"Creo que Croacia jugará la final": El "Patrón" Bermúdez
El exdefensor colombiano habló de lo que ha sido esta Copa del Mundo y no dudó a la hora de dar un pronóstico.
Camilo Amaya - Enviado especial Rusia
Primero fue un cambio repentino de hotel, después el indescifrable clima de Moscú que lo obligó dos veces a posponer su trabajo por una llovizna fastidiosa que se metió en medio de un día soleado, de viento frío, pero cómodo para transitar por las principales calles de la capital rusa. Luego, otra vez el agua y de nuevo a la habitación, a esperar por la noche para poder laborar, cuando al otro lado del mundo todavía quedan horas de luz. A pesar de los afanes y de moverse de un lado para el otro, Jorge Bermúdez mantiene el buen humor. Sabe que el oficio, su nuevo oficio, es igual de dispendioso que el de futbolista y que, como en la cancha, la mejor forma de seguir adelante es guardar la compostura. (Vea aquí nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)
La mantuvo cuando se subió al tren entre Kazán y Samara, y el incómodo camarote que le tocó para el trayecto de seis horas. También guardó la calma al intentar acostarse y ver que sus brazos se salían de la delgada e improvisada cama. Ni hablar del “black out”, que no pudo bajar, para generar un poco de oscuridad, en un país en el que la noche es efímera y añorada por muchos (apenas tres horas y media).
El exdefensor, que jugó el Mundial de Francia 1998 con la selección de Colombia, habló con El Espectador, días antes de que termine la Copa del Mundo de Rusia.
Lejos del deporte, ¿qué le ha llamado la atención de este país?
El orden que tienen. Puede que las personas sean frías y no sonrían mucho, pero su amabilidad se expresa de otra forma. Además, hay un respeto por la autoridad inmenso. Los mismos hinchas se han comportado a la altura, sabiendo que si no lo hacen se pueden meter en un gran problema. Esos dos componentes, orden y autoridad, son fundamentales para poder hacer un evento de esta magnitud. Y Rusia ha cumplido a cabalidad.
¿Cuál es su favorito para levantar el trofeo?
Era Brasil. Tiene individualidades y trabajo colectivo. Se nota la mano de Tité. Los 10 defendiendo, los 10 saliendo para el ataque. Es interesante ver cómo se organizan en el terreno de juego y cómo varían el planteamiento, dependiendo del rival. No creía que pudieran frenarlos en el camino a su sexta corona y Bélgica lo hizo. Así es un Mundial, no puedes tener un día malo.
¿Qué otro equipo le gusta?
Croacia. Por ese lado del cuadro es el que ha mostrado un fútbol más eficiente, claro está, con las debilidades que se han visto en todos los países. El mediocampo es muy fuerte y adelante son rápidos, concretos y efectivos. El camino les quedó libre para superar lo que hicieron en Francia 1998.
¿Qué le ha llamado la atención de este Mundial?
El repliegue de los equipos tan cerca de su propia área. Y cómo todos los jugadores de campo tienen una vocación implícita de defender. Por eso es que hubo sorpresas, porque el esfuerzo primó, en algunos casos, sobre el talento. Y eso hace que el torneo sea parejo, que ya muchos favoritos estén fuera y que otros, con poco, sigan en la pelea.
El jugador que más lo ha impactado...
Hasta ayer Coutinho. Con la pelota es un crack y sin esta también, porque sabe dónde estar, cómo quitarse la marca de encima y cómo ayudar a su equipo. Cuando se junta con Neymar, con Gabriel Jesús y con Paulinho, son un peligro. Sube, baja, corre, mete. Es ordenado y sacrificado cuando hay que serlo. Además, está ese plus de la magia que puede solucionar todo, en apenas unos segundos.
¿Cree que José Pékerman debe seguir con la selección?
Primero hay que definir para qué queremos que siga, y qué esperamos que nos brinde más adelante que ya no nos haya dado. Pero si llega a quedarse, hay que darle control de todo, es decir, de las categorías menores, y no solo de la mayores, tal cual pasa con Tabárez, en Uruguay; y con Rueda, en Chile. En un momento de recambio debe estar pendiente de lo que viene atrás, apropiarse del proceso y no dejar que esos procesos tan valiosos para un jugador queden en manos de gente que no tiene nada que ver con él.
Primero fue un cambio repentino de hotel, después el indescifrable clima de Moscú que lo obligó dos veces a posponer su trabajo por una llovizna fastidiosa que se metió en medio de un día soleado, de viento frío, pero cómodo para transitar por las principales calles de la capital rusa. Luego, otra vez el agua y de nuevo a la habitación, a esperar por la noche para poder laborar, cuando al otro lado del mundo todavía quedan horas de luz. A pesar de los afanes y de moverse de un lado para el otro, Jorge Bermúdez mantiene el buen humor. Sabe que el oficio, su nuevo oficio, es igual de dispendioso que el de futbolista y que, como en la cancha, la mejor forma de seguir adelante es guardar la compostura. (Vea aquí nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)
La mantuvo cuando se subió al tren entre Kazán y Samara, y el incómodo camarote que le tocó para el trayecto de seis horas. También guardó la calma al intentar acostarse y ver que sus brazos se salían de la delgada e improvisada cama. Ni hablar del “black out”, que no pudo bajar, para generar un poco de oscuridad, en un país en el que la noche es efímera y añorada por muchos (apenas tres horas y media).
El exdefensor, que jugó el Mundial de Francia 1998 con la selección de Colombia, habló con El Espectador, días antes de que termine la Copa del Mundo de Rusia.
Lejos del deporte, ¿qué le ha llamado la atención de este país?
El orden que tienen. Puede que las personas sean frías y no sonrían mucho, pero su amabilidad se expresa de otra forma. Además, hay un respeto por la autoridad inmenso. Los mismos hinchas se han comportado a la altura, sabiendo que si no lo hacen se pueden meter en un gran problema. Esos dos componentes, orden y autoridad, son fundamentales para poder hacer un evento de esta magnitud. Y Rusia ha cumplido a cabalidad.
¿Cuál es su favorito para levantar el trofeo?
Era Brasil. Tiene individualidades y trabajo colectivo. Se nota la mano de Tité. Los 10 defendiendo, los 10 saliendo para el ataque. Es interesante ver cómo se organizan en el terreno de juego y cómo varían el planteamiento, dependiendo del rival. No creía que pudieran frenarlos en el camino a su sexta corona y Bélgica lo hizo. Así es un Mundial, no puedes tener un día malo.
¿Qué otro equipo le gusta?
Croacia. Por ese lado del cuadro es el que ha mostrado un fútbol más eficiente, claro está, con las debilidades que se han visto en todos los países. El mediocampo es muy fuerte y adelante son rápidos, concretos y efectivos. El camino les quedó libre para superar lo que hicieron en Francia 1998.
¿Qué le ha llamado la atención de este Mundial?
El repliegue de los equipos tan cerca de su propia área. Y cómo todos los jugadores de campo tienen una vocación implícita de defender. Por eso es que hubo sorpresas, porque el esfuerzo primó, en algunos casos, sobre el talento. Y eso hace que el torneo sea parejo, que ya muchos favoritos estén fuera y que otros, con poco, sigan en la pelea.
El jugador que más lo ha impactado...
Hasta ayer Coutinho. Con la pelota es un crack y sin esta también, porque sabe dónde estar, cómo quitarse la marca de encima y cómo ayudar a su equipo. Cuando se junta con Neymar, con Gabriel Jesús y con Paulinho, son un peligro. Sube, baja, corre, mete. Es ordenado y sacrificado cuando hay que serlo. Además, está ese plus de la magia que puede solucionar todo, en apenas unos segundos.
¿Cree que José Pékerman debe seguir con la selección?
Primero hay que definir para qué queremos que siga, y qué esperamos que nos brinde más adelante que ya no nos haya dado. Pero si llega a quedarse, hay que darle control de todo, es decir, de las categorías menores, y no solo de la mayores, tal cual pasa con Tabárez, en Uruguay; y con Rueda, en Chile. En un momento de recambio debe estar pendiente de lo que viene atrás, apropiarse del proceso y no dejar que esos procesos tan valiosos para un jugador queden en manos de gente que no tiene nada que ver con él.