Eurocopa sí, ¿Copa América?
A seis días de la inauguración del torneo en Brasil, no se tiene certeza absoluta de que se vaya a realizar. De los jugadores del “Scratch " y el técnico Tite depende el futuro de la competición.
Son las diferencias entre el primer y el segundo mundo del fútbol. La pandemia obligó a aplazar un año la Eurocopa y la Copa América. Inicialmente programadas para junio de 2020, apenas van a comenzar el próximo fin de semana por culpa del coronavirus. Bueno, al menos allá, al otro lado del Atlántico, en donde la UEFA reorganizó los calendarios y la logística de las doce sedes y los 24 seleccionados. El balón rodará el viernes 11 de junio y las semifinales y finales se jugarán en Londres.
En cambio, en Suramérica todavía no se sabe a ciencia cierta si se disputará el torneo. Colombia y Argentina, organizadoras hasta hace dos semanas, desistieron, mientras que Brasil, que asumió la responsabilidad hace ocho días, afronta una delicada crisis sanitaria y su selección tiene un conflicto interno que podría dar al traste con el campeonato.
Mire: Serena Williams afuera de Roland Garros y Tsitsipás se medirá con Medvedev en cuartos
Los jugadores y el cuerpo técnico del Scratch han dejado entrever su malestar por la decisión de llevar el certamen a Brasil. De hecho, se supo de las discusiones al respecto con los dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), uno de los padrinos del torneo, junto con la Conmebol y el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
“En el momento oportuno, hablaremos”, señaló el capitán del combinado brasileño, Casemiro, luego de la victoria ante Ecuador, el viernes; la quinta consecutiva en la eliminatoria a Catar 2022. Al parecer, el plantel se pronunciará al terminar el juego del martes contra Paraguay, en Asunción, por la sexta jornada.
Muchas versiones de prensa indican que el grupo de jugadores se negará a jugar la Copa América, lo que podría generar un efecto dominó en las otras selecciones, aunque la de Argentina, por ejemplo, confirmó ayer su participación, y la de Colombia tiene planeado viajar el jueves a Cuiabá, donde debutaría el domingo 13 de junio.
El diario O Globo incluso anuncia la posibilidad de una renuncia del seleccionador brasileño, Tite, quien ha respaldado la idea de los jugadores, pero solo dijo que trabaja “normalmente”, está “en paz” consigo mismo y se pronunciará cuando toque. Según fuentes, Renato Gaúcho sería su reemplazo incluso antes de que Brasil se estrene en la Copa, el mismo domingo, pero en Brasilia, contra Venezuela.
La polémica ha traspasado las fronteras brasileñas, pues hay conversaciones entre los diez capitanes de las selecciones en torno a la disputa de la Copa América, según confirmó el defensa ecuatoriano Robert Arboleda.
Lea: Sergio Busquets se baja de la Eurocopa tras dar positivo por COVID-19
Por el momento, se sabe de las gestiones de Conmebol para calmar la rebelión y Bolsonaro ha reafirmado que su país está preparado para hacer la Copa.
Preocupa la salud
La evolución de la pandemia de coronavirus, que ya ha matado a más de 470.000 brasileños, con una media superior a 1.600 fallecidos diarios, también podría cambiar radicalmente el escenario.
Los especialistas epidemiológicos han anticipado la llegada de una nueva ola pandémica justo para las semanas en las que se realizará el torneo, previsto para terminar el 10 de julio.
Los cuatro estados brasileños que serán sede del torneo (Mato Grosso, Goiás, Distrito Federal de Brasilia y Río de Janeiro) tienen ocupadas al menos siete de cada diez camas de cuidados intensivos.
Mire: Suspendido el presidente de la Federación Brasileña de Fútbol por acoso sexual
La situación más preocupante es la de Río de Janeiro, en cuya capital homónima se celebrarán ocho partidos, incluida la final, y donde el 92 % de las UCI están ocupadas, según los últimos datos oficiales.
El alcalde de la Cidade Maravilhosa, Eduardo Paes, advirtió que al mínimo agravamiento de la crisis sanitaria emitirá un decreto volviendo a prohibir la celebración de partidos de fútbol en la ciudad.
Son las diferencias entre el primer y el segundo mundo del fútbol. La pandemia obligó a aplazar un año la Eurocopa y la Copa América. Inicialmente programadas para junio de 2020, apenas van a comenzar el próximo fin de semana por culpa del coronavirus. Bueno, al menos allá, al otro lado del Atlántico, en donde la UEFA reorganizó los calendarios y la logística de las doce sedes y los 24 seleccionados. El balón rodará el viernes 11 de junio y las semifinales y finales se jugarán en Londres.
En cambio, en Suramérica todavía no se sabe a ciencia cierta si se disputará el torneo. Colombia y Argentina, organizadoras hasta hace dos semanas, desistieron, mientras que Brasil, que asumió la responsabilidad hace ocho días, afronta una delicada crisis sanitaria y su selección tiene un conflicto interno que podría dar al traste con el campeonato.
Mire: Serena Williams afuera de Roland Garros y Tsitsipás se medirá con Medvedev en cuartos
Los jugadores y el cuerpo técnico del Scratch han dejado entrever su malestar por la decisión de llevar el certamen a Brasil. De hecho, se supo de las discusiones al respecto con los dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), uno de los padrinos del torneo, junto con la Conmebol y el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
“En el momento oportuno, hablaremos”, señaló el capitán del combinado brasileño, Casemiro, luego de la victoria ante Ecuador, el viernes; la quinta consecutiva en la eliminatoria a Catar 2022. Al parecer, el plantel se pronunciará al terminar el juego del martes contra Paraguay, en Asunción, por la sexta jornada.
Muchas versiones de prensa indican que el grupo de jugadores se negará a jugar la Copa América, lo que podría generar un efecto dominó en las otras selecciones, aunque la de Argentina, por ejemplo, confirmó ayer su participación, y la de Colombia tiene planeado viajar el jueves a Cuiabá, donde debutaría el domingo 13 de junio.
El diario O Globo incluso anuncia la posibilidad de una renuncia del seleccionador brasileño, Tite, quien ha respaldado la idea de los jugadores, pero solo dijo que trabaja “normalmente”, está “en paz” consigo mismo y se pronunciará cuando toque. Según fuentes, Renato Gaúcho sería su reemplazo incluso antes de que Brasil se estrene en la Copa, el mismo domingo, pero en Brasilia, contra Venezuela.
La polémica ha traspasado las fronteras brasileñas, pues hay conversaciones entre los diez capitanes de las selecciones en torno a la disputa de la Copa América, según confirmó el defensa ecuatoriano Robert Arboleda.
Lea: Sergio Busquets se baja de la Eurocopa tras dar positivo por COVID-19
Por el momento, se sabe de las gestiones de Conmebol para calmar la rebelión y Bolsonaro ha reafirmado que su país está preparado para hacer la Copa.
Preocupa la salud
La evolución de la pandemia de coronavirus, que ya ha matado a más de 470.000 brasileños, con una media superior a 1.600 fallecidos diarios, también podría cambiar radicalmente el escenario.
Los especialistas epidemiológicos han anticipado la llegada de una nueva ola pandémica justo para las semanas en las que se realizará el torneo, previsto para terminar el 10 de julio.
Los cuatro estados brasileños que serán sede del torneo (Mato Grosso, Goiás, Distrito Federal de Brasilia y Río de Janeiro) tienen ocupadas al menos siete de cada diez camas de cuidados intensivos.
Mire: Suspendido el presidente de la Federación Brasileña de Fútbol por acoso sexual
La situación más preocupante es la de Río de Janeiro, en cuya capital homónima se celebrarán ocho partidos, incluida la final, y donde el 92 % de las UCI están ocupadas, según los últimos datos oficiales.
El alcalde de la Cidade Maravilhosa, Eduardo Paes, advirtió que al mínimo agravamiento de la crisis sanitaria emitirá un decreto volviendo a prohibir la celebración de partidos de fútbol en la ciudad.