La cerveza con la que Liverpool brindará en el adiós a Jürgen Klopp
Como homenaje, Carlsberg y Erdinger Weissbräu lanzarán una edición limitada para brindar por la etapa del entrenador alemán en Anfield. Tras nueve temporadas los Reds tendrán un cambio en su banquillo.
Juan Diego Forero Vélez
Las despedidas son amargas. Jürgen Klopp se ganó la simpatía de los fanáticos del Liverpool con sus sonrisas y sus gestos transparentes; con sus victorias, sus caídas y sus gritos de amarga desesperación proferidos desde el banquillo. Cuando llegó a Anfield el equipo atravesaba una ácida transición.
Rafa Benitez se había ido del equipo en 2010 tras 6 años de intentos fallidos y glorias pasadas, que se estiraron sin ofrecer resistencia al tiempo penoso y frígido de Londres por lo que pareció una eternidad. El español dejó a los Reds tras haber ganado una Champions League, una FA Cup, una Supercopa de Europa y una Community Shield.
Tras el abandono de Benítez el club de Merseyside tuvo a varios hombres al frente. Roy Hodgson, Kenny Dalglish y Brendan Rodgers dirigieron al equipo cada uno un año hasta que Klopp llegó para salvar al equipo de la deshonra y el olvido inminentes.
El brindis por la salida del alemán será displicente y nostálgico. Amargo, como la nota más escéptica y distraída de la cerveza más pura. El martes, el Liverpool publicó un video donde aparecía Klopp en la mitad del campo, de pie, mirando hacia el horizonte incierto, tratando de divisar el futuro que le aguarda fuera de los 61.276 asientos de Anfield, lejos de esas paredes legendarias que guardan el eco de los goles de Steven Gerard, Mohamed Salah, Ian Rush, Jamie Carragher y Luiz Díaz. Lejos de la calidez de los fanáticos, de los abrazos y los apretones de manos, y del cálido “you’ll never walk alone” cantado desde la tribuna.
Es por eso que la cervecera danesa Carlsberg ha colaborado íntimamente con la empresa alemana Erdinger Weissbräu, para crear a tiempo y sin fallos la cerveza perfecta que reúna los atributos que mejor ejemplifican el paso de Jürgen Klopp por el Liverpool. Reproducción que se materializó oficialmente hace apenas unas horas.
La cerveza de los creyentes
El club y todos sus fanáticos podrán disfrutar de la “Believers Brew”, de edición limitada, que estará disponible en el mercado a partir del 16 de mayo en una serie de subastas, con ofertas iniciales fijadas a 5 euros, que Carlsberg promoverá para que cada botella llegue al destino correcto, y encuentre al comprador adecuado.
Cada cerveza contendrá 750 mililitros de elixir rojo compuesto en un 50 por ciento por malta Pilsner, exclusiva de Carlsberg, y una cantidad igual de malta de trigo obsequiada por Erdinger; además de levaduras de ambas empresas añadidas en un proceso de elaboración de dos etapas.
Tanto fanáticos del Liverpool como amantes de la cerveza tendrán 491 oportunidades de hacerse con un ejemplar. Ese es el número predilecto, la cantidad de partidos competitivos que ha disputado Klopp con el Liverpool hasta su adiós, contando el último encuentro frente a los Wolves, el domingo 19 de mayo.
Cada botella será especial, pues estará marcada con un número diferente, además, representará íntegramente un partido y un hecho en particular. El 206 recordará el partido de vuelta por Champions League frente al Barcelona, en 2019; cuando Klopp y sus muchachos le borraron la sonrisa al equipo culé, que se sentía ganador desde antes de empezar a jugar. El 208 será el recuerdo embotellado de la final de la Champions contra el Tottenham Hotspur, la sexta orejona; y el 264 mantendrá vivo el recuerdo de la Premier League ganada en 2020, en Anfield, frente al Chelsea.
Carlsberg lleva 30 años siendo socio del Liverpool FC. El último día de Jürgen en el equipo estará marcado por la amargura de su cerveza, que junto a Erdinger, empresa de la que Klopp es embajador; han creado para despedirlo. Han sido 9 temporadas de sueños frustrados y alcanzados, una proporción igualmente dolorosa y loable de éxitos y derrotas. Parecen prestados los títulos, como si no le pertenecieran sino a un puñado de fanáticos fieles y a un reducido grupo de hinchas empedernidos. Klopp se va y detrás queda una estela espumosa de una carrera lúdica y frondosa.
Las botellas marcadas recuerdan un poco a las mismas botellas que marcó Budweiser para celebrar los goles de Lionel Messi al superar el récord de Pelé como el jugador que más goles ha marcado con un solo club. Sería trágico que la botella 206 fuera a caer en manos del argentino, aunque serviría para pasar el trago amargo de la salida del teutón del banquillo red.
El nombre de esta edición limitada, “Believers Brew”, nace de la primera rueda de prensa del alemán, donde mencionó la necesidad de convertir a “los escépticos en creyentes”.
La historia se repite. “Siempre dije que en el momento en que sintiera que no era el entrenador perfecto para este club extraordinario lo diría y ha llegado el momento de hacerlo”. Igual que en su despedida del Borussia Dortmund, en 2015, Jürgen Klopp deja al Liverpool firmando un final de temporada vacío y sin fuerza.
Fueron 9 temporadas exquisitas, con 8 títulos y muchos recuerdos inefables que han llegado a su fin a tiempo y sin apuros. Tschüss Jürgen, Bis bald. And remember, you’ll never walk alone. (Adiós Jürgen, hasta pronto. Y recuerda, tú jamás caminarás solo).
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Las despedidas son amargas. Jürgen Klopp se ganó la simpatía de los fanáticos del Liverpool con sus sonrisas y sus gestos transparentes; con sus victorias, sus caídas y sus gritos de amarga desesperación proferidos desde el banquillo. Cuando llegó a Anfield el equipo atravesaba una ácida transición.
Rafa Benitez se había ido del equipo en 2010 tras 6 años de intentos fallidos y glorias pasadas, que se estiraron sin ofrecer resistencia al tiempo penoso y frígido de Londres por lo que pareció una eternidad. El español dejó a los Reds tras haber ganado una Champions League, una FA Cup, una Supercopa de Europa y una Community Shield.
Tras el abandono de Benítez el club de Merseyside tuvo a varios hombres al frente. Roy Hodgson, Kenny Dalglish y Brendan Rodgers dirigieron al equipo cada uno un año hasta que Klopp llegó para salvar al equipo de la deshonra y el olvido inminentes.
El brindis por la salida del alemán será displicente y nostálgico. Amargo, como la nota más escéptica y distraída de la cerveza más pura. El martes, el Liverpool publicó un video donde aparecía Klopp en la mitad del campo, de pie, mirando hacia el horizonte incierto, tratando de divisar el futuro que le aguarda fuera de los 61.276 asientos de Anfield, lejos de esas paredes legendarias que guardan el eco de los goles de Steven Gerard, Mohamed Salah, Ian Rush, Jamie Carragher y Luiz Díaz. Lejos de la calidez de los fanáticos, de los abrazos y los apretones de manos, y del cálido “you’ll never walk alone” cantado desde la tribuna.
Es por eso que la cervecera danesa Carlsberg ha colaborado íntimamente con la empresa alemana Erdinger Weissbräu, para crear a tiempo y sin fallos la cerveza perfecta que reúna los atributos que mejor ejemplifican el paso de Jürgen Klopp por el Liverpool. Reproducción que se materializó oficialmente hace apenas unas horas.
La cerveza de los creyentes
El club y todos sus fanáticos podrán disfrutar de la “Believers Brew”, de edición limitada, que estará disponible en el mercado a partir del 16 de mayo en una serie de subastas, con ofertas iniciales fijadas a 5 euros, que Carlsberg promoverá para que cada botella llegue al destino correcto, y encuentre al comprador adecuado.
Cada cerveza contendrá 750 mililitros de elixir rojo compuesto en un 50 por ciento por malta Pilsner, exclusiva de Carlsberg, y una cantidad igual de malta de trigo obsequiada por Erdinger; además de levaduras de ambas empresas añadidas en un proceso de elaboración de dos etapas.
Tanto fanáticos del Liverpool como amantes de la cerveza tendrán 491 oportunidades de hacerse con un ejemplar. Ese es el número predilecto, la cantidad de partidos competitivos que ha disputado Klopp con el Liverpool hasta su adiós, contando el último encuentro frente a los Wolves, el domingo 19 de mayo.
Cada botella será especial, pues estará marcada con un número diferente, además, representará íntegramente un partido y un hecho en particular. El 206 recordará el partido de vuelta por Champions League frente al Barcelona, en 2019; cuando Klopp y sus muchachos le borraron la sonrisa al equipo culé, que se sentía ganador desde antes de empezar a jugar. El 208 será el recuerdo embotellado de la final de la Champions contra el Tottenham Hotspur, la sexta orejona; y el 264 mantendrá vivo el recuerdo de la Premier League ganada en 2020, en Anfield, frente al Chelsea.
Carlsberg lleva 30 años siendo socio del Liverpool FC. El último día de Jürgen en el equipo estará marcado por la amargura de su cerveza, que junto a Erdinger, empresa de la que Klopp es embajador; han creado para despedirlo. Han sido 9 temporadas de sueños frustrados y alcanzados, una proporción igualmente dolorosa y loable de éxitos y derrotas. Parecen prestados los títulos, como si no le pertenecieran sino a un puñado de fanáticos fieles y a un reducido grupo de hinchas empedernidos. Klopp se va y detrás queda una estela espumosa de una carrera lúdica y frondosa.
Las botellas marcadas recuerdan un poco a las mismas botellas que marcó Budweiser para celebrar los goles de Lionel Messi al superar el récord de Pelé como el jugador que más goles ha marcado con un solo club. Sería trágico que la botella 206 fuera a caer en manos del argentino, aunque serviría para pasar el trago amargo de la salida del teutón del banquillo red.
El nombre de esta edición limitada, “Believers Brew”, nace de la primera rueda de prensa del alemán, donde mencionó la necesidad de convertir a “los escépticos en creyentes”.
La historia se repite. “Siempre dije que en el momento en que sintiera que no era el entrenador perfecto para este club extraordinario lo diría y ha llegado el momento de hacerlo”. Igual que en su despedida del Borussia Dortmund, en 2015, Jürgen Klopp deja al Liverpool firmando un final de temporada vacío y sin fuerza.
Fueron 9 temporadas exquisitas, con 8 títulos y muchos recuerdos inefables que han llegado a su fin a tiempo y sin apuros. Tschüss Jürgen, Bis bald. And remember, you’ll never walk alone. (Adiós Jürgen, hasta pronto. Y recuerda, tú jamás caminarás solo).
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