El mundial de 48 selecciones: la obsesión que cumplió Infantino
El suizo será reelegido este jueves como presidente de la FIFA para un nuevo periodo que lo llevará a estar, como mínimo, 11 años en el cargo. Su legado, sus relaciones políticas, y las críticas a sus ideas y a sus manejos.
Fernando Camilo Garzón
Gianni Infantino llegó a la FIFA en 2016 en medio del peor escándalo de corrupción que se recuerde en la historia del deporte mundial, por los millones de dólares involucrados, las injerencias en el juego y el peso de los dirigentes que cayeron. Uno de esos fue Joseph Blatter, el mandamás, que había estado al frente del máximo ente del balompié desde 1998 y que tuvo que salir en 2015 para enfrentar varios juicios, muchos de ellos todavía en marcha, por lavado de dinero, fraude, mala gestión, falsificación de documentos, entre otros cargos que involucran un largo prontuario por el que el expresidente de la organismo rector del fútbol fue suspendido, pero todavía no ha sido condenado.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Gianni Infantino llegó a la FIFA en 2016 en medio del peor escándalo de corrupción que se recuerde en la historia del deporte mundial, por los millones de dólares involucrados, las injerencias en el juego y el peso de los dirigentes que cayeron. Uno de esos fue Joseph Blatter, el mandamás, que había estado al frente del máximo ente del balompié desde 1998 y que tuvo que salir en 2015 para enfrentar varios juicios, muchos de ellos todavía en marcha, por lavado de dinero, fraude, mala gestión, falsificación de documentos, entre otros cargos que involucran un largo prontuario por el que el expresidente de la organismo rector del fútbol fue suspendido, pero todavía no ha sido condenado.
Para ocupar esa silla vacía llegó Infantino, pues el sucesor lógico de Blatter, el exfutbolista Michel Platini, expresidente de la UEFA, compartía varios cargos con el expresidente y salió del fútbol de la misma manera en la que lo hizo el suizo.
Mire: Linda Caicedo, la nueva reina de América
Infantino no era ajeno a esos poderes. De hecho, estaba muy inmiscuido en ese aparato dirigencial, siendo, desde 2009, secretario general de la UEFA, la mano derecha de Platini. Sin embargo, la corrupción de la FIFA, aparentemente a “las espaldas” del abogado suizo de origen italiano, no tuvo relación con él. Al contrario, motivó su vertiginoso ascenso al máximo escalón directivo del fútbol al ser el reemplazo de los señalados diregentes.
Una figura tan problemática, por esas relaciones de poder ya mencionadas, no fue tan bien vista por todos los presidentes de las federaciones del mundo. Precisamente, los directivos del balompié se querían desligar de la imagen de la cúpula de dirigentes caídos en desgracia. Cuando Infantino se presentó a su elección como presidente de la FIFA, muy apretado, superó la primera vuelta, pero en la segunda, con la influencia y las promesas suficientes, Infantino ganó con más del 55% de los votos. El 26 de febrero de 2016 en Zúrich comenzó una nueva era en el fútbol.
También: Oficial: la FIFA aprobó el nuevo formato del Mundial para 2026
El punto que desequilibró la balanza en favor del europeo, en lo deportivo, fueron las promesas de inclusión. Y en las redes que teje la política, los acuerdos con las federaciones para aumentar su participación en los principales torneos del mundo. En especial el Mundial, la joya de la corona del deporte rey.
Desde su llegada al cargo, Infantino fue insistente con una idea: aumentar los cupos del mundial. La propuesta era que la Copa del Mundo pasara de 32 a 48 equipos, una revolución en el formato resistida por muchos, pero ambicionada por la mayoría de países, que, esperando ese impacto, apoyaron la llegada del suizo a la cima del poder.
El cambio fue inmediato, en 2017 se aprobó la nueva idea, aunque solo podría aplicarse hasta la copa de 2026, pues los mundiales de 2018 y 2022 ya estaban comprometidos con el antiguo formato que se había adoptado desde Francia 98. La duda era si Infantino, el máximo promotor de la idea que llegó a plantear el mundial cada dos años, llegaría hasta 2022 como presidente o si alguien más lo revelaría para bajar su propuesta, que no contaba con el convencimiento total de todos los países.
Sin embargo, Infantino tejió muy bien sus redes políticas y fortaleció sus promesas de mayor inclusión. Con el nuevo mundial, África, clave por su cantidad de votos, pasaba de cuatro a ocho cupos. Lo mismo que pasaba con Asia. La Concacaf ganaba tres plazas y la Conmebol, dos. Oceanía, que no tenía lugar, garantizaba una plaza y Europa, que ya tenía 13 países, quedaba con 16. Todos ganaban e Infantino movió bien sus fichas. En 2019 fue reelecto, sin oposición, para un periodo de cuatro años, y este jueves, en la asamblea general de la FIFA, volverá a reelegirse por el mismo periodo, nuevamente sin candidatos en contra. Unanimidad total que le permitirá al menos estar hasta 2027, es decir, 11 años en el cargo.
No se pierda: Eliminatorias al Mundial 2026 arrancarán en septiembre: el calendario de Colombia
Y en este tercer periodo, tras lo que recibió de Blatter, se supone que viene la verdadera revolución de Infantino, su obsesión cumplida tras varios años. Es oficial que en 2026 el nuevo formato entrará en vigor, a inicios de esta semana fue totalmente aprobado. De hecho, será un antes y un después, pues, siguiendo las ideas de Gianni Infantino, esta Copa del Mundo será la primera de tres sedes. Y a futuro ya se plantean hasta mundiales de cuatro países, como el de 2030, en el que Uruguay, Chile, Argentina y Paraguay están postulados como organizadores.
A pesar de la uniformidad que logró Infantino, desde la sombra ya le han salido opositores surgidos de sus propias tierras: Europa. Por ejemplo, Alemania se declaró en contra de la nueva reelección del presidente alegando poca transparencia en las decisiones y el manejo de los presupuestos. “La DFB (ente rector del fútbol alemán) no apoyará la reelección del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en Kigali. En las últimas semanas, hemos recibido poca o ninguna información de la FIFA sobre varios temas. La FIFA debe volverse mucho más abierta y transparente en sus tratos con las asociaciones nacionales. Es de su propio interés explicar cómo y por qué se tomaron ciertas decisiones y quién estuvo involucrado en ellas”, explicó en una carta abierta Bernd Neuendorf, presidente de la DFB (ente rector del fútbol alemán).
No se pierda: Copa Libertadores: Millonarios desafía su historia en Brasil
Otros países, como Noruega, muy críticos con Infantino desde el Mundial de Catar, apoyan a Alemania en un bloque que empieza a conformarse para hacer oposición al suizo en su tercer mandato.
El cambio, no obstante, viene, La FIFA no solo anunció esta semana la modificación oficial del mundial, también alteró los calendarios femeninos y masculinos y explicó que torneos como el Mundial de Clubes, a partir de 2025, también aumentará sus participantes y modificará su formato para tener más partidos, en un calendario que ya luce saturado y genera quejas en los sindicatos de futbolistas en todo el mundo. Inconveniente con el que Infantino tendrá que lidiar porque, mientras su obsesión de expandir el negocio del fútbol avanza sin ningún tipo de límite ni control, las diferentes confederaciones se desbordan con la cantidad desmesurada de partidos.
Mire más de Deportes: Ibrahimovic, regresa a selección sueca con 41 años y podría batir un récord
Por el lado de Colombia, uno de los países que más partidos juega por año en el mundo, el apoyo a Infantino es total. La Federación Colombiana de Fútbol ha mostrado su respaldo desde el comienzo al presidente de la FIFA y en consecuencia se espera que, por lo menos desde los éxitos deportivos, este nuevo mundial sea una oportunidad para la selección masculina. Así, como en las ramas femeninas, en las que la selección es referente, se pueda ver un mayor apoyo al fomento y consolidación de un fútbol digno y garante de derechos para las mujeres.
Catar 2022 seguramente fue el último mundial masculino en el que no estuvo Colombia. Aunque habría que esperar qué depara el futuro, el fútbol —y esa es una de las cosas que lo hace especial— no es tan fácil de descifrar. Sin embargo, si no ir a la última Copa del Mundo fue un fracaso, no ir a un Mundial en el que Sudamérica tendrá seis cupos y medio, y totalmente eliminados de las clasificatorias solo quedarán tres equipos, también tendría que ser considerado una decepción mayúscula. La selección empieza en septiembre oficialmente su camino al nuevo Mundial, el sueño de Infantino, que, una vez más, será reelecto presidente de la FIFA.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador