Max Gradel, capitán de la selección de Costa de Marfil, levanta el trofeo de la Copa Africana de Naciones tras consagrarse campeón junto con sus compañeros.
Foto: AFP - FRANCK FIFE
Para ser campeón no toca ganar todos los partidos sino los necesarios y un fiel reflejo ha sido la Copa Africana de Naciones que tuvo lugar en el último mes, en la que Costa de Marfil, al anfitrión, se consagró campeón en un contexto cuando menos inédito.
En la previa, parecía que al tratarse del dueño de casa, eran junto a Senegal y Marruecos uno de los candidatos. Sin embargo, su victoria se vio lejana en varios apartes del certamen, tanto así que resulta increíble la forma en la que consiguieron su tercer título continental.
Por Daniel Bello
Periodista de la Pontificia Universidad Javeriana. Fue practicante de Pacifista entre 2020 y 2021. Desde el 2019 escribe sobre fútbol, política e historia en El Espectador. Tiene experiencia cubriendo paz, mundo y medio ambiente.@daniel_eudosiodbello@elespectador.com