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La última vez que Suárez jugó con sus amigos de Inter Miami: Bayern 8-2 Barcelona

Luis Suárez jugará con Lionel Messi, Jordi Alba y Sergio Busquets en la MLS de los Estados Unidos.

Juan Diego Forero Vélez
23 de diciembre de 2023 - 12:01 a. m.
Los hijos de Sergio Busquets, Jordi Alba, Lionel Messi y Luis Suárez en la presentación oficial del uruguayo como nuevo jugador de Inter Miami
Los hijos de Sergio Busquets, Jordi Alba, Lionel Messi y Luis Suárez en la presentación oficial del uruguayo como nuevo jugador de Inter Miami
Foto: Inter Miami
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Luis Suárez firmó finalmente su contrato con el Inter de Miami tras meses de especulación, secretos a voces y negativas. Así lo declaró el equipo en sus cuentas oficiales, acabando de forma definitiva con los rumores de su posible retiro, y cumpliendo los sueños de los que tuvieron la fortuna de ver la ‘MSN’ en aquel Barcelona indomable y déspota que dominó el fútbol mundial por un periodo semieterno en la idílica temporada del 2014-2015.

El pistolero volverá a reunirse con Lionel Messi tras una separación tiránica de tres años, cinco meses, tres semanas y un día. Además, el jugador uruguayo, de 36 años, también podrá compartir vestuario de nuevo con Jordi Alba y Sergio Busquets.

Mire: ¡Luis Suárez, nuevo jugador de Inter Miami!: “Nada más lindo que jugar con amigos”

El equipo de David Beckham parece estar recreando aquel monstruoso equipo invencible, con algunas de sus figuras ya cansadas y listas para el retiro próximo, pero con el objetivo claro y tangible de ganar por primera vez la Major League Soccer desde la fundación de su preciado capricho en 2018.

La pesadilla del último recuerdo

La última vez que Suárez estuvo en el campo junto a las tres leyendas del Barcelona, con las que se reunirá de nuevo en el equipo de Beckham, fue en un episodio amargo y bilioso para todos, inolvidable para el equipo catalán.

Lucho dejó al Barça en el año 2020. Dejó al equipo con la mirada cansina y con lágrimas de rabia tras el manejo inapropiado y pérfido que tuvo el club con él y con su historia; con sus goles, sus sacrificios y con su entrega deportiva.

“Me enviaron a entrenar por separado, lejos de los otros 22 jugadores” dijo en una ocasión, refiriéndose al momento en el que le comunicaron que no contaban más con él.

Incluso Messi, su amigo, se sintió descorazonado en aquel momento, por el maltrato y la amnesia del equipo blaugrana con el charrúa, “es mi amigo y sabe que sufrí”, dijo el 10 de Argentina, con rastros visibles de melancolía.

El último partido de Suárez junto a Messi, Jordi y Sergio fue el 14 de agosto del 2020, una noche húmeda y de cielo diáfano, en el Estadio de SL Benfica, con un clima caluroso y endémico. Una noche en la que Barcelona perdió 8-2 frente al Bayern Múnich en los cuartos de final de la UEFA Champions League más extraña, bizarra y silenciosa de los últimos tiempos.

Con el estadio vacío, las sillas abandonadas y los gritos ausentes, debido a la pandemia que azotaba el mundo. Quizá el jugador uruguayo no dimensionaba que ese sería su último partido, que aquel resultado inverosímil se convertiría en el recuerdo más cercano que tendría para siempre del cuadro blaugrana, de sus amistades y sus trofeos.

Mire también: ¿Igual al de Messi? El gol de Julián Álvarez que le da la vuelta al mundo: video

Suárez salió al campo de último, cerrando la larga hilera de jugadores, con el rostro ceñudo y los ojos inyectados en furia, detrás de Arturo Vidal. El silencio del estadio era aterrador y pernicioso. Lucho auguraba un mal partido y no podía disimular el divorcio anímico que sufría con los colores que defendía. Quique Setien era el director técnico. El himno de la Champions sonó igualmente, inmortal. Mientras Lionel miraba hacia enfrente, igual que Alba y Busquets, en un mutismo escandaloso. Suárez mantenía la cabeza baja, esquivando las miradas y las acusaciones.

Empezó el partido con una monotonía disruptiva, se abrazaron Suárez y Messi en el medio del campo mientras eran observados por Robert Lewandowski en la lejanía. Muchos goles fueron cayendo, con los minutos aún acostumbrándose al trémulo andar de los segundos vencidos. Marcó Thomas Muller al minuto cuatro, y aunque David Alaba ilusionó a los fanáticos culés con un autogol al minuto siete, luego cayeron los goles de Ivan Perisic, Serge Gnabry, Joshua Kimmich, Robert Lewandowski, y un doblete lapidario de Philippe Coutinho, que no celebró, porque estaba de préstamo en el Bayern debido al frígido desprecio del Barcelona.

Lucho Suárez tuvo una noche amarga, quizá más dura y mohina que la del resto de sus compañeros, pero al menos pudo marcar gol y eliminar un poco el rastro de decrepitud del que le acusaban los directivos. Fue al minuto 57, tras un esfuerzo extra humano de Jordi Alba, botado en la banda tras un pase elevado de Messi. Jordi le hizo un pase raso a Lucho que controló, se deshizo de su marca en al área con una finta corta, y disparó fuerte, de zurda.

Fue el gol 21 de Lucho esa temporada, el último con esa camiseta, el 198, que lo pondría en el podio como el tercer mayor anotador del club. El último suspiro. Luis ganó una Champions con esa camada de jugadores, que ahora lo reciben con entusiasmo y camaradería. Ganó cuatro Ligas de España, y un sin fin de gloria inefable. Es el máximo goleador de Uruguay, con 68 tantos, y el que más partidos ha disputado con la albiceleste. Y próximamente será campeón de la MLS, porque la historia, como dijo Mark Twain, no se repite, pero rima.

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Por Juan Diego Forero Vélez

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Felix(92619)24 de diciembre de 2023 - 07:25 p. m.
También pistolero? Lo que yo sabia es lo de muelon y mordelón. Le saco sangre con sus colmillos a más de un jugador contrario. Vergonzoso.
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