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Palmeiras se quedó con la Supercopa de Brasil al vencer por 4-3 a Flamengo este sábado en Brasilia, en un vibrante choque entre los equipos más laureados de la tierra del ‘jogo bonito’ en los últimos años. Eduard Atuesta, sin minutos en el juego, sumó un título más con el conjunto Verdão.
En un cotejo de varias idas y vueltas en el marcador, los paulistas conquistaron su primer título en la competición gracias a dos dobletes de los mediocampistas Raphael Veiga (38 y 58, de penal) y Gabriel Menino (45+4, 74).
Gabriel Barbosa “Gabigol” (26, de penal, y 51), también en dos ocasiones, y Pedro (61) descontaron para los cariocas en el estadio Mané Garrincha.
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El victorioso Palmeiras desniveló la balanza a su favor, pues cada equipo conquistó un trofeo en las finales que disputaron previamente, ambas en 2021: triunfo esmeralda en la Copa Libertadores y rojinegro en la Supercopa.
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— SE Palmeiras (@Palmeiras) January 28, 2023
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Además, el portugués Abel Ferreira venció a su compatriota Vítor Pereira en el cotejo entre los clubes campeones de las tres más recientes ediciones de la Libertadores.
Homenaje a Pelé
La Supercopa, que enfrenta a los ganadores del Brasileirao (Palmeiras) y la Copa do Brasil (Flamengo), tuvo una antesala emotiva.
La Confederación Brasileña de Fútbol rindió homenaje al exastro Pelé, fallecido a los 82 años por un cáncer hace casi un mes, el 29 de diciembre, en un hospital de Sao Paulo.
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Dos de las hijas de ‘O Rei’, Flavia y Kely Nascimento, cargaron dos de las tres Copas del Mundo conquistadas por el exdelantero en medio de un pasillo de honor formado por los jugadores antes del pitazo inicial.
Los atletas se unieron al tributo al portar camisas amarillas y negras con el ‘10′ estampado en el pecho, el número inmortalizado por Pelé, mientras los 56.000 asistentes al estadio Mané Garrincha aplaudieron en honor al ídolo brasileño.
Alto voltaje en la Supercopa
La emotividad del acto en memoria del que muchos consideran el mejor futbolista de la historia se trasladó a la cancha, donde hubo un juego de alto voltaje.
Flamengo se fue adelante pronto gracias a la presión de uno de sus talentos, el uruguayo Giorgian de Arrascaeta, sobre el mediocampista Zé Rafael, quien perdió el balón y luego derrumbó a su rival en el área.
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“Gabigol” respondió a su fama de letal desde el punto blanco al cobrar rastrero a mano derecha de Weverton, quien voló en dirección contraria.
Aunque el ‘Fla’ mantuvo la posesión, el ‘Verdão’ subió líneas y dio la imagen de poder emparejar sin mucho esfuerzo.
Determinante en momentos de máxima tensión, Veiga aprovechó un rebote servido por David Luiz, al interceptar un disparo de Dudu, para desenfundar un zurdazo que se coló por el palo de Santos.
Tres dobletes en la final
Palmeiras mantuvo el empuje tras la igualdad y en el cierre del primer tiempo remontó con un remate al ángulo de Menino lanzado desde fuera del área.
Pero el vigente campeón de la Libertadores, que se prepara para disputar el Mundial de Clubes en febrero, se sacudió casi al regresar de los vestuarios.
“Gabigol” aprovechó una asistencia de Everton Ribeiro que se filtró entre las líneas palmeirenses para bañar a Weverton cuando salió para intentar cerrarle el ángulo de disparo.
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La tranquilidad duró poco para los hombres de Pereira, que desembarcó en Rio de Janeiro en enero en reemplazo de Dorival Júnior.
Endrick, perla del Real Madrid, provocó un penal al buscar hacerle un sombrero a Everton Ribeiro. El balón golpeó en la mano del capitán rojinegro y Veiga, especialista en los penales, venció a Santos con un fuerte remate cruzado.
La alegría duró apenas tres minutos, pues Pedro, en un golazo de taco, tras un pase de Ayrton, emparejó de nuevo el marcador de un partido que por momentos tuvo encontronazos entre sus protagonistas.
Las emociones, sin embargo, estaban lejos de terminar. Menino encajó el tercer doblete de la tarde con un impacto aparentemente defectuoso, tras un pase de Veiga que atravesó el área, y en el que Santos dejó la imagen de poder haber hecho más.
Flamengo buscó a toda costa volver a igualar cargas, pero Palmeiras supo protegerse y mantener a raya a un adversario con el que ha formado una enconada rivalidad en los últimos años.
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