El beso no consentido a Jennifer Hermoso (foto) es apenas la punta del iceberg de los casos de machismo al interior de la Real Federación Española de Fútbol.
Foto: AFP - FRANCK FIFE
Según Beatriz Álvarez, el verano pasado, cuando consiguió el puesto de presidenta de la liga española de fútbol femenino, pidió reunirse con el director de la federación de fútbol del país por videoconferencia, para poder quedarse en casa con su hijo recién nacido.
Después de décadas de ser una actividad irregular de segunda, el fútbol femenino tenía poco de haberse convertido en un deporte profesional y sindicalizado en su totalidad. Álvarez tenía mucho de qué hablar.