Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
James David Rodríguez Rubio tiene 30 años, y podría decirse que lleva 28 como “profesional”. Hijo de futbolista, con mamá, padrastro y tíos amantes del deporte, tenía la obligación de cumplir el sueño familiar de jugar en primera división.
Entérese de toda la actividad deportiva en El Espectador
Pero ni el más optimista de sus allegados -y menos él- pensó que llegaría tan lejos. Brilló en la Academia Tolimense y, tras un torneo Pony Fútbol en Medellín, fue reclutado por el Envigado. Allí se pulió y con 15 años debutó en la primera B. Eso quiere decir que lleva 15 temporadas como profesional, la mitad de su vida trabajando, más allá de que lo haga en algo que lo apasiona.
La presentación de James Rodríguez en estadio Ahmed bin Ali @jamesdrodriguez pic.twitter.com/CawdhumMm2
— James Rodríguez Col (@drodriguezzfans) September 23, 2021
Habría que estar en sus zapatos para saber las razones exactas de la decisión de firmar contrato con el club Al-Rayyan de Catar, que este miércoles anunció su contratación. El volante, nacido en Cúcuta el 12 de julio de 1991, estaba en un callejón sin salida. Durante el verano europeo no logró vincularse a ningún club de élite en el Viejo Continente y tampoco estaba en los planes del nuevo técnico del Everton, Rafa Benítez.
Video: Catar, el nuevo destino de James Rodríguez
Esa falta de minutos, una constante en su carrera por diversas razones, le está costando su puesto en la selección de Colombia y lo ha sacado de la lista de estrellas del fútbol mundial. Por eso decidió irse a los Emiratos Árabes, en donde espera tener continuidad y recuperar su mejor forma pensando en el Mundial de 2022. De paso, se ganará la bobadita de siete millones de euros al año, según medios ingleses. Por Catar han pasado varios futbolistas colombianos, como Ricardo Gato Pérez, Víctor Bonilla, Franco Faustino Arizala, Christian Nazarit, Johnier Montaño, Tommy Tobar, Hárrison Otálvaro, Charles Monsalvo, Ferley Villamil, Carlos Preciado y Jeison Medina.
Bienvenido
— AlRayyanSC (@AlrayyanSC) September 22, 2021
Welcome
مرحبًا @jamesdrodriguez pic.twitter.com/Als0VqEqxD
Ocaso o renacer
Luego de un exitoso paso por el Banfield de Argentina, con el que jugó 51 partidos, marcó 10 goles y ganó un título, James fue transferido al Porto, en el que triunfó antes de irse al Mónaco. Después de ser el goleador del Mundial de Brasil 2014 y llevar a la selección hasta los cuartos de final, pasó al Real Madrid por una cifra cercana a los 80 millones de euros. Estuvo tres temporadas y se fue a préstamo al Bayern Múnich. Regresó a la capital española y a mediados de 2020 fue fichado por el Everton. En 10 años en el Viejo Continente jugó 367 partidos, marcó 100 goles, dio 118 asistencias y levantó 22 trofeos, entre ellos dos Champions League.
Lea también: Este es el equipo en el que jugará James Rodríguez en Catar
Su talento nunca fue puesto en duda, como tampoco fueron secretas sus dificultades para adaptarse a los clubes y sus entrenadores. Las constantes lesiones también lo perjudicaron, así como su comportamiento fuera de las canchas, pues aunque no ha sido indisciplinado, tampoco es un ejemplo de profesionalismo. Para él y su gente cercana no ha sido fácil manejar fama y riqueza.
Lo cierto es que acaba de asumir un nuevo desafío. Se habría podido quedar en Inglaterra cobrando, así fuera sin jugar. Que sea un paso adelante o un retroceso en su carrera dependerá de él. Al-Rayyan es el club más popular de Catar, propiedad del jeque Ali bin Saud Al Thani. Está en la parte baja de la Stars Qatar League, conformada por 12 equipos, aunque apenas van tres fechas. Dirigido por el ex defensor francés Laurent Blanc, ayer cayó 4-2 ante el Al Saad, de Xavi Hernández.
Lea también: James consiguió “camello”
Más allá del nivel del torneo, James le apuesta a tener continuidad y recuperar la motivación. Sentirse importante en un proyecto es clave para él. Y en la medida en que juegue y rinda, se abrirán las puertas de la selección, que sin duda lo extraña y lo necesita. En unos meses sabremos si la decisión del 10 de irse a un país y una liga desconocidos fue acertada o no.