La sombra del dopaje empieza a perseguir al fútbol mundial
Los casos recientes de Alejandro el Papu Gómez, Paul Pogba y Gabriel Barbosa Gabigol, han llamado la atención en el balompié sobre el uso de sustancias prohibidas. Contrario a otras disciplinas, el fútbol no ha sido tan señalado como otros deportes. ¿Qué está pasando?
No es tan común hablar de dopaje en el fútbol, como sí lo es en otros deportes. Por ejemplo, en Colombia, por nuestro amor a la bicicleta, tenemos muy presente la complicada relación que el ciclismo ha tenido, históricamente, con las sustancias prohibidas. Muestra de ese complejo panorama, hoy todavía tan vigente, es que Lance Amstrong, uno de los ciclistas más grandes de la historia, tiró su legado y toda su fructífera carrera por la borda luego de confesar haberse dopado durante casi toda su carrera. No es un asunto solo de las ciclas, pues es un problema es del deporte en general. Sin embargo, hay deportes que han cargado con mayor estigma que otros. Disciplinas, como por ejemplo el atletismo, el levantamiento de pesas o el boxeo, constantemente bajo la lupa por el alto grado de casos al rededor del mundo.
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No es tan común hablar de dopaje en el fútbol, como sí lo es en otros deportes. Por ejemplo, en Colombia, por nuestro amor a la bicicleta, tenemos muy presente la complicada relación que el ciclismo ha tenido, históricamente, con las sustancias prohibidas. Muestra de ese complejo panorama, hoy todavía tan vigente, es que Lance Amstrong, uno de los ciclistas más grandes de la historia, tiró su legado y toda su fructífera carrera por la borda luego de confesar haberse dopado durante casi toda su carrera. No es un asunto solo de las ciclas, pues es un problema es del deporte en general. Sin embargo, hay deportes que han cargado con mayor estigma que otros. Disciplinas, como por ejemplo el atletismo, el levantamiento de pesas o el boxeo, constantemente bajo la lupa por el alto grado de casos al rededor del mundo.
En el fútbol no pasa con la misma intensidad, es una realidad. Tal vez, el caso más emblemático fue el de Diego Armando Maradona en el Mundial de 1994. “No quiero dramatizar, pero te juro que me cortaron las piernas”, dijo el astro argentino luego de que dar positivo en un control antidoping por cinco sustancias prohibidas: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina. El 10 argumentó, en una historia bastante contada ya, en libros y autobiografías, que no intentó sacar ventaja deportiva con los medicamentos. Dijo que se trató, en realidad, de un error de su preparador físico personal Daniel Cerrini, fisicoculturista con mala prensa y antiguos rumores de casos de dopaje.
Sin embargo, el caso de Maradona no ha sido la constante histórica del deporte rey. Por supuesto, el argentino no ha sido el único gran caso de dopaje en el fútbol. Fueron también muy sonados casos como los de Edgar Steven Davids, Rio Ferdinand, Samir Nasri o, incluso, René Higuita. Hace pocos años, también sonó mucho la historia del histórico delantero peruano Paolo Guerrero, una de las situaciones ligadas entre el dopaje y el fútbol más sonadas de los últimos años. No obstante, la realidad es que todos eran casos aislados, con poca relación entre los sucesos y, sobre todo, largos periodos de tiempo entre un hecho y el otro.
El fútbol y los recientes casos de dopaje a nivel mundial
Por supuesto, además, habría que aclarar que, más allá de los casos de grandes nombres, en muchos países del mundo el tema del dopaje en el fútbol, como pasa también en otros deportes, parece un asunto ocultado por grandes poderes. Así sucede, por ejemplo, en España, donde varias denuncias de aparentes redes de dopaje son encubiertas para no ser reveladas al gran público. En la Premier League de Inglaterra, por ejemplo, una investigación periodística hecha el año pasado ponía en tela de juicio a la UKAD (la Agencia Antidopaje del Reino Unido), a la cual acusaba de maquillar cifras para negar un volumen de casos de dopaje mayor al que reportaban sus informes.
No obstante, en medio de sospechas específicas y de la baja cantidad de casos reportados, comparando además la cantidad de deportistas que mueve el fútbol con relación a otras disciplinas, sí ha llamado la atención, en los últimos tiempos, la escalada de casos en el fútbol mundial con estrellas destacadas del panorama mundial. Colombia, de hecho, recibió con sorpresa hace unas semanas la suspensión por dopaje a Harold Preciado en México. Justo cuando venía siendo uno de los mejores goleadores colombianos en el mundo, el goleador tumaqueño fue suspendido por una investigación que le abrieron en el país norteamericano a causa de un supuesto uso de sustancias prohibidas.
El fenómeno, claro, es más global. La escalada de estas situaciones, nada común en el fútbol, llama la atención sobre los controles antidoping en el fútbol y la, hasta ahora, poca injerencia que las prácticas de rendimiento artificial han tenido en un deporte poco acostumbrado a encontrar culpables por el uso de sustancias vetadas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
La noticia más reciente al respecto ocurrió con Gabriel Barbosa en el Flamengo de Brasil, pues el lunes el delantero fue suspendido por dos años luego de ser acusado de falsificar una prueba antidopaje que le hicieron en su país.
Sin embargo, estas noticias han sido una constante en los últimos tiempos con grandes figuras del fútbol mundial. Hay dos casos emblemáticos, de hecho. Uno, el de Paul Pogba, uno de los mejores mediocampistas de las últimas décadas, que fue suspendido por cuatro años tras un control antidopaje positivo que dio en la Juventus. El otro, tal vez incluso más grave, fue el de Alejando el Papu Gómez, que también fue suspendido por el uso de sustancias prohibidas por consumir, aparentemente, terbutalina. Lo grave es que el caso fue descubierto en pleno Mundial de Catar, que Argentina ganó con el volante en cancha. Gómez habría hecho el acto en noviembre, antes de la Copa del Mundo. No obstante, su participación en el título de la albiceleste enturbió la gesta de los argentinos.
Por ahora, los casos son aislados. No es posible establecer relación entre ellos y tampoco se ha destapado ninguna red de dopaje alrededor del fútbol a nivel mundial. Sí llama la atención el fenómeno, la rigurosidad de la AMA y la escalada de casos de dopaje en el balompié, algo, hasta ahora poco común, pero que empieza a llamar la atención de los aficionados a este deporte en todo el planeta.
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