Los colombianos, defensas centrales tipo exportación

Los defensas centrales colombianos Jhon Jáner Lucumí y Juan David Cabal jugarán esta temporada en la Serie A de Italia.

Foto: AFP

Bologna es una ciudad que tiene un significado especial para el fútbol colombiano. Fue allí, en el estadio Renato Dall’Ara, en donde la selección logró su primera victoria en un Mundial de mayores, el 9 de junio de 1990, 2-0 frente a Emiratos Árabes Unidos, con goles de Carlos El Pibe Valderrama y Bernardo Redín.

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En Villa Pallavicini, a 35 kilómetros del centro histórico, se concentró el equipo que dirigía Francisco Maturana y que le mostró al mundo una cara positiva de nuestro país, noticia en esos tiempos por las imágenes violentas que generaba la lucha contra el narcotráfico.

A esa pequeña población del centro de Italia llega ahora el defensa caleño John Jáner Lucumí, uno de los centrales llamado a liderar el nuevo proceso en el equipo nacional, dirigido ahora por el argentino Néstor Lorenzo.

Lucumí se formó en las divisiones menores del Deportivo Cali, con el que debutó como profesional en 2015. Pasó por las selecciones sub-17 y sub-20 y cuatro temporadas después fue transferido al Genk de Bélgica, con el que disputó 136 partidos en cinco años. Con el club flamenco ganó tres títulos, marcó tres goles y jugó también la Liga de Campeones de Europa.

Este martes presentó pruebas médicas y físicas y seguramente en las próximas horas firmará contrato hasta 2026 con el Bologna, que pagará cerca de ocho millones de euros por sus servicios, un porcentaje de ellos para el Cali, que conservó una parte del contrato del jugador de 24 años de edad. Llega por pedido del técnico Sinisa Mihajlovic, quien lo calificó como “un central moderno, con gran presente y mejor futuro”. Su equipo les ganó el pulso a otros clubes que querían al vallecaucano, como el Nápoles y el Hellas Verona.

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John Jáner es un defensa zurdo de 1,87 metros de estatura y 78 kilogramos de peso. Rápido y fuerte en el juego aéreo. En su etapa formativo actuó también como lateral y volante de marca. En Bélgica aprendió a jugar con mayor intensidad y se acostumbró a cambiar de módulo táctico varias veces durante un partido.

Ante la irregularidad de Davinson Sánchez en las últimas temporadas con el Tottenham y las constantes lesiones de Yerry Mina en el Everton, Lucumí es uno de los llamados a tomar el relevo en la zaga de la tricolor, al lado de Carlos Cuesta, su excompañero en el Genk, y Yerson Mosquera, del Wolverhampton Wanderers de Inglaterra. Más atrás en la fila están los juveniles Deivi Barrios, Daniel Pedrozo, Kevin Mantilla y José García.

Cabal también se va a Italia

Este martes se conoció también el traspaso de Juan David Cabal de Atlético Nacional al Hellas Verona. El caleño, de 21 años de edad, se consolidó como titular en el plantel que conquistó la reciente liga colombiana.

Comenzó a jugar en la Escuela Fútbol Paz de la capital vallecaucana, como central o lateral por izquierda, posiciones que siguió alternando en Nacional. Tiene apenas 21 años y lleva 50 partidos en primera división.

De superar la revisión médica entre hoy y mañana, firmará contrato por cinco años. Nacional conservará un porcentaje sobre futuras negociaciones y recibirá en los próximos meses unos tres millones de euros.

Desde hace un par de décadas Colombia ha sido exportador de defensas centrales. Los primeros fueron a Argentina: Jorge Bermúdez, Mario Yepes , Iván Ramiro Córdoba, Nelson Rivas y Luis Amaranto Perea, quienes después dieron el salto a Europa.

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Al Viejo Continente llegaron luego Aquivaldo Mosquera, Cristian Zapata, Bernardo Espinosa, Jeison Murillo y más recientemente Mina y Sánchez.

Resulta curioso que Colombia, con un histórico estilo de juego que le apuesta a la tenencia de la pelota, al toque y el juego ofensivo, produzca tantos y tan buenos defensas centrales.

Ellos y los centrodelanteros criollos han sido los que más éxito han tenido en clubes del exterior en los últimos tiempos.