George Weah (izq) y Roberto Baggio, del Milan, disputan un balón con Massimo Paganin, del Inter.
Foto: Getty Images - Claudio Villa/ Grazia Neri
Varios elementos del fútbol mundial coinciden en el Derby della Madonnina: pasión, tradición y clase. Nombrado en honor a la Virgen María que se encuentra en la catedral del centro de Milán, cada encuentro entre el Inter de Milan y el A.C. Milan torna un partido en un evento casi religioso. El icónico estadio de Giuseppe Meazza —llamado San Siro cuando el local es el rossonero— se transforma en una catedral que alberga el clásico.
Por Valentina Fajardo
Comunicadora social y periodista e historiadora con énfasis sociocultural de la Universidad Javeriana. Principal interés en la historia deportiva, el fútbol y el tenis.@valfajardomvfajardo@elespectador.com
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