La mala hora de Pep Guardiola y su Manchester City
En 18 temporadas como entrenador es la primera vez que encadena siete partidos sin ganar. Él y su equipo tiene cómo superar la crisis.
Luis Guillermo Ordoñez
Muchos historiadores del fútbol consideran a Pep Guardiola como el mejor técnico de todos los tiempos. Seguro está entre los más destacados, en el grupo de esos entrenadores que dejaron huella y cambiaron el juego.
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Muchos historiadores del fútbol consideran a Pep Guardiola como el mejor técnico de todos los tiempos. Seguro está entre los más destacados, en el grupo de esos entrenadores que dejaron huella y cambiaron el juego.
Tuvo una brillante carrera como futbolista. Era un volante central de buena técnica y gran panorama. Más que recuperador, era un creador de juego desde atrás, un 10 que arrancaba desde su propio campo. Tenía la personalidad de un líder, el carácter para guiar a sus compañeros, muchos de ellos más experimentados y talentosos que él.
Fue jugador del Barcelona entre 1990 y 2001. En el club catalán fue discípulo de Johan Cruyff, Carles Rexach, Bobby Robson, Louis van Gaal. En la selección tuvo a Javier Clemente y José Antonio Camacho. Y desde que vestía de cortos ya evidenciaba su vocación de técnico. Lo era dentro de la cancha.
Por eso, para nadie fue una sorpresa cuando decidió, tras su retiro, dedicarse a dirigir. En 2007 se hizo cargo del Barcelona B y lo sacó campeón de la segunda división española. Y ante la salida del neerlandés Frank Rijkaard se sentó en el banquillo principal del club catalán, con apenas 37 años.
El resto, es historia. En 18 temporadas ha conquistado 39 títulos, con Barcelona, Bayern Múnich y Manchester City, pero más allá de eso, ha logrado armar equipos realmente seductores, confiables, de buen juego, que dan espectáculo y ganan. Claro, hay que decirlo, ha tendido recursos económicos para contratar a los jugadores que ha querido e implementar los métodos de trabajo que ha querido.
Su cuerpo de colaboradores cercanos está integrado por 19 profesionales en diferentes áreas. Además de asistentes, analistas y preparadores físicos, tiene nutricionistas, rehabilitadores, sicólogos y hasta consejeros en temas de finanzas.
Pep Guardiola es un tipo que conoce como nadie el ámbito del fútbol y no deja nada al azar. Está pendiente hasta del más mínimo detalle y quiere tener controlado todo lo que pasa en el club. Esa estrategia le ha dado grandes frutos y amplio reconocimiento.
Sin embargo, contra todos los pronósticos, está sufriendo una crisis de resultados. No la primera, pero si la más grande. Su Manchester City, con el que ha levantado una Champions y seos Premier League, lleva siete partidos sin ganar, seis de ellos perdidos.
El más reciente fue el domingo, 2-0 en casa del Liverpool, pero el que desató su furia fue el de la semana pasada contra el Feyenoord, por la Liga de Campeones. Su equipo ganada 3-0 y en los últimos 15 minutos se dejó empatar.
Algo pasó. Pep salió a la rueda de prensa con rasguños en su cabeza e incluso un corte en su nariz. Desesperado y con las uñas largas, él mismo se maltrató sin darse cuenta, una reacción extraña para una persona aparentemente tranquila y siempre bien puesta, pero tal vez normal si se tiene en cuenta que no está acostumbrada a perder.
El domingo, en Anfield, se vio mejor, a pesar de la derrota. Tal vez estaba resignado a que ese partido, ante ese rival, era perdible. Aún así, se ofendió cuando los hinchas Reds le dedicaron sus cantos y le pronosticaron que lo iban a echar de su cargo.
Pep Guardiola y el Manchester City esperan la recuperación
Les señaló el número seis con sus dedos, para recordarles las veces que ha ganado la Premier. “Cuando ganas, te ríes, cuando ellos ganan, ellos ríen. Es parte del juego”, dijo Guardiola sobre los cántico de la afición: “Serás despedido por la mañana”.
“Tal vez merezco ser despedido, si, vistos los resultados que hemos tenido recientemente, lo pensaría”, agregó el técnico español, quien renovó contrato con el City hasta el verano de 2027.
Este miércoles, el Manchester City recibe al Nottingham Forest, en una buena oportunidad para remontar el camino de la victoria. “Tenemos que hacer un reset y comenzar desde cero. Veremos lo que pasa hasta el final de temporada. Hay que aceptar la situación y construir desde ahí”, explicó.
Agregó que “necesitamos el respaldo de nuestros hinchas, ellos saben lo que estos muchachos han hecho en los últimos años y saben que están haciendo todo lo posible por cambiar esta situación”.
A 11 puntos del líder Liverpool y ya en la quinta posición, detrás de Arsenal, Chelsea y Brighton (4º), el City tiene tiempo para recuperarse y superar también las bajas de algunas de sus figuras: Rodri, el Balón de Oro 2024, Mateo Kovacic, John Stones, Jérémy Doku y Kevin De Bruyne.
Aunque los directivos del City han anunciado su respaldo al entrenador, si la mala racha se prolonga, no sería raro que él o ellos tomen medidas drásticas. Ni para el club, desde que es uno de los más ricos y poderosos del mundo, no para Guardiola la crisis deportiva es familiar, por lo que no saben cómo gestionarla.
Con apenas 53 años de edad, “hay Pep para mucho rato”, como él mismo pronostica. La duda está en si su futuro estará en Manchester o deberá tomar un nuevo aire, buscar otro rumbo, una motivación diferente. La selección de Brasil lo espera hace rato.
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