El Everton de James Rodríguez llega motivado para el derbi ante Liverpool

Everton y Liverpool volverán a la acción de la Premier League este sábado luego de dos semanas de quietud por la fecha FIFA, y lo harán, nada menos, que con el clásico de Merseyside, uno de los partidos más antiguos y con más historia de Inglaterra.

El conjunto que dirige Carlo Ancelotti, que de la mano de James Rodríguez no ha perdido en lo que va del campeonato, tendrá su primera prueba de fuego con el rival de siempre y con uno de los mejores clubes de los últimos años en Europa (no en vano es el campeón actual).

Everton, líder de la Premier, tiene tres puntos más que Liverpool (quinto en la tabla de posiciones) y buscará su primera victoria frente a los de Anfield Road desde 2010. De hecho, han pasado 19 partidos y el conjunto de Goodison Park no sabe lo que es vencer a su rival de ciudad (ocho derrotas y 11 empates).

Por eso la importancia de este partido (desde las 6:30 a.m., hora colombiana) para la hinchada, para la directiva y para los mismos jugadores, que sueñan que en este nuevo proceso, en el que Rodríguez es el eje del mediocampo, se ponga fin a la mala racha.

Sumado a eso hay que anotar que Liverpool no sabe lo que es perder con Everton hace 22 encuentros en todas las competiciones, una muestra de lo que ha sido la última década entre estas dos instituciones.

El duelo será en Goodison Park, a unas cuantas cuadras de Anfield, donde siete de los últimos ocho clásicos de Merseyside han terminado en igualdades, en duelos emocionantes, pero que no dejan ganar.

Quizá es la oportunidad, como hace mucho tiempo no sucedía, de que Everon equilibre la balanza frente a un oponente que casi siempre ha ido un escalón por arriba, peleando por títulos mientras que ellos pelean por estar en un lugar digno en la tabla.

Será un duelo mano a mano por la punta de la Premier y en el que se festejará más de 130 años de historia y que tiene como primer antecedente un 3-0 a favor de Everton por allá en 1894 cuando los trabajadores de las fábricas de la ciudad peleaban por formar equipos aficionados de un gran nivel para pelear con los de Londres la FA Cup.

Everton y Liverpool volverán a la acción de la Premier League este sábado luego de dos semanas de quietud por la fecha FIFA, y lo harán, nada menos, que con el clásico de Merseyside, uno de los partidos más antiguos y con más historia de Inglaterra.

El conjunto que dirige Carlo Ancelotti, que de la mano de James Rodríguez no ha perdido en lo que va del campeonato, tendrá su primera prueba de fuego con el rival de siempre y con uno de los mejores clubes de los últimos años en Europa (no en vano es el campeón actual).

Everton, líder de la Premier, tiene tres puntos más que Liverpool (quinto en la tabla de posiciones) y buscará su primera victoria frente a los de Anfield Road desde 2010. De hecho, han pasado 19 partidos y el conjunto de Goodison Park no sabe lo que es vencer a su rival de ciudad (ocho derrotas y 11 empates).

Por eso la importancia de este partido (desde las 6:30 a.m., hora colombiana) para la hinchada, para la directiva y para los mismos jugadores, que sueñan que en este nuevo proceso, en el que Rodríguez es el eje del mediocampo, se ponga fin a la mala racha.

Sumado a eso hay que anotar que Liverpool no sabe lo que es perder con Everton hace 22 encuentros en todas las competiciones, una muestra de lo que ha sido la última década entre estas dos instituciones.

El duelo será en Goodison Park, a unas cuantas cuadras de Anfield, donde siete de los últimos ocho clásicos de Merseyside han terminado en igualdades, en duelos emocionantes, pero que no dejan ganar.

Quizá es la oportunidad, como hace mucho tiempo no sucedía, de que Everon equilibre la balanza frente a un oponente que casi siempre ha ido un escalón por arriba, peleando por títulos mientras que ellos pelean por estar en un lugar digno en la tabla.

Será un duelo mano a mano por la punta de la Premier y en el que se festejará más de 130 años de historia y que tiene como primer antecedente un 3-0 a favor de Everton por allá en 1894 cuando los trabajadores de las fábricas de la ciudad peleaban por formar equipos aficionados de un gran nivel para pelear con los de Londres la FA Cup.