La crisis de continuidad de James Rodríguez
En las últimas temporadas, el “10″ de la selección de Colombia ha tenido problemas para consolidarse en un equipo. Las lesiones y sus choques con algunos entrenadores han propiciado su difícil presente.
Luego de disputar 23 partidos, anotar cinco goles y brindar seis asistencias, la historia de James Rodríguez en Grecia llegó a su fin. Olympiacos y el jugador colombiano anunciaron de manera abrupta que la relación entre ambos llegó a su fin a falta de seis partidos para que termine la temporada.
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Luego de disputar 23 partidos, anotar cinco goles y brindar seis asistencias, la historia de James Rodríguez en Grecia llegó a su fin. Olympiacos y el jugador colombiano anunciaron de manera abrupta que la relación entre ambos llegó a su fin a falta de seis partidos para que termine la temporada.
“Aunque vamos por caminos separados, siento que siempre seré un miembro bienvenido en la familia del Pireo”, comunicó en sus redes sociales James, el futbolista colombiano con más trofeos conquistados (24).
Aunque ambas partes postearon un mensaje en el que parecen indicar que el cierre del vínculo se dio en buenos términos, según la prensa griega la salida del colombiano fue consecuencia de su mala relación con el entrenador del equipo: el francés José Anigo.
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De acuerdo con el periodista griego Nikos Kotsis, el estratega había alineado a James en el partido en que su ahora exequipo cayó con Panathinaikos, clave por el título de la Liga. Inconforme con el rendimiento del “10″, Anigo lo sustituyó en el descanso. La decisión causó malestar en el colombiano y hubo una discusión.
El entrenador le habría pedido a James disculparse con sus compañeros en un entrenamiento, pero el futbolista se habría ausentado sin motivo, siendo este el gesto que desencadenó el fin del contrato.
Más allá de los motivos que llevaron a Rodríguez a dejar Grecia, lo cierto es que desde hace ya un par de temporadas no logra establecerse en ningún equipo, pues desde su salida del Bayern Múnich tras concluir la temporada 2018-2019, Rodríguez no ha durado vestido la misma camiseta por más de un año.
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En su segundo periodos con Real Madrid. en la temporada 19-20, tuvo pocos minutos luego de volver a estar bajo las órdenes de Zinedine Zidane. Al final de ese ciclo fue fichado por el Everton inglés, por pedido del entonces entrenador toffie Carlo Ancelotti, con quien coincidió en el cuadro merengue y en Alemania. Allí volvió a tener confianza, pero le pasó factura su forma física. Las lesiones lo hicieron perderse al menos 15 partidos, por lo que pese a ser del agrado del técnico, no tuvo continuidad.
El español Rafael Benítez, quien también dirigió al colombiano en el Madrid un par de temporadas atrás, asumió en la 21-22 como entrenador de Everton y le dijo a James que no pensaba contar con él -según dio a entender el futbolista en twitch-, por lo que emprendió rumbo a Catar para firmar con Al Rayyan.
A Oriente Medio el colombiano llegó como el fichaje estrella, pero de nuevo perdió protagonismo por problemas físicos. Por una lesión que sufrió en marzo del año pasado salió de la convocatoria hasta el final de la temporada.
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En Catar tuvo malos entendidos con Nicolás Córdova, su entrenador en ese entonces. Mientras James aseguró estar bien, el estratega chileno explicó ante la prensa árabe que el jugador estaba lesionado.
Con su llegada a Olympiacos parecía que estaba recuperando su mejor versión y que las lesiones le iban a dar tregua, pues a diferencia de años anteriores no se ausentó por tiempos prolongados. Volvió, incluso, a la selección nacional, aunque mientras esté sin equipo será complicado justificar sus convocatorias.
Ahora su futuro es nuevamente incierto. Como agente libre a pocos días de la apertura del mercado de verano, James tiene bastante tiempo para escuchar ofertas y definir su futuro. En Europa solo podría jugar hasta septiembre, cuando arranque una nueva temporada, por lo que sus más probables destinos serían Brasil o Estados Unidos, los únicos mercados en capacidad de ofrecerle un salario similar al que está acostumbrado.
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