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En 1975 Pelé llegó a Estados Unidos y se convirtió en uno de los fichajes más importantes de la historia del fútbol. El New York Cosmos revolucionó el mercado de un deporte casi inexistente en ese país. La influencia de ‘O rei’ no ha sido igualada por ningún otro futbolista en Estados Unidos. Ni Zlatan, ni Cruyff, ni Beckembauer, ni Beckham. Ninguno ha sido más importante que Pelé, país que idolatra a los negros campeones (Muhammad Ali, Michael Jordan, Simone Biles), al tiempo que segrega o discrimina en las calles.
Hasta 1975, el ‘soccer’ no “existía”, pero en el mundial de 1950 el héroe de Estados Unidos fue Joseph Eduardo Gaetjens, conocido como Joe Gaetjens, un delantero haitiano que marcó el gol más importante del seleccionado en la historia de las Copas del Mundo. Nunca fue reconocido como estadounidense y murió secuestrado y olvidado en su tierra natal, pero ahora que se unen las ligas de baloncesto, béisbol y fútbol, para protestar contra la discriminación y el racismo, cabe recordar a Gaetjens y su gol solitario.
Hijo de padre alemán y madre haitiana, Joseph Gaetjens nació en Puerto Príncipe en el seno de una familia católica acomodada. A los 22 años, Gaetjens fue campeón dos veces de la liga de Haití con su equipo el Etoile Haïtienne, pero como del fútbol no podía vivir en esa época, emigró a Estados Unidos con una beca de la Universidad de Columbia para estudiar contabilidad. En Nueva York, consiguió trabajo lavando platos. Su jefe, Eugene “Rudy” Díaz, era también dueño del equipo de ‘soccer’ Brookhattan, y le propuso probarse en su combinado para la incipiente liga estadounidense.
Se convirtió en uno de los jugadores destacados. Goleador y figura, aunque su equipo perdió en la final. Sin embargo, sus habilidades convencieron al técnico escoses William Jeffrey para convocarlo al mundial de Brasil en 1950. No era ciudadano estadounidense, pero el jugador y la federación norteamericana declararon la intención de nacionalizarlo y eso bastó para que fuera legal. El mundial fue malo para Estados Unidos, pero en el segundo juego partido contra Inglaterra sucedió lo inesperado: el aprendiz del fútbol derrotó al país inventor y el héroe fue el delantero negro Joe Gaetjens.
Estados Unidos había clasificado casi de milagro al mundial de fútbol, y en el primer partido ante España perdió 3-1 contra España de Telmo Zarra y César Rodríguez. Para el segundo partido se pronosticaba una derrota estrepitosa contra la poderosa selección de Inglaterra. A pesar de su trayectoria, el equipo británico debutaba en los mundiales tras negarse a participar en las primeras ediciones. Sin embargo, contaba con grandes figuras como Tom Finney, Stan Mortensen y la súper estrella Stanley Matthews, años después ganador del primer balón de oro en 1956.
Minutos antes de empezar el partido, los ingleses alardeaban de su victoria cómoda. Incluso Matthews no fue titular porque sin él habría goleada. Los primeros 12 minutos fueron de sufrimiento para Estados Unidos. Inglaterra malogró seis ocasiones de gol. El arquero Frank Borgui, norteamericano de ascendencia italiana, que por esos días manejaba un carro fúnebre, salvó dos goles hechos que terminaron en los palos. En el minuto 37, Walter Bahr, un maestro de escuela en Filadelfia, lanzó un pelotazo que conectó Joe Gaetjens con “palomita” que venció al portero inglés.
Inglaterra intentó el empate hasta el final del juego, y Gaetjens salió en hombros junto a su compañero Borghi. Vitoreados por el público de Bello Horizonte. En el último partido de la fase de grupos, Chile derrotó a los norteamericanos 5-2. La selección norteamericana fue eliminada y, sin festejos ni recibimientos, volvió a casa. La nacionalidad prometida a Gaetjens nunca llegó. Unos dicen que el haitiano no continuó el proceso y otros que las autoridades lo rechazaron. Lo cierto es que el jugador caribeño emigró a Francia y jugó en el Racing de París, antes de volver a Haití.
En su país fue figura del campeonato local y de la selección. Cuando se retiró era una estrella, y lo fue hasta 1964 cuando el presidente François Duvalier inició su dictadura. La familia del exjugador era opositora al régimen y por eso sus padres tuvieron que exiliarse. Gatejens se quedó confiado en su popularidad, y creyó que no meterse en asuntos políticos era suficiente para vivir tranquilo. Sin embargo, el 8 de julio del 64, la Tonton Macoute, fuerza paramilitar que coordinaba el gobierno, lo secuestró y desapareció. Nada más se supo de él. Se cree que murió torturado.
Desapareció sin honores, pero sobrevivió en la memoria de la selección de fútbol de Estados Unidos como su primera figura negra. Algunos lo llaman el Jackie Robinson del ‘soccer’, homologando al primer jugador de las grandes ligas de béisbol afroamericano. Gaetjens fue la semilla de futuras estrellas negras como Fredy Edu, Cobi Jones, Jozie Altidore o las futbolistas Briana Scurry y Sydney Leroux. En medio de las tensiones sociales de estos días, recordar al haitiano Joe Gaetjens es evocar la alegría sin discriminación racial que dio a Estados Unidos con su gol solitario ante Inglaterra.
Por: Fernando Camilo Garzón - @FernandoCGarzon