.
Firmó contrato por una temporada, y según fuentes periodísticas cobrará siete millones de euros. Y como el tiempo apremia, de una vez se vinculó a los entrenamientos de su nuevo club: “Necesito un par de días para entrenarme, ponerme al 100 % físicamente y poder jugar cuando el entrenador lo decida”, dijo.
El Al-Rayyan, que ha disputado tres partidos en el torneo local, con dos empates y una derrota, cinco goles a favor y siete en contra, jugará este lunes desde las 11:30 a.m. contra el colero, el Al Khor. Aunque ya trabaja en campo con sus compañeros y podría actuar unos minutos, todo indica que el estreno del 10 colombiano será el próximo sábado, ante el Al Ahli. Como está bloqueado por el técnico Reinaldo Rueda para la triple fecha eliminatoria al Mundial de 2022 ante Uruguay, Brasil y Ecuador, del 7 al 14 de octubre, viajaría después de ese juego en caso de que su nombre esté en la convocatoria final.