La generación dorada de Bélgica llegó pisando fuerte al Mundial de Rusia
Los ‘Diablos Rojos’ son candidatos para pelear el campeonato del mundo. Con la goleada de este lunes sobre Panamá completaron 20 partidos invictos.
Jesús Miguel de la Hoz - Enviado especial Rusia
En el Mundial de México 1986, Bélgica maravilló al mundo. Su generación, conformada por Enzo Scifo, Jan Caulemans, Erwin Vandenbergh, Franky Vercauteren y Eric Gerest, entre otros, llegó a semifinales, fase en la que quedó eliminada contra la Argentina liderada por Diego Armando Maradona. Terminó cuarta. Esa fue la mejor presentación histórica de los belgas en los campeonatos del mundo. Hace cuatro años, en Brasil, estuvieron cerca de emular ese registro, pero nuevamente la albiceleste se cruzó en su camino, esta vez, en los cuartos de final. En Rusia 2018 arrancaron con pie derecho, goleando 3-0 a Panamá. Este lunes en el Estadio Olímpico de Sochi ratificaron que son favoritos en su grupo, junto a Inglaterra, y que tienen posibilidades para ser uno de los cuatro primeros de la Copa. (Puede leer: Panamá perdió 3-0 ante Bélgica en su estreno en una Copa del Mundo)
Desde Brasil, esta generación de los Diablos Rojos ha crecido más futbolísticamente, ahora de la mano del técnico español, Roberto Martínez. El seleccionado de Bélgica demostró que sus figuras están a tope en este Mundial. Jugadores como Eden Hazard, Thibaut Courtois, Romelu Lukaku (quién marcó ayer dos goles) y Kevin de Bruyne tienen la chapa de estrellas en sus respectivos clubes y lo demostraron contra Panamá.
Escoger 23 jugadores para conformar esta nómina fue una tarea ardua. La elección de los convocados para el Mundial, generó polémica por la decisión de dejar por fuera a Radja Nainggolan, uno de los jugadores más importantes que ha tenido esta generación. Es un futbolista de enorme recorrido, con gran presencia física, capacidad para ayudar en tareas defensivas y también para sumar goles. El volante de la Roma no entró en la lista definitiva por un tema disciplinario, por lo que será una ausencia importante para los Diablos Rojos. (Puede leer: El renacimiento de la selección inglesa)
A pesar de esta baja, el presente que viven es notable. En la Eliminatoria al campeonato del mundo fueron una selección arrasadora. Se clasificaron en la primera posición del Grupo H, tras sumar 28 de 30 puntos, 43 goles a favor y seis en contra, lo que demostró la fortaleza tanto en ataque como en defensa. Es un equipo equilibrado con futbolistas de renombre en todos los sectores del campo. Esa transformación se debe al trabajo del español Roberto Martínez, quien al no contar con laterales de ida y vuelta cambió la figura táctica del equipo y le apostó al juego con tres defensas y con carrileros como Carrasco y Chadli. (Le puede interesar: Incomprendido por muchos, valorado por pocos: el método Osorio)
Fue una decisión que revolucionó al seleccionado belga, que después de la eliminación en los cuartos de final del Mundial Brasil 2014 frente a Argentina tuvo una pálida presentación en la Eurocopa de Francia 2016. Quedaron por fuera del campeonato en los cuartos de final tras caer frente a Gales 3-1, lo que significó la salida de Marc Wilmots y la llegada de Roberto Martínez. De los 21 partidos que ha dirigido el español, contando su debut en Rusia 2018, el equipo únicamente cayó en el primero. Suman 20 encuentros invictos, en los que sólo empataron en cinco oportunidades y ganaron 15. De todos sus triunfos, 13 fueron por tres tantos o más en una era en la que han marcado una media de 3,2 goles por juego.
“Bélgica debe aprender a convertirse en un equipo ganador. Existe un talento excepcional, pero sólo la calidad no es suficiente para levantar un título”, resaltó Martínez. Para lograrlo, el español le apuesta a un juego de posesión y velocidad, una característica que lo hizo destacarse en el fútbol inglés, liga en la que se forjó su nombre: logró el ascenso con el Swansea, ganó la FA Cup con el Wigan y tuvo una notable presentación con el Everton en la Premier League. Con la ayuda de Thierry Henry en el banco, busca seguir potenciando a una selección con grandes figuras para lograr dar ese último gran paso que le hace falta para quedarse con un Mundial. Su próximo rival será Túnez, equipo al que enfrentará el sábado 23 de junio en Moscú, donde espera sellar por anticipado su paso a octavos de final. (Vea nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)
En el Mundial de México 1986, Bélgica maravilló al mundo. Su generación, conformada por Enzo Scifo, Jan Caulemans, Erwin Vandenbergh, Franky Vercauteren y Eric Gerest, entre otros, llegó a semifinales, fase en la que quedó eliminada contra la Argentina liderada por Diego Armando Maradona. Terminó cuarta. Esa fue la mejor presentación histórica de los belgas en los campeonatos del mundo. Hace cuatro años, en Brasil, estuvieron cerca de emular ese registro, pero nuevamente la albiceleste se cruzó en su camino, esta vez, en los cuartos de final. En Rusia 2018 arrancaron con pie derecho, goleando 3-0 a Panamá. Este lunes en el Estadio Olímpico de Sochi ratificaron que son favoritos en su grupo, junto a Inglaterra, y que tienen posibilidades para ser uno de los cuatro primeros de la Copa. (Puede leer: Panamá perdió 3-0 ante Bélgica en su estreno en una Copa del Mundo)
Desde Brasil, esta generación de los Diablos Rojos ha crecido más futbolísticamente, ahora de la mano del técnico español, Roberto Martínez. El seleccionado de Bélgica demostró que sus figuras están a tope en este Mundial. Jugadores como Eden Hazard, Thibaut Courtois, Romelu Lukaku (quién marcó ayer dos goles) y Kevin de Bruyne tienen la chapa de estrellas en sus respectivos clubes y lo demostraron contra Panamá.
Escoger 23 jugadores para conformar esta nómina fue una tarea ardua. La elección de los convocados para el Mundial, generó polémica por la decisión de dejar por fuera a Radja Nainggolan, uno de los jugadores más importantes que ha tenido esta generación. Es un futbolista de enorme recorrido, con gran presencia física, capacidad para ayudar en tareas defensivas y también para sumar goles. El volante de la Roma no entró en la lista definitiva por un tema disciplinario, por lo que será una ausencia importante para los Diablos Rojos. (Puede leer: El renacimiento de la selección inglesa)
A pesar de esta baja, el presente que viven es notable. En la Eliminatoria al campeonato del mundo fueron una selección arrasadora. Se clasificaron en la primera posición del Grupo H, tras sumar 28 de 30 puntos, 43 goles a favor y seis en contra, lo que demostró la fortaleza tanto en ataque como en defensa. Es un equipo equilibrado con futbolistas de renombre en todos los sectores del campo. Esa transformación se debe al trabajo del español Roberto Martínez, quien al no contar con laterales de ida y vuelta cambió la figura táctica del equipo y le apostó al juego con tres defensas y con carrileros como Carrasco y Chadli. (Le puede interesar: Incomprendido por muchos, valorado por pocos: el método Osorio)
Fue una decisión que revolucionó al seleccionado belga, que después de la eliminación en los cuartos de final del Mundial Brasil 2014 frente a Argentina tuvo una pálida presentación en la Eurocopa de Francia 2016. Quedaron por fuera del campeonato en los cuartos de final tras caer frente a Gales 3-1, lo que significó la salida de Marc Wilmots y la llegada de Roberto Martínez. De los 21 partidos que ha dirigido el español, contando su debut en Rusia 2018, el equipo únicamente cayó en el primero. Suman 20 encuentros invictos, en los que sólo empataron en cinco oportunidades y ganaron 15. De todos sus triunfos, 13 fueron por tres tantos o más en una era en la que han marcado una media de 3,2 goles por juego.
“Bélgica debe aprender a convertirse en un equipo ganador. Existe un talento excepcional, pero sólo la calidad no es suficiente para levantar un título”, resaltó Martínez. Para lograrlo, el español le apuesta a un juego de posesión y velocidad, una característica que lo hizo destacarse en el fútbol inglés, liga en la que se forjó su nombre: logró el ascenso con el Swansea, ganó la FA Cup con el Wigan y tuvo una notable presentación con el Everton en la Premier League. Con la ayuda de Thierry Henry en el banco, busca seguir potenciando a una selección con grandes figuras para lograr dar ese último gran paso que le hace falta para quedarse con un Mundial. Su próximo rival será Túnez, equipo al que enfrentará el sábado 23 de junio en Moscú, donde espera sellar por anticipado su paso a octavos de final. (Vea nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)