El adiós de una leyenda del fútbol mexicano
Andrés Guardado anunció desde la cancha de León, su equipo actual, que si el domingo no se clasifican, será ese su último partido como jugador profesional de fútbol.
Juan Diego Forero Vélez
Las personas se acostumbran al vacío. Deben hacerlo, porque es imposible detener el paso del tiempo y lo que eso conlleva. Los jugadores envejecen, igual que cualquier otra persona. Se vuelven lentos y ajenos, malhumorados, y se cansan con mayor facilidad.
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Las personas se acostumbran al vacío. Deben hacerlo, porque es imposible detener el paso del tiempo y lo que eso conlleva. Los jugadores envejecen, igual que cualquier otra persona. Se vuelven lentos y ajenos, malhumorados, y se cansan con mayor facilidad.
Todo esto mientras una línea casi infinita de jugadores nuevos los miran, con recelo, apenas a unos metros de distancia, fingiendo un respeto borroso que no existe fuera de sus cabezas, que no es real, pues todos quieren ocupar los pocos lugares disponibles que hay, los pocos dorsales que imprimen con parsimonia los clubes.
Andrés Guardado, ‘El Principito’, anunció a través de sus redes sociales, muy calmado, que el partido contra Rayados de este domingo podría ser el último de su carrera. Esta temporada, en definitiva, será la última que juegue como profesional porque, tras 19 años de carrera y 180 partidos con la camiseta de la selección de México, por fin se siente libre de dejar el deporte que le permitió sentirse vivo por completo, cumplir sueños y repartir alegría y coraje de forma desmedida.
“Estoy aquí, en el estadio de León, porque aquí quería hacer pública mi decisión de dejar el fútbol, de, al terminar esta temporada, dejar de ser jugador profesional después de 19 años”, dijo en una transmisión en vivo desde su cuenta de Instagram, y cuando lo mencionó, cuando por fin pronunció en voz alta su inminente adiós, su rostro dibujó un pequeño rictus, imperceptible para todos aquellos que no lo han visto reír.
Su calma, la calma con la que habló desde el principio, se turbó por un momento, pero supo continuar con el anuncio, sabiendo que ya todo estaba decidido y que no había marcha atrás. “Primero quiero agradecer a Jesús Martínez por darme la oportunidad de venir a esta institución, a México, después de hacer casi toda mi carrera afuera. Me voy contento porque este último mes pude enseñar lo que es Andrés Guardado dentro de la cancha, lo que quería mostrar ese jugador y ese niño por el cual me dediqué al fútbol”, agregó ya con la voz temblorosa.
Guardado inició su carrera en el Atlas de Guadalajara, cuando tenía 18 años y sus sueños aún se moldeaban en su cabeza con cuidado, como una jarra de barro que al principio no conoce ni su forma ni su finalidad. La titularidad se la ganó casi de inmediato, cuando tocó el balón y el entrenador Daniel Guzmán supo que no podría encerrarlo más, que no podía seguir cuidándolo del mundo.
La de Andrés Guardado, una exitosa carrera en Europa
Luego de un año, partió rumbo al Deportivo La Coruña de España, que compró el 75% de su pase. En 2012 llegó a Valencia tras una temporada irregular y luego jugó para el Bayern Leverkusen alemán, para el PSV neerlandés Eindhoven y luego llegó al Real Betis, donde se dispuso a sacar su mejor fútbol, desesperado por demostrar que la casualidad y la suerte no habían jugado ningún papel en aquel arranque de carrera tan prometedor y colorido en 2005.
Ya con Betis, jugó 218 partidos, el jugador extranjero con el mayor número, y conquistó la Copa del Rey, que no ganaba el equipo desde el año en el que El Principito debutó como profesional. Logró, además, ser el jugador extranjero más veterano en marcar un gol para los béticos, pero sobre todo, logró seguir en el radar de la selección de México, que siguió llamándolo, gracias a su desempeño en La Liga de España, a cada encuentro oficial y cada torneo.
El Principito, entonces, logró acumular, a lo largo de su carrera, 180 partidos con la camiseta de México. Conquistó tres veces la Copa de Oro de la CONCACAF, marcó en 12 ocasiones, lo que lo ubicó tercero en la lista histórica, y jugó cinco Copas del Mundo, algo que solo otros siete jugadores han logrado, entre ellos, sus compatriotas, Antonio Carbajal, Guillermo Ochoa y Rafael Márquez, además de Lionel Messi, Lothar Mattahus, Cristiano Ronaldo y Gianluigi Buffon.
Es irónico, pero todo siempre llega a su fin, incluso una carrera como la de él, plagada de récords. E irónico es que el mismo equipo que lo vio nacer como jugador profesional, Chivas, que le ofreció una vida de sueños, podría cortar de tajo su carrera, de forma precipitada, si es que llega a sumar un punto en su partido contra Necaxa; de ser así, León, el club de Guardado, ya no tendrá oportunidad de meterse en el Play-in, lo que pondría fin a su carrera, para siempre.
@JuanDiegoFore10
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