Donnarumma y Keylor Navas, dos arqueros estelares para un solo puesto en el PSG
El italiano y el costarricense tendrán que disputarse la titularidad en un duelo por el arco del equipo parisino.
Emmanuel Barranguet - AFP
Competencia bajo palos a la vista: París Saint-Germain deberá elegir entre dos de los mejores arqueros del mundo, Keylor Navas, impecable desde hace dos años, y el mejor jugador de la Eurocopa, Gianluigi Donnarumma, que firmó el miércoles con el PSG.
Navas, de 34 años y 1,85 metros de altura, imperial bajo el arco, se erigió en 2019 en el arquero contrastado y de garantías que el PSG llevaba buscando desde hacía ocho años.
El coloso Donnarumma, de 22 años y 1,96 m, con envergadura de cóndor, que domina todos los registros de un arquero moderno y especialista en penales, es el futuro.
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El entrenador Mauricio Pochettino deberá elegir, o gestionar una alternancia entre ambos que nunca cuajó en el PSG desde la llegada de los propietarios cataríes hace diez años.
“Debe ser rotundo, claro y limpio, lo que no siempre fue el caso en París antes de la llegada de Navas”, explica a la AFP el entrenador de arqueros del Estrasburgo Stéphane Cassard.
“En mi opinión el técnico debe establecer una jerarquía”, añade Cassard.
Incluso aunque Donnarumma y Navas son “dos arqueros top, muy fuertes mentalmente, y que saben que la competencia forma parte de su profesión, cuando la jerarquía está definida es más simple. Y después las actuaciones marcan la diferencia para validar el estatus de cada uno”.
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La competencia no funcionó en PSG
En el PSG, la competencia entre Salvatore Sirigu y Kevin Trapp no funcionó en el pasado, al igual que la que hubo entre Alphonse Areola y la leyenda Gianluigi Buffon.
En las dos últimas temporadas el costarricense había solventado ese recurrente problema del club parisino. Aún permanece en el recuerdo de los aficionados sus dos grandes partidos contra el Bayern de Múnich la pasada temporada (3-2/0-1) en cuartos de final de la Champions, donde sacó de quicio a los entonces vigentes campeones.
Por no contar las ocasiones en que Navas ejerció a la perfección el rol que se le asigna al arquero en un equipo dominador: estar atento en los dos o tres atajadas necesarias en un partido.
Modelo de concentración, la mente del tico se no va nunca de un partido.
Su único pero, sigue siendo un meta a la antigua usanza, magistral sobre la línea de gol, pero menos cómodo en las salidas y en el juego con el pie, cualidades que se le pide a un arquero moderno.
Si embargo, el ex del Real Madrid cuenta con el apoyo de un vestuario con varios hispanohablantes, el último en llegar su antiguo compañero en Madrid Sergio Ramos, el jefe de la defensa con la que Navas conquistó tres Champions consecutivas.
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Hay que recordar que Navas, con contrato con el PSG hasta 2024, no llevó bien la competencia con Thibault Courtois en su última temporada en el Bernabéu.
Donnarumma, la sensación
Donnarumma representa el futuro. ¿Podría Pochettino dejar en el banquillo al mejor jugador de la reciente Eurocopa?
Llegado con la carta de libertad del AC Milan, el coloso Gigio causó sensación en el torneo continental.
Jugó un papel decisivo en los penales ganados por Italia ante España en semifinales (1-1; 4-2) y en la final ante Inglaterra (1-1; 3-2).
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Desde el inicio de su fulminante carrera, Donnarumma aún no ha perdido una sola vez un desempate desde los once metros: ganó las cinco sesiones de penales a las que tuvo que hacer frente.
El italiano es “un arquero con mucha envergadura, que ocupa mucho espacio”, el costarricense tiene “menos envergadura, pero es muy dinámico”.
“Donnarumma sale mucho en los balones aéreos, es capaz de tranquilizar a su defensa saliendo lejos del arco”, prosigue el especialista.
“Navas saldrá si está seguro, realmente si está 100% seguro de alcanzar el balón, eso es también una cualidad: él juega sus puntos fuertes”, añade.
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Para Cassard, “con el título de campeón de Europa y su actuación en la Eurocopa, el estatus de Donnarumma ha cambiado. Demostró que podía rendir a gran nivel en un gran campeonato. Llegará con grandes ambiciones”.
Competencia bajo palos a la vista: París Saint-Germain deberá elegir entre dos de los mejores arqueros del mundo, Keylor Navas, impecable desde hace dos años, y el mejor jugador de la Eurocopa, Gianluigi Donnarumma, que firmó el miércoles con el PSG.
Navas, de 34 años y 1,85 metros de altura, imperial bajo el arco, se erigió en 2019 en el arquero contrastado y de garantías que el PSG llevaba buscando desde hacía ocho años.
El coloso Donnarumma, de 22 años y 1,96 m, con envergadura de cóndor, que domina todos los registros de un arquero moderno y especialista en penales, es el futuro.
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El entrenador Mauricio Pochettino deberá elegir, o gestionar una alternancia entre ambos que nunca cuajó en el PSG desde la llegada de los propietarios cataríes hace diez años.
“Debe ser rotundo, claro y limpio, lo que no siempre fue el caso en París antes de la llegada de Navas”, explica a la AFP el entrenador de arqueros del Estrasburgo Stéphane Cassard.
“En mi opinión el técnico debe establecer una jerarquía”, añade Cassard.
Incluso aunque Donnarumma y Navas son “dos arqueros top, muy fuertes mentalmente, y que saben que la competencia forma parte de su profesión, cuando la jerarquía está definida es más simple. Y después las actuaciones marcan la diferencia para validar el estatus de cada uno”.
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La competencia no funcionó en PSG
En el PSG, la competencia entre Salvatore Sirigu y Kevin Trapp no funcionó en el pasado, al igual que la que hubo entre Alphonse Areola y la leyenda Gianluigi Buffon.
En las dos últimas temporadas el costarricense había solventado ese recurrente problema del club parisino. Aún permanece en el recuerdo de los aficionados sus dos grandes partidos contra el Bayern de Múnich la pasada temporada (3-2/0-1) en cuartos de final de la Champions, donde sacó de quicio a los entonces vigentes campeones.
Por no contar las ocasiones en que Navas ejerció a la perfección el rol que se le asigna al arquero en un equipo dominador: estar atento en los dos o tres atajadas necesarias en un partido.
Modelo de concentración, la mente del tico se no va nunca de un partido.
Su único pero, sigue siendo un meta a la antigua usanza, magistral sobre la línea de gol, pero menos cómodo en las salidas y en el juego con el pie, cualidades que se le pide a un arquero moderno.
Si embargo, el ex del Real Madrid cuenta con el apoyo de un vestuario con varios hispanohablantes, el último en llegar su antiguo compañero en Madrid Sergio Ramos, el jefe de la defensa con la que Navas conquistó tres Champions consecutivas.
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Donnarumma, la sensación
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Jugó un papel decisivo en los penales ganados por Italia ante España en semifinales (1-1; 4-2) y en la final ante Inglaterra (1-1; 3-2).
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El italiano es “un arquero con mucha envergadura, que ocupa mucho espacio”, el costarricense tiene “menos envergadura, pero es muy dinámico”.
“Donnarumma sale mucho en los balones aéreos, es capaz de tranquilizar a su defensa saliendo lejos del arco”, prosigue el especialista.
“Navas saldrá si está seguro, realmente si está 100% seguro de alcanzar el balón, eso es también una cualidad: él juega sus puntos fuertes”, añade.
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Para Cassard, “con el título de campeón de Europa y su actuación en la Eurocopa, el estatus de Donnarumma ha cambiado. Demostró que podía rendir a gran nivel en un gran campeonato. Llegará con grandes ambiciones”.