La temporada en la que el Atlético de Madrid descartó a Santos Borré y Diogo Jota
Ambos delanteros fueron presesentados el mismo día con los colchoneros. No jugaron ni un minuto, se fueron y hoy brillan en otros equipos de Europa.
En el fútbol muchas veces suceden este tipo de coincidencias, un jugador no se adapta a un estilo, a pesar de la inversión de los clubes, y se termina yendo, sin pena ni gloria, a buscar su futuro a otra parte.
Mire: Santos Borré y el romance de los colombianos con la Europa League
Es normal, sucede y mucho. Sin embargo, al Atlético de Madrid, bajo el modelo y la cerrada idea de juego de Diego Pablo Simeone, le sucede más de lo habitual. No es extraño que, temporada tras temporada, jugadores, que llegan con bombos y platillos, jamás se adapten al estilo del Cholo y terminen saliendo por la parte de atrás sin que muchos recuerden su paso por los colchoneros.
Le pasó a Jackson Martínez, que llegó al Atlético como un golpe de mercado y jamás volvió al nivel que tenía antes de llegar a España.
Y también le pasó a Rafael Santos Borré, que el pasado miércoles logró el campeonato de la Europa League con Eintracht Frankfurt, tras ser un descarte de Atlético de Madrid en 2016.
El colombiano había llegado en 2015, siendo campeón y figura con Deportivo Cali, como una de las promesas más emocionantes de Colombia en el fútbol internacional. Y por curiosidades del destino, tal vez otra coincidencia, fue presentado junto a Diogo Jota, otro joven talento llegado desde Portugal.
También: Designación histórica: las seis árbitras que estarán en el Mundial de Catar 2022
Ninguno de los dos disputó un solo minuto de un partido oficial. No contaron para Simeone, que los descartó a los meses de su llegada y los mandó a probar suerte a otros equipos. Jota se fue a Porto y después llegó a Inglaterra, a Wolverhampton. De ahí, pasó a Liverpool y de la mano de Jurgen Klopp se convirtió en uno de los delanteros más letales de la Premier League.
Borré, transitó un camino más largo. Del Atlético pasó a Villarreal, en donde tampoco tuvo continuidad. Hasta que en 2017 fue transferido al River Plate argentino, en donde se convirtió en el máximo artillero en la exitosa era del técnico Marcelo Gallardo. Estuvo en el plantel que le ganó la Copa Libertadores de América a Boca Juniors, en una final histórica, y se cotizó nuevamente.
A mediados del año pasado llegó al Eintracht Frankfurt y rápidamente se ganó un lugar como titular. El colombiano se convirtió en pieza fundamental en la conquista de la Europa League y ahora aspira a volver a los planos grandes del fútbol europeo.
Tanto Borré como Jota se repusieron del descarte del Atlético, reencontraron su camino a la grandeza y hoy, mientras brillan en las competiciones europeas, aspiran a seguir agigantando sus historias.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
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Es normal, sucede y mucho. Sin embargo, al Atlético de Madrid, bajo el modelo y la cerrada idea de juego de Diego Pablo Simeone, le sucede más de lo habitual. No es extraño que, temporada tras temporada, jugadores, que llegan con bombos y platillos, jamás se adapten al estilo del Cholo y terminen saliendo por la parte de atrás sin que muchos recuerden su paso por los colchoneros.
Le pasó a Jackson Martínez, que llegó al Atlético como un golpe de mercado y jamás volvió al nivel que tenía antes de llegar a España.
Y también le pasó a Rafael Santos Borré, que el pasado miércoles logró el campeonato de la Europa League con Eintracht Frankfurt, tras ser un descarte de Atlético de Madrid en 2016.
El colombiano había llegado en 2015, siendo campeón y figura con Deportivo Cali, como una de las promesas más emocionantes de Colombia en el fútbol internacional. Y por curiosidades del destino, tal vez otra coincidencia, fue presentado junto a Diogo Jota, otro joven talento llegado desde Portugal.
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Ninguno de los dos disputó un solo minuto de un partido oficial. No contaron para Simeone, que los descartó a los meses de su llegada y los mandó a probar suerte a otros equipos. Jota se fue a Porto y después llegó a Inglaterra, a Wolverhampton. De ahí, pasó a Liverpool y de la mano de Jurgen Klopp se convirtió en uno de los delanteros más letales de la Premier League.
Borré, transitó un camino más largo. Del Atlético pasó a Villarreal, en donde tampoco tuvo continuidad. Hasta que en 2017 fue transferido al River Plate argentino, en donde se convirtió en el máximo artillero en la exitosa era del técnico Marcelo Gallardo. Estuvo en el plantel que le ganó la Copa Libertadores de América a Boca Juniors, en una final histórica, y se cotizó nuevamente.
A mediados del año pasado llegó al Eintracht Frankfurt y rápidamente se ganó un lugar como titular. El colombiano se convirtió en pieza fundamental en la conquista de la Europa League y ahora aspira a volver a los planos grandes del fútbol europeo.
Tanto Borré como Jota se repusieron del descarte del Atlético, reencontraron su camino a la grandeza y hoy, mientras brillan en las competiciones europeas, aspiran a seguir agigantando sus historias.
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