
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
City Bell es un apéndice de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires. Y en la zona de los countries, donde vive gente adinerada, no sólo reina la paz; también, ese costado bucólico que hace de las calles un pequeño paraíso. Ahí mismo se entrena Estudiantes, un club de tradición copera, hoy tratando de reconstruirse tras el retiro de Juan Sebastián Verón, uno de los máximos ídolos del club. En ese exacto lugar, Justo Villar recibe a El Espectador. Es que el arquero y capitán de la Selección de Paraguay, rival de Colombia en las eliminatorias, es una voz autorizada para hablar de un partido clave para el equipo guaraní, que hoy es la antítesis de aquel que llegó a los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica y perdió en un partido épico ante España y el que disputó la final de la Copa América de 2011.
A los 35 años, este portero nacido en Cerrito está cerca de cumplir una década con la albirroja. “Empecé detrás de un gigante como José Luis Chilavert, en 2003. Aprendí mucho de él, aunque mi estilo es diferente. Y desde 2005 tengo continuidad en el arco”, cuenta como si hiciera falta una hoja de vida. Quien fuera arquero de Sol de América, Libertad, Newell’s Old Boys y Valladolid, es infaltable en su seleccionado, ya recuperado de la lesión que lo alejó seis meses de los campos.
¿Qué le pasa a la selección paraguaya, que está muy cerca de no clasificarse a Brasil 2014?
Estamos mal, últimos en la tabla, algo que hace muchísimo tiempo no nos pasaba. Quizá tiene que ver con el recambio que han sufrido otras selecciones en el pasado, lo estamos padeciendo nosotros ahora. Nos está costando asimilarlo y no le estamos encontrando la vuelta. Eso no significa que estemos fuera del Mundial, pero habrá que remar mucho para poder estar. Yo no me doy por vencido.
¿Cree que Paraguay involucionó porque se cambió demasiado de entrenador?
Creo que pasa más por los jugadores. Abajo tiene que haber chicos que empujen, en los clubes trabajar de mejor manera y en la selección adaptarse enseguida en el ámbito internacional.
No es el mejor rival Colombia para salir a flote...
De aquí al final, tenemos que ganar todo. Y este partido es muy importante porque es un rival al que le tenemos que sacar el lugar en el Mundial. Colombia es un equipo que viene en pleno ascenso, que juega bien y tiene efectividad adelante. Sus jugadores la vienen embocando en sus clubes y en la selección. Pero traer puntos será crucial.
¿Es uno de los mano a mano más difíciles el que le va a tocar disputar con Radamel Falcao García?
Será durísimo. No sólo por Falcao. Teo Gutiérrez también pasa por un buen momento. Y Colombia es un equipo ordenado y ofensivo. No sólo preocupan los goleadores; también, tienen llegada los volantes… Habrá que ver cómo pararlos. Si conseguimos la solidez que nos caracterizó en otros tiempos, vamos a poder hacerlo.
¿Cuál es el jugador colombiano que más le sorprende?
Falcao no es una sorpresa porque viene siendo efectivo hace mucho. Después, el secreto son los mediocampistas, que hacen que el equipo juegue bien y los delanteros no queden aislados. Hay que cuidar mucho ese detalle y sacarles la pelota. Es la premisa.
¿El rival invisible a vencer es el calor de Barranquilla?
No sé si será un rival solamente para Paraguay. Porque la mayoría de ellos se desempeñan en ligas europeas. Lo que más va a beneficiar a Colombia es el aliento de su gente. Correr, sudar y meter es igual para todos. En Asunción también hace calor, ¿no?
¿El principal cambio de Colombia tiene que ver con la llegada de un DT extranjero?
Lo que pasa es que la selección se hace partido a partido. Y los resultados ayudan. Sin duda que les está yendo muy bien porque tienen muy buenos jugadores y porque Pékerman es un gran entrenador y los supo acomodar.
¿Un punto en Barranquilla les sirve?
Claro que sí.
¿Firma el empate?
Jajajá… Habría que ver. A nosotros siempre nos fue bien en Colombia. Hicimos buenos partidos allí, sobre todo en Bogotá. Sabemos que esta situación es diferente. Esperemos poder hacer otro gran partido.
¿De qué se tiene que cuidar Colombia?
De que estamos heridos, de que aún estamos en carrera. Tenemos gente capaz, que puede hacer que esto se dé vuelta. Queremos pasar de estar últimos a clasificar.
Sería tan épico como lo que pasó en Sudáfrica, ¿no?
El ejemplo que debemos tomar es el de Uruguay. En las eliminatorias pasadas había arrancado muy mal, entró por repechaje y terminó jugando por el tercer puesto en el Mundial. Ojalá podamos darlo vuelta.