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Hasta 16.500 espectadores podrán asistir el sábado en Oporto a la final de la Liga de Campeones entre Chelsea y Manchester City, un 33% de la capacidad del estadio, anunció la UEFA este martes tras la apertura de la venta de entradas.
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Para este partido, inicialmente previsto en Estambul y deslocalizado a mediados de mayo para permitir el desplazamiento de los seguidores ingleses, la UEFA ha otorgado 6.000 entradas para cada finalista.
A estas 12.000 se añadirán las tradicionales invitaciones, así como “1.700 entradas reservadas para el gran público”, vendidas a partir de este martes a las 12h00 GMT “según el principio, el que primero llega, primero compra”, precisó la UEFA.
Los precios se reparten en cuatro categorías, que van de los 70 euros a los 600 (85-735 dólares).
Debido a la pandemia, el acceso al estadio estará condicionado “a una prueba negativa de covid-19” y los espectadores extranjeros “deberán respetar las condiciones de entrada en el territorio”, señaló la UEFA.
Como Portugal figura en la “lista verde” de las autoridades británicas, ni los jugadores ni los hinchas ingleses deberán guardar una cuarentena cuando regresen.
Para celebrar el partido más esperado de la temporada la UEFA tuvo que buscar una solución porque el Reino Unido impuso el 7 de mayo fuertes restricciones de viaje a Turquía.
La confederación europea sondeó la posibilidad de jugar la final en Inglaterra, pero hacía falta que el gobierno británico permitiera a los medios, oficiales e invitados entrar en su territorio sin guardar la cuarentena.
Finalmente la UEFA se decantó por Oporto. Será el segundo año consecutivo que Portugal acoja el desenlace de la Champions. En 2020 Lisboa organizó la ‘Final 8’, con ocho equipos jugando a partido único por el trofeo.