La Champions y su eterno romance con el Real Madrid
En un dramático partido, el equipo blanco empató 2-2 con el Bayern Múnich y gracias a un resultado global de 4-3 buscará su decimotercera corona, el 26 de mayo en Kiev, ante el ganador del duelo de este miércoles entre Roma y Liverpool, al que llegan los ingleses con ventaja 5-2.
Redacción deportes
La Liga de Campeones de Europa y el Real Madrid fueron hechos el uno para el otro. Fue el legendario Santiago Bernabéu uno de los promotores del torneo de clubes más importante del mundo, cuyas primeras cinco ediciones, entre 1956 y 1960, ganó el equipo merengue, de la mano de Paco Gento y Alfredo Di Stéfano.
Cuatro finales más, con dos victorias (1960 y 1966) y dos derrotas (1962 y 1964), marcaron el siguiente lustro y antecedieron una mala racha, pues pasaron 15 años para que el Madrid volviera a una final, la que perdió en 1981 contra el Liverpool.
Casi dos décadas después el Real jugó nuevamente una final, la de 1998 en Ámsterdam, esa que le ganó 1-0 a la Juventus, con gol de Pedja Mijatovic.
Llegaron luego los títulos galácticos de 2000 y 2002 antes de que comenzara el dominio europeo de los Barcelona de Frank Rijkaard, Ronaldinho, Pep Guardiola y Lio Messi.
Pero el Madrid siempre vuelve. Y lo hizo como lo que es, el club más mediático y poderoso del mundo, más allá de que muchas veces sus triunfos se discutan y las decisiones arbitrales lo favorezcan, porque, todo hay que decirlo, los árbitros se equivocan más a su favor que en su contra.
Le ganó una dramática final nada menos que al Atlético de Madrid en 2014, cuando en tiempo de adición Sergio Ramos igualó un partido que ganaba el equipo dirigido por el argentino Diego Pablo Simeone. En la prórroga los merengues arrasaron y se impusieron 4-1.
Dos años después, en 2016 y con el colombiano James Rodríguez en el plantel, el Real Madrid volvió a superar a su rival de patio, esta vez en la definición por cobros desde el punto penalti, en Milán.
Y el año pasado, como no podía ser de otra manera, el Madrid se convirtió en el primer equipo en repetir título desde 1992, cuando cambió el formato de Copa de Campeones de Europa a Champions League. Con Zinedine Zidane en el banco y James en la tribuna, los blancos levantaron su Orejona número 12.
Partidazo en el Bernabéu
Este martes, el Real Madrid volvió a refrendar su eterno romance con la Champions. En un dramático partido empató 2-2 con un muy digno Bayern Múnich y avanzó a su decimosexta final del torneo, la cuarta en cinco años, esa que se jugará el sábado 26 de mayo en Kiev, Ucrania, ante el ganador del duelo de hoy (1:45 p.m., por Espn y Fox) entre Liverpool y Roma, al que llegan los ingleses con la ventaja del 5-2 de la semana pasada en el estadio de Anfield.
El Madrid había ganado 2-1 en el Allianz Arena y la serie parecía decidida, pero fiel a la tradición alemana, el Bayern dio la pelea y vendió muy cara su derrota.
El conjunto bávaro comenzó ganando muy temprano, con anotación de Joshua Kimmich, pero el Madrid reaccionó pronto e igualó las acciones por intermedio de Karim Benzema.
El primer tiempo fue vertiginoso, de ida y vuelta, con un Bayern claro en ataque gracias a la precisión y dinámica de Thiago Alcántara y James Rodríguez, quien volvió al Bernabéu vestido de rojo y fue ovacionado por la afición que no olvida los tres años que pasó en Madrid y los siete títulos que ayudó a conquistar.
En el último minuto de la etapa inicial Marcelo cometió una mano en el área que era penalti, pero el árbitro turco Cuneyt Cakir no la pitó.
Y justo en el minuto inicial del complemento un error compartido entre Corentin Tolisso y Sven Ulreich significó el segundo gol de los locales, otra vez de Karim Benzema.
Siguió el Bayern buscando el arco rival y convirtió en figura al arquero Keylor Navas, quien detuvo todo tipo de remates, hasta que por fin James logró superarlo con un derechazo cruzado tras recoger un rebote.
Los minutos finales fueron un auténtico drama para los campeones defensores, que pasaron un par de sustos ante un Bayern que le apostó a los pelotazos y, con más ganas que fútbol, estuvo a punto de conseguir la hazaña.
Con el 4-3 en el agregado, el Real Madrid, 12 veces campeón de Europa, disputará su decimosexta final. Podría convertirse en tricampeón, como el Ajax holandés entre 1971 y 1973, y el Bayern alemán, del 74 al 76.
James y sus compañeros murieron con las botas puestas y le hicieron homenaje al uniforme que llevan, el de un equipo que es modelo deportivo y organizativo, y que tiene un gran espíritu deportivo y competitivo, ese que le permitió ganar de lejos la Bundesliga y lo tiene en la final de la Copa alemana, que podría celebrar en un par de semanas.
La buena noticia para Colombia es que su figura está pasando por un gran momento y llega muy motivado para el Mundial de Rusia, en el que tendrá su revancha por la derrota del martes.
La Liga de Campeones de Europa y el Real Madrid fueron hechos el uno para el otro. Fue el legendario Santiago Bernabéu uno de los promotores del torneo de clubes más importante del mundo, cuyas primeras cinco ediciones, entre 1956 y 1960, ganó el equipo merengue, de la mano de Paco Gento y Alfredo Di Stéfano.
Cuatro finales más, con dos victorias (1960 y 1966) y dos derrotas (1962 y 1964), marcaron el siguiente lustro y antecedieron una mala racha, pues pasaron 15 años para que el Madrid volviera a una final, la que perdió en 1981 contra el Liverpool.
Casi dos décadas después el Real jugó nuevamente una final, la de 1998 en Ámsterdam, esa que le ganó 1-0 a la Juventus, con gol de Pedja Mijatovic.
Llegaron luego los títulos galácticos de 2000 y 2002 antes de que comenzara el dominio europeo de los Barcelona de Frank Rijkaard, Ronaldinho, Pep Guardiola y Lio Messi.
Pero el Madrid siempre vuelve. Y lo hizo como lo que es, el club más mediático y poderoso del mundo, más allá de que muchas veces sus triunfos se discutan y las decisiones arbitrales lo favorezcan, porque, todo hay que decirlo, los árbitros se equivocan más a su favor que en su contra.
Le ganó una dramática final nada menos que al Atlético de Madrid en 2014, cuando en tiempo de adición Sergio Ramos igualó un partido que ganaba el equipo dirigido por el argentino Diego Pablo Simeone. En la prórroga los merengues arrasaron y se impusieron 4-1.
Dos años después, en 2016 y con el colombiano James Rodríguez en el plantel, el Real Madrid volvió a superar a su rival de patio, esta vez en la definición por cobros desde el punto penalti, en Milán.
Y el año pasado, como no podía ser de otra manera, el Madrid se convirtió en el primer equipo en repetir título desde 1992, cuando cambió el formato de Copa de Campeones de Europa a Champions League. Con Zinedine Zidane en el banco y James en la tribuna, los blancos levantaron su Orejona número 12.
Partidazo en el Bernabéu
Este martes, el Real Madrid volvió a refrendar su eterno romance con la Champions. En un dramático partido empató 2-2 con un muy digno Bayern Múnich y avanzó a su decimosexta final del torneo, la cuarta en cinco años, esa que se jugará el sábado 26 de mayo en Kiev, Ucrania, ante el ganador del duelo de hoy (1:45 p.m., por Espn y Fox) entre Liverpool y Roma, al que llegan los ingleses con la ventaja del 5-2 de la semana pasada en el estadio de Anfield.
El Madrid había ganado 2-1 en el Allianz Arena y la serie parecía decidida, pero fiel a la tradición alemana, el Bayern dio la pelea y vendió muy cara su derrota.
El conjunto bávaro comenzó ganando muy temprano, con anotación de Joshua Kimmich, pero el Madrid reaccionó pronto e igualó las acciones por intermedio de Karim Benzema.
El primer tiempo fue vertiginoso, de ida y vuelta, con un Bayern claro en ataque gracias a la precisión y dinámica de Thiago Alcántara y James Rodríguez, quien volvió al Bernabéu vestido de rojo y fue ovacionado por la afición que no olvida los tres años que pasó en Madrid y los siete títulos que ayudó a conquistar.
En el último minuto de la etapa inicial Marcelo cometió una mano en el área que era penalti, pero el árbitro turco Cuneyt Cakir no la pitó.
Y justo en el minuto inicial del complemento un error compartido entre Corentin Tolisso y Sven Ulreich significó el segundo gol de los locales, otra vez de Karim Benzema.
Siguió el Bayern buscando el arco rival y convirtió en figura al arquero Keylor Navas, quien detuvo todo tipo de remates, hasta que por fin James logró superarlo con un derechazo cruzado tras recoger un rebote.
Los minutos finales fueron un auténtico drama para los campeones defensores, que pasaron un par de sustos ante un Bayern que le apostó a los pelotazos y, con más ganas que fútbol, estuvo a punto de conseguir la hazaña.
Con el 4-3 en el agregado, el Real Madrid, 12 veces campeón de Europa, disputará su decimosexta final. Podría convertirse en tricampeón, como el Ajax holandés entre 1971 y 1973, y el Bayern alemán, del 74 al 76.
James y sus compañeros murieron con las botas puestas y le hicieron homenaje al uniforme que llevan, el de un equipo que es modelo deportivo y organizativo, y que tiene un gran espíritu deportivo y competitivo, ese que le permitió ganar de lejos la Bundesliga y lo tiene en la final de la Copa alemana, que podría celebrar en un par de semanas.
La buena noticia para Colombia es que su figura está pasando por un gran momento y llega muy motivado para el Mundial de Rusia, en el que tendrá su revancha por la derrota del martes.