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Han tenido que pasar ocho años desde la llegada de Gian Piero Gasperini, el genio táctico de Gurliasco (Turín), para que Atalanta lograra el segundo título de su historia, el primero desde la Copa Italia de 1963. Ocho temporadas de ilusión, de crecimiento y de sufrimiento por las tres finales de copa perdidas que en Dublín cobraron un sentido completo, con una recompensa eterna.
Atalanta iba a ser, pasara lo que pasara, histórico. Sin embargo, confirmar todo el proyecto de los últimos años con un trofeo le otorga un valor material a un equipo que ha escrito una página del fútbol italiano. Especialmente después de rozar tres Copas de Italia. Perdió las finales de 2019, 2021 y 2024.
“Estamos en la historia. También por cómo lo hemos logrado. Hemos batido al Liverpool y al Leverkusen. El Liverpool era primero en la Premier en aquel momento y el Leverkusen es campeón. Es una satisfacción increíble”, dijo el técnico sobre el campo, a Sky Sport Italia, nada más terminar el partido de ensueño con el ‘hat-trick’ del nigeriano Ademola Lookman.
CAMPIONIIIIIIIII 🖤💙🏆🇪🇺 pic.twitter.com/VAS0vMhksU
— Atalanta B.C. (@Atalanta_BC) May 22, 2024
“Parecían invencibles, pero el modo en el que lo hemos hecho es increíble. Ganar la Liga Europa es una gran hazaña, pero no creo que ahora sea mejor entrenador que esta tarde. Queríamos una copa para nosotros y sobre todo una copa así de importante”, añadió.
Gasperini consiguió poner en órbita al discreto municipio de Bérgamo con un juego valiente que sorprendió en Europa. Hace unos años, tras varios de laborioso despegue, justo antes de la pandemia, en la 2019-20, con el argentino Alejandro Papu Gómez y el esloveno Josip Ilicic como principales espadas, se metió en Champions por vez primera y alcanzó los cuartos de final, en los que cayó ante el PSG, en una de las ediciones más extrañas de la competición, terminada en agosto tras la llegada de la COVID-19, una pandemia que afectó especialmente a la ciudad de Bérgamo.
No faltó en la máxima competición continental de clubes en la edición de la 2020-21 y fue uno de los equipos temidos en el sorteo de octavos, pero se encontró con el Real Madrid en esa instancia y se despidió hasta la 2021-22, en la que cayó en la fase de grupos.
Desde entonces, la ‘diosa’ no juega en la máxima categoría continental. Una temporada en la que ha estado en un segundo plano recuperando fuerzas para volver fuerte en la presente, la 2023-24, en la que ya ha certificado su vuelta a la ‘Champions’, en la que disputó la final de Copa Italia, la única competición que le ha visto ganar, allá por 1963, y en la que ahora se ha ganado a pulso levantar su primera copa europea.
Porque más allá de su mítica historia, de diosas griegas convertidas en leones, el Atalanta ha sido uno de los mejores equipos en Italia y en la Liga Europa, en la que dejó por el camino a un Liverpool, con goleada incluida en Anfield (0-3), que llegaba como gran favorito, y a un Bayer Leverkusen, con goleada en la final de Dublín (3-0), que también llegaba como gran favorito.
⚫️🔵 Gasperini: “It’s not just that we won, it’s *how* we won!”.
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) May 22, 2024
“We’ve beaten Liverpool when they were top of PL table, Sporting and now Bayer Leverkusen… we are extremely proud”. pic.twitter.com/gG9yrv3l5b
Este título, esta Liga Europa, es el merecido premio al Atalanta de la ‘Era Gasp’, una página imborrable de la historia del fútbol italiano.
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