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Cuando Ladislao Mazurkiewicz Iglesias comenzó a jugar al fútbol, lo hizo como centro delantero del Racing de Montevideo. Un día se entretuvo en el vestuario y al llegar a la cancha ya había 21 jugadores y solo un puesto libre en uno de los arcos. Se ubicó en la portería, lugar en el que se convertiría en leyenda.
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Considerado uno de los mejores arqueros de todos los tiempos, Mazurkiewicz nació el 14 de febrero de 1945 en Piriápolis (Uruguay). “Chiquito” formó parte de la época de oro de Peñarol, cuando el equipo ganó la Copa Libertadores de América y la Copa Intercontinental de 1966 -al vencer en las finales al argentino River Plate y al poderoso Real Madrid-, campaña que agigantó la imagen del guardameta.
Ese mismo año fue el arquero titular de la selección uruguaya en el Mundial de Inglaterra, donde la “celeste” fue eliminada en cuartos de final. La Copa del Mundo de 1970 en México fue su mejor momento con el combinado, que logró conquistar el cuarto puesto. Se recuerda el partido ante Brasil, en el que Pelé realizó una jugada memorable -un ocho sin tocar la pelota- que no terminó en gol.
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Tras iniciar su carrera en el modesto Racing uruguayo, Mazurkiewicz pasó a Peñarol, donde conquistó los mayores logros de su carrera. Atlético Mineiro de Brasil, el Granada español y los sudamericanos Cobreloa (Chile) y América de Cali (Colombia) fueron los clubes por los que transitó hasta retirarse del fútbol en el equipo aurinegro en 1981. Luego fue durante años el preparador de arqueros de los aurinegros.
El histórico portero charrúa falleció en la madrugada del miércoles 2 de enero de 2013, en Montevideo. Sufrió de complicaciones respiratorias, que se sumaron a problemas renales. En algún momento jugó para hacer goles. Se convirtió en leyenda siendo uno de los mejores evitándolos.