Gianluigi Buffon alcanzó la cima de su carrera en 2006, cuando ganó con Italia el Mundial que se hizo en Alemania.
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Un día te levantas y perdiste lo que más amas. No se fue, pero tuviste que dejarlo ir. Tuviste que decirle adiós, aun cuando era tu esperanza, tu refugio y tu pasión, el fuego que inspiró tus años más precoces, en los que un niño soñaba con grandes estadios y gestas imposibles. Tal vez ser campeón, de algo, algún día. Pero, sin duda, jugando a la pelota, el verdadero y único anhelo.