"Estados Unidos no tiene nada que perder frente Argentina": Jürgen Klinsmann
La primera semifinal de la Copa América Centenario se disputará a partir de las 8:00 p.m. en donde se definirá la selección que dispute el título y la que se quede relegada peleando el tercer lugar del torneo.
EFE
El entrenador alemán Jurgen Klinnsman, máximo responsable de la selección de Estados Unidos, volvió a reiterar a los periodistas antes del partido de semifinales de la Copa América Centenario que el martes van a disputar frente Argentina, que su rival no tenía "garantizada" la victoria.
Klinnsmann está convencido que Estados Unidos después de haber alcanzado las semifinales cumplió con su objetivo en el torneo, pero también es consciente que si no avanza a la final, su labor al frente del equipo volverá a ser cuestionada en cuanto a los progresos reales logrados bajo su dirección.
El presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, Sunil Gulati, despidió al anterior seleccionador Bob Bradley, padre del centrocampista Michael Bradley, a pesar que el equipo de las Barras y las Estrellas logró tantos o mejores resultados que los alcanzados bajo la dirección de Klinnsman.
De hecho, los críticos al estilo de Klinnsman, escaso en creatividad y de juego plano en el que prima la velocidad y el desgaste físico, aseguran que el único partido importante que hasta ahora ha tenido en el torneo, el disputado frente a Colombia, Estados Unidos fue superado en todas las facetas del juego.
La derrota hizo que el propio Gulati, antes del partido frente a Costa Rica, mandase un mensaje a Klinnsman a través de los periodistas de que "el equipo necesita conseguir algunas victorias".
La goleada de 4-0 frente a Costa Rica, el equipo tico jugó mejor fútbol a nivel de conjunto, hizo que la presión sobre Klinnsman se rebajase, que también ayudaron las victorias frente a Paraguay y Ecuador, en cuartos de final, que permitió a Estados Unidos clasificar a semifinales, pero no dar mejor imagen con su fútbol.
Sin embargo, Klinnsman, desde que conoció que Argentina es el rival de las semifinales, ha insistido y mantenido el discurso que tienen "igual" de posibilidades de ganar que sus rivales.
"A todos los partidos se llega con 50-50 de posibilidades para cada equipo y por lo tanto con esa mentalidad vamos a llegar al duelo frente a Argentina", subrayó Klinnsman en la rueda de prensa previa al duelo frente a la Albiceleste. "No ganan todos los partidos, también les toca perder".
La teoría de Klinnsman es que cuando Argentina pierde es que han cometido errores y ahí es donde Estados Unidos quiere aprovecharse para tener la oportunidad del triunfo, que nadie de los aficionados y comentarista espera, que los propios jugadores estadounidenses lo dejan como "posible" no algo "imposible", y que el entrenador alemán "sueña" porque se dé.
El motivo es que con el triunfo, permitirá a Klinnsman no sólo llegar al Mundial de Rusia 2018 sin ningún tipo de presión sino que con la tarjeta de presentación que su programa de trabajo al frente de la selección de Estados Unidos elevó el nivel del equipo nacional hasta vencer a una de las grandes potencias del deporte "rey".
Klinnsman, que tiene un salario anual de 3,2 millones de dólares, uno de los seleccionadores mejor pagados del mundo, sabe que una derrota ante Argentina, con Lionel Messi --el mejor jugador del mundo en sus filas-- ya no le va a quitar nada del objetivo conseguido, estar entre los cuatro mejores de la Copa América.
Pero si llegase el triunfo, sin lugar a dudas, sería el profesional dentro de la selección de Estados Unidos que más provecho y utilización le daría, junto con su mentor, el propio Gulati, que por fin podría justificar el despido de Bob Bradley.
Pero sobre todo que llegar a la Copa América Centenario después de haber vencido a Argentina incrementaría al ciento por ciento el valor del producto de la selección nacional en el mercado de la publicidad y la comercialización de su imagen
El entrenador alemán Jurgen Klinnsman, máximo responsable de la selección de Estados Unidos, volvió a reiterar a los periodistas antes del partido de semifinales de la Copa América Centenario que el martes van a disputar frente Argentina, que su rival no tenía "garantizada" la victoria.
Klinnsmann está convencido que Estados Unidos después de haber alcanzado las semifinales cumplió con su objetivo en el torneo, pero también es consciente que si no avanza a la final, su labor al frente del equipo volverá a ser cuestionada en cuanto a los progresos reales logrados bajo su dirección.
El presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, Sunil Gulati, despidió al anterior seleccionador Bob Bradley, padre del centrocampista Michael Bradley, a pesar que el equipo de las Barras y las Estrellas logró tantos o mejores resultados que los alcanzados bajo la dirección de Klinnsman.
De hecho, los críticos al estilo de Klinnsman, escaso en creatividad y de juego plano en el que prima la velocidad y el desgaste físico, aseguran que el único partido importante que hasta ahora ha tenido en el torneo, el disputado frente a Colombia, Estados Unidos fue superado en todas las facetas del juego.
La derrota hizo que el propio Gulati, antes del partido frente a Costa Rica, mandase un mensaje a Klinnsman a través de los periodistas de que "el equipo necesita conseguir algunas victorias".
La goleada de 4-0 frente a Costa Rica, el equipo tico jugó mejor fútbol a nivel de conjunto, hizo que la presión sobre Klinnsman se rebajase, que también ayudaron las victorias frente a Paraguay y Ecuador, en cuartos de final, que permitió a Estados Unidos clasificar a semifinales, pero no dar mejor imagen con su fútbol.
Sin embargo, Klinnsman, desde que conoció que Argentina es el rival de las semifinales, ha insistido y mantenido el discurso que tienen "igual" de posibilidades de ganar que sus rivales.
"A todos los partidos se llega con 50-50 de posibilidades para cada equipo y por lo tanto con esa mentalidad vamos a llegar al duelo frente a Argentina", subrayó Klinnsman en la rueda de prensa previa al duelo frente a la Albiceleste. "No ganan todos los partidos, también les toca perder".
La teoría de Klinnsman es que cuando Argentina pierde es que han cometido errores y ahí es donde Estados Unidos quiere aprovecharse para tener la oportunidad del triunfo, que nadie de los aficionados y comentarista espera, que los propios jugadores estadounidenses lo dejan como "posible" no algo "imposible", y que el entrenador alemán "sueña" porque se dé.
El motivo es que con el triunfo, permitirá a Klinnsman no sólo llegar al Mundial de Rusia 2018 sin ningún tipo de presión sino que con la tarjeta de presentación que su programa de trabajo al frente de la selección de Estados Unidos elevó el nivel del equipo nacional hasta vencer a una de las grandes potencias del deporte "rey".
Klinnsman, que tiene un salario anual de 3,2 millones de dólares, uno de los seleccionadores mejor pagados del mundo, sabe que una derrota ante Argentina, con Lionel Messi --el mejor jugador del mundo en sus filas-- ya no le va a quitar nada del objetivo conseguido, estar entre los cuatro mejores de la Copa América.
Pero si llegase el triunfo, sin lugar a dudas, sería el profesional dentro de la selección de Estados Unidos que más provecho y utilización le daría, junto con su mentor, el propio Gulati, que por fin podría justificar el despido de Bob Bradley.
Pero sobre todo que llegar a la Copa América Centenario después de haber vencido a Argentina incrementaría al ciento por ciento el valor del producto de la selección nacional en el mercado de la publicidad y la comercialización de su imagen