‘Derby della Madonnina’: entre rivalidad, tradición y pasión
Con un nuevo capítulo del clásico de Milán se definirá el primer finalista de la Liga de Campeones. Inter se llevó el partido de ida en el estadio San Siro tras vencer al Milan 2-0 y busca levantar su cuarta ‘orejona’.
Valentina Fajardo
Varios elementos del fútbol mundial coinciden en el Derby della Madonnina: pasión, tradición y clase. Nombrado en honor a la Virgen María que se encuentra en la catedral del centro de Milán, cada encuentro entre el Inter de Milan y el A.C. Milan torna un partido en un evento casi religioso. El icónico estadio de Giuseppe Meazza —llamado San Siro cuando el local es el rossonero— se transforma en una catedral que alberga el clásico.
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Varios elementos del fútbol mundial coinciden en el Derby della Madonnina: pasión, tradición y clase. Nombrado en honor a la Virgen María que se encuentra en la catedral del centro de Milán, cada encuentro entre el Inter de Milan y el A.C. Milan torna un partido en un evento casi religioso. El icónico estadio de Giuseppe Meazza —llamado San Siro cuando el local es el rossonero— se transforma en una catedral que alberga el clásico.
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Este partido es más que un simple encuentro; es una gran atracción deportiva. Dos veces en cada temporada de la Serie A se revive una rivalidad de complejidad única, que ha significado muchas cosas a lo largo de los años desde la fundación de los dos clubes. El derby de Milán ha sido definido principalmente por méritos deportivos y construido sobre un implacable deseo mutuo de prestigio y trofeos.
Fue en 1908 cuando nació la rivalidad, y desde entonces la supremacía ha sido disputada. Existe un debate sobre la reunión inaugural entre las dos partes. Se dice que el primer partido tuvo lugar en Suiza en 1908, en la final de la Copa Chiasso, ganada 2-1 por el Milan, pero los registros y la evidencia de esto son irregulares. Su primer encuentro registrado en la Serie A data del Campeonato Italiano de Fútbol, en enero de 1909, cuando Milan ganó 3-2.
En sus primeros años el historial fue muy balanceado, pero durante la década de 1960, el Milan fue el encargado de dominar ciudad. Fichando a los mejores jugadores y sumando trofeos no solo a nivel nacional sino también internacional. Ganó títulos en abundancia y afirmó su sitio en la cima de la jerarquía del calcio. Durante la dirección de Nereo Rocco, ganó dos Scudetto, una Coppa Italia, dos Copas de Europa—actual Liga de Campeones — y una Intercontinental.
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Mientras tanto, Inter, dirigido por Helenio Herrera, ganó tres ligas locales, dos Copas de Europa y dos Intercontinentales. Estos partidos tenían a dos de los principales creadores de juego: Milan tenía a Gianni Rivera y el Inter contó con Sandro Mazzola. Durante los 10 años siguientes, en lugar de competir simultáneamente por los honores, se turnaron para tener sus propias caídas y resurgimientos.
Milan descendió dos veces durante la década de 1980, una por su participación en el escándalo del Totonero en el que junto a la Lazio se fue a la Serie B por amaño de partidos y en el que se vieron involucrados jugadores como Ernico Albertosi, Lionello Manfredonia y Bruno Giordano. La otra ocasión fue simplemente por no ser lo suficientemente bueno para sobrevivir en la Serie A. Sin embargo, su suerte cambiaría drásticamente cuando Silvio Berlusconi compró el club en febrero de 1986.
El italiano llegó como un ángel para el equipo cuando hizo una inversión que trajo a las estrellas neerlandesas Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco van Basten, creando uno de los tríos más legendarios del fútbol italiano. Los rossoneri se hicieron cargo del fútbol italiano desde finales de los 80 hasta mediados de los 90. Pero mientras Milan vivía en el cielo la situación de su rival era algo parecido al infierno.
Inter estuvo indefenso durante la década de 1990. Massimo Moratti, presidente del club, invirtió millones en el equipo, pero no pudo asegurar un Scudetto. Rompió el récord mundial del mercado de fichajes para llevar a Ronaldo y a pesar de la inversión el brasileño solo pudo levantar un título con la institución: La Copa de la Uefa 1998. En búsqueda de la salvación llegó la contratación del entrenador Marcello Lippi, quien estuvo encarado del resurgimiento de la Juventus unos años atrás. Sin embargo, esto tampoco dio frutos.
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Con Carlo Ancelotti en el banquillo, Milan puso fin a una corta sequía de cinco años en la temporada 2003- 2004, Milan volvió a llevarse la liga local con la icónica escuadra compuesta con jugadores como Paolo Maldini, Andriy Shevchenko, Gennaro Gattuso y un recién llegado Kaká. A Inter le tomó un poco más de tiempo y ganó su primer campeonato en 17 años en 2006 y, tal vez consciente de la escasez de las dos décadas anteriores, lo defendió con firmeza hasta 2010.
Además de los encuentros por la Serie A, la Liga de Campeones también ha sido testigo de los encuentros entre ambos equipos. La primera ocasión en que los dos italianos se cruzaron en la Champions fue en la temporada 2002/2003, en las semifinales. Milan salió vencedor gracias al gol de visitante después de que igualaron 1-1 en el global. Eventualmente, los dirigidos por Carletto se llevaron el título sumando su sexta ‘orejona’.
Su segundo encuentro fue en 2005, en cuartos de final, instancia en la que Milan dejó claro que eran los poderosos en ese momento después de que volvieron a eliminar al Inter después de un contundente 3-0 en el resultado agregado. En el encuentro de vuelta, el partido fue suspendido al minuto 73, pues la afición del neroazzurra lanzó bengalas que golpearon a Dida, el guardameta rival.
Este 2023, el Derby della Madonnina tiene una nueva edición en la que Inter espera que la tercera sea la vencida. El equipo se llevó el triunfo en el partido de ida 2-0 en el estadio San Siro con los goles de Edin Dzeko y Henrikh Mkhitaryan. Al Milan le quedan 90 minutos para lograr voltear el marcador y llegar a una nueva final tras 16 años de espera.
La cuota colombiana
El Derby della Madonnina también ha tenido un toque colombiano desde hace más de 20 años. El primero en estar presente en un clásico italiano fue Iván Ramiro Córdoba en la temporada de 1999-2000. El 12 de enero de 2000, pocos días después de haber firmado con el Inter, se enfrentó a Milan en el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Italia. Con un resultado global de 4-3, los Nerazzurri avanzaron a la siguiente etapa del torneo en el cual terminaron subcampeones tras perder la final ante Lazio en el estadio Olímpico de Roma.
Pasaron ocho años para que otro colombiano llegara a uno de los equipos de Milán. Fue en mayo de 2008 cuando Tyson Rivas llegó a las filas del Inter para darle un toque vallecaucano al derby. En la jornada 36 de la Serie A fue inicialista con su equipo, pero el juego se lo llevó el Milan de Andrea Pirlo, Kaká y Gennaro Gattuso 2-1.
Mario Alberto Yepes fue el primer jugador nacional en vestir la camiseta del equipo rossonero a mediados de 2010. Sin embargo, le tomo dos años disputar el primer clásico de la ciudad. El 6 de mayo de 2012 fue titular en la derrota 4-2 ante Inter dónde jugaban sus compatriotas Fredy Guarín, que fue titular, e Iván Ramiro Córdoba.
En la siguiente temporada del fútbol italiano, por primera y única vez en la historia del calcio cuatro jugadores colombianos disputaron el clásico: Cristian Zapata y Carlos Bacca, por el Milan, y Jeison Murillo y Fredy Guarín, por el Inter. Este último fue el encargado de marcar el único gol en el Giuseppe Meazza en aquella noche del 13 de septiembre de 2015 que le dio la victoria a su equipo.
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