El “Fifagate” forzó renuncia de Blatter
Al parecer, su dimisión obedece a que el dirigente suizo es el foco de investigaciones en Estados Unidos luego del escándalo por corrupción más grande en la historia del deporte. Se abren candidaturas para congreso extraordinario.
Redacción Deportes
Apenas cuatro días después de su quinta reelección como presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter terminó por aceptar que el escándalo de la organización por corrupción no le daba para seguir de largo sin consecuencias y ayer renunció a un trono que sostuvo durante 17 años. “Mi mandato no cuenta con el apoyo de todos”, fue la escueta justificación con la que formalizó su dimisión, durante una breve conferencia de prensa en Zúrich. En la trasescena se afirma que el hecho que convenció a Blatter de la necesidad de irse fueron las revelaciones de prensa que comprometen en el “Fifagate” al actual secretario general del organismo, el francés Jérôme Valcke.
Según informaciones del periódico The New York Times de Estados Unidos, el secretario general de la FIFA y mano derecha de Blatter transfirió US$10 millones en 2008 a una cuenta manejada por el exvicepresidente de la organización Jack Warner, de Trinidad y Tobago. Aunque el tema había sido presentado como pagos para el desarrollo del fútbol en la región del Caribe, las pesquisas de la justicia norteamericana apuntan a que pudo tratarse de sobornos. “Ni Jérôme Valcke ni ningún alto responsable de la FIFA estaba al corriente ni del inicio, ni la aprobación o puesta en marcha del proyecto”, precisó el organismo al referirse al tema protegiendo al ejecutivo francés.
El tema tiene que ver con una autorización de la Comisión de Finanzas del ente rector del fútbol mundial como parte de los eventos previos a la Copa Mundial de 2010 que se jugó en Sudáfrica. Sin embargo, en medio de las averiguaciones del FBI y una fiscal del Tribunal de Brooklyn, ya se dice que estos giros de dinero a Warner podrían constituir un eje fundamental del escándalo que hoy compromete a altos directivos de la FIFA. Lo cierto es que, más allá de las explicaciones sobre esta transferencia y la posible responsabilidad del secretario general, ayer se produjo la dimisión de Blatter, quien admitió que la FIFA “necesita una profunda revisión”.
Tras el anuncio de Blatter, el presidente de la Comisión de Auditoría de la FIFA, Domenico Scala, explicó que lo que estaba previsto antes de todo lo que ha sucedido era la realización del congreso ordinario en 2016, en México. Sin embargo, después de aceptar que “sería una demora innecesaria”, aclaró que de conformidad con las reglas generales de la organización el comité ejecutivo convocará a un congreso extraordinario, el cual podría realizarse entre diciembre de 2015 y marzo de 2016. Entretanto, Blatter seguirá al frente, aunque Scala dejó claro que “nada se hará fuera de la mesa” y que habrá tiempo para que los candidatos presenten sus ideas.
Desde ya se especula que uno de los candidatos será el presidente de la UEFA, el exfutbolista francés Michel Platini, quien apoyó la reelección de Blatter en 2011 pero desde hace algunos años había tomado distancia del dimitente mandamás de la FIFA. Ayer, tras conocerse la renuncia del dirigente suizo, a través de un comunicado Platini observó: “es una decisión difícil, valiente, pero es la decisión correcta”. Sin embargo, al ser interrogado por los periodistas manifestó que desafortunadamente había sido demasiado tarde. El presidente de la UEFA no quiso referirse a su posible candidatura, pero se da por descontado que será uno de los aspirantes.
Los otros candidatos que ya suenan para reemplazar a Joseph Blatter son el príncipe jordano Ali bin al Hussein, el exfutbolista portugués Luis Figo y el presidente de la Federación de los Países Bajos, Michael Van Praag. El primero fue derrotado por el propio Blatter en la elección del pasado viernes, pero los 73 votos que logró en la asamblea general, así fuesen producto de una coyuntural disidencia, constituyen su punto de partida para buscar la presidencia en el congreso extraordinario. De hecho, ayer trascendió a través de voceros de la Federación Jordana de Fútbol que “el príncipe Ali “está listo para presentarse a nuevas elecciones en la FIFA”.
En cuanto al exfutbolista del Barcelona y Real Madrid, el portugués Figo, quien en tiempos recientes se convirtió en uno de los públicos detractores de Joseph Blatter, por sus comentarios dejó entrever que también tiene intereses en quedarse con la presidencia del ente rector del fútbol mundial. “El de hoy es un buen día para la FIFA y para el fútbol. El cambio por fin ha llegado. Como dije en mi declaración del pasado viernes, este momento podía tardar, pero ya ha llegado”, recalcó Figo, quien acto seguido, hablando como candidato, señaló: “estoy disponible para contribuir para un fútbol más transparente y democrático, pero depende de las oportunidades, del momento y de los apoyos”.
Desde Brasil, uno de los países de mayor influencia en la FIFA, el exjugador profesional y hoy senador Romario de Souza Farías, al tiempo que persistió en sus señalamientos de corrupción contra la FIFA, aprovechó también para enfilar baterías contra Pelé, de quien dijo era vergonzoso el apoyo que le había dado a Joseph Blatter. Según la prensa brasileña, ante el silencio adoptado por Pelé, su detractor Romario observó: “Pelé callado es un poeta”. Según se ha conocido, a raíz de la vinculación en el escándalo del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol José María Marín, el exfutbolista Romario quiere abrir un capítulo para indagar a la dirigencia del país sudamericano.
Más allá del puntillazo a la era Joseph Blatter, coletazo directo de la crisis que vive la FIFA desde los anuncios de la justicia norteamericana, no paran las reacciones en escenarios futbolísticos y políticos. Así como desde Buenos Aires el secretario general de la Conmebol, José Luis Meiszner, anotó que “hay un extraordinario interrogante sobre la realización de la Copa América Centenario”, prevista a realizarse en Estados Unidos en 2016, a través del mundo no paran los comentarios cruzados de alto nivel institucional. El presidente ruso, Vladimir Putin, sigue diciendo que es un boicot al Mundial 2018, a realizarse en su país. Sus opositores sostienen que no puede descartarse un boicot a Moscú.
El colofón de este intenso capítulo de escándalo internacional alrededor del deporte más popular del mundo fueron los anuncios de The New York Times según los cuales la verdadera razón para la súbita renuncia de Joseph Blatter, a pesar de su holgada victoria en las elecciones del pasado viernes, es que realmente el foco de las investigaciones de la justicia norteamericana por corrupción federal, es el propio presidente de la FIFA. Por lo pronto, su colega de la Conmebol, Nicolás Leoz, fue amparado ayer con el beneficio de la detención domiciliaria, pero claramente está en la mira de Estados Unidos, que tiene en jaque a la dirigencia del fútbol mundial.
Apenas cuatro días después de su quinta reelección como presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter terminó por aceptar que el escándalo de la organización por corrupción no le daba para seguir de largo sin consecuencias y ayer renunció a un trono que sostuvo durante 17 años. “Mi mandato no cuenta con el apoyo de todos”, fue la escueta justificación con la que formalizó su dimisión, durante una breve conferencia de prensa en Zúrich. En la trasescena se afirma que el hecho que convenció a Blatter de la necesidad de irse fueron las revelaciones de prensa que comprometen en el “Fifagate” al actual secretario general del organismo, el francés Jérôme Valcke.
Según informaciones del periódico The New York Times de Estados Unidos, el secretario general de la FIFA y mano derecha de Blatter transfirió US$10 millones en 2008 a una cuenta manejada por el exvicepresidente de la organización Jack Warner, de Trinidad y Tobago. Aunque el tema había sido presentado como pagos para el desarrollo del fútbol en la región del Caribe, las pesquisas de la justicia norteamericana apuntan a que pudo tratarse de sobornos. “Ni Jérôme Valcke ni ningún alto responsable de la FIFA estaba al corriente ni del inicio, ni la aprobación o puesta en marcha del proyecto”, precisó el organismo al referirse al tema protegiendo al ejecutivo francés.
El tema tiene que ver con una autorización de la Comisión de Finanzas del ente rector del fútbol mundial como parte de los eventos previos a la Copa Mundial de 2010 que se jugó en Sudáfrica. Sin embargo, en medio de las averiguaciones del FBI y una fiscal del Tribunal de Brooklyn, ya se dice que estos giros de dinero a Warner podrían constituir un eje fundamental del escándalo que hoy compromete a altos directivos de la FIFA. Lo cierto es que, más allá de las explicaciones sobre esta transferencia y la posible responsabilidad del secretario general, ayer se produjo la dimisión de Blatter, quien admitió que la FIFA “necesita una profunda revisión”.
Tras el anuncio de Blatter, el presidente de la Comisión de Auditoría de la FIFA, Domenico Scala, explicó que lo que estaba previsto antes de todo lo que ha sucedido era la realización del congreso ordinario en 2016, en México. Sin embargo, después de aceptar que “sería una demora innecesaria”, aclaró que de conformidad con las reglas generales de la organización el comité ejecutivo convocará a un congreso extraordinario, el cual podría realizarse entre diciembre de 2015 y marzo de 2016. Entretanto, Blatter seguirá al frente, aunque Scala dejó claro que “nada se hará fuera de la mesa” y que habrá tiempo para que los candidatos presenten sus ideas.
Desde ya se especula que uno de los candidatos será el presidente de la UEFA, el exfutbolista francés Michel Platini, quien apoyó la reelección de Blatter en 2011 pero desde hace algunos años había tomado distancia del dimitente mandamás de la FIFA. Ayer, tras conocerse la renuncia del dirigente suizo, a través de un comunicado Platini observó: “es una decisión difícil, valiente, pero es la decisión correcta”. Sin embargo, al ser interrogado por los periodistas manifestó que desafortunadamente había sido demasiado tarde. El presidente de la UEFA no quiso referirse a su posible candidatura, pero se da por descontado que será uno de los aspirantes.
Los otros candidatos que ya suenan para reemplazar a Joseph Blatter son el príncipe jordano Ali bin al Hussein, el exfutbolista portugués Luis Figo y el presidente de la Federación de los Países Bajos, Michael Van Praag. El primero fue derrotado por el propio Blatter en la elección del pasado viernes, pero los 73 votos que logró en la asamblea general, así fuesen producto de una coyuntural disidencia, constituyen su punto de partida para buscar la presidencia en el congreso extraordinario. De hecho, ayer trascendió a través de voceros de la Federación Jordana de Fútbol que “el príncipe Ali “está listo para presentarse a nuevas elecciones en la FIFA”.
En cuanto al exfutbolista del Barcelona y Real Madrid, el portugués Figo, quien en tiempos recientes se convirtió en uno de los públicos detractores de Joseph Blatter, por sus comentarios dejó entrever que también tiene intereses en quedarse con la presidencia del ente rector del fútbol mundial. “El de hoy es un buen día para la FIFA y para el fútbol. El cambio por fin ha llegado. Como dije en mi declaración del pasado viernes, este momento podía tardar, pero ya ha llegado”, recalcó Figo, quien acto seguido, hablando como candidato, señaló: “estoy disponible para contribuir para un fútbol más transparente y democrático, pero depende de las oportunidades, del momento y de los apoyos”.
Desde Brasil, uno de los países de mayor influencia en la FIFA, el exjugador profesional y hoy senador Romario de Souza Farías, al tiempo que persistió en sus señalamientos de corrupción contra la FIFA, aprovechó también para enfilar baterías contra Pelé, de quien dijo era vergonzoso el apoyo que le había dado a Joseph Blatter. Según la prensa brasileña, ante el silencio adoptado por Pelé, su detractor Romario observó: “Pelé callado es un poeta”. Según se ha conocido, a raíz de la vinculación en el escándalo del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol José María Marín, el exfutbolista Romario quiere abrir un capítulo para indagar a la dirigencia del país sudamericano.
Más allá del puntillazo a la era Joseph Blatter, coletazo directo de la crisis que vive la FIFA desde los anuncios de la justicia norteamericana, no paran las reacciones en escenarios futbolísticos y políticos. Así como desde Buenos Aires el secretario general de la Conmebol, José Luis Meiszner, anotó que “hay un extraordinario interrogante sobre la realización de la Copa América Centenario”, prevista a realizarse en Estados Unidos en 2016, a través del mundo no paran los comentarios cruzados de alto nivel institucional. El presidente ruso, Vladimir Putin, sigue diciendo que es un boicot al Mundial 2018, a realizarse en su país. Sus opositores sostienen que no puede descartarse un boicot a Moscú.
El colofón de este intenso capítulo de escándalo internacional alrededor del deporte más popular del mundo fueron los anuncios de The New York Times según los cuales la verdadera razón para la súbita renuncia de Joseph Blatter, a pesar de su holgada victoria en las elecciones del pasado viernes, es que realmente el foco de las investigaciones de la justicia norteamericana por corrupción federal, es el propio presidente de la FIFA. Por lo pronto, su colega de la Conmebol, Nicolás Leoz, fue amparado ayer con el beneficio de la detención domiciliaria, pero claramente está en la mira de Estados Unidos, que tiene en jaque a la dirigencia del fútbol mundial.