Los ojos del mundo puestos en la final Boca-River
El partido de ida se disputará este sábado en la Bombonera, a partir de las 3:00 p.m. (hora de Colombia).
EFE
La "final del Siglo", el Superclásico más histórico entre Boca Juniors y Ríver Plate arranca mañana en La Bombonera con el partido de ida de una final de la Copa Libertadores que enfrenta por primera vez a los dos equipos más populares de Argentina, con el mundo por testigo.
Todas las miradas estarán fijas en lo que ocurra en el estadio del Boca Juniors desde las 3:00 p.m. (hora de Colombia), donde no habrá seguidores de Ríver por motivos de seguridad y por decisión de los presidentes de ambos clubes, que han argumentado que eso supondría reducir el aforo de ambos estadios para los hinchas locales.
El Xeneize llega a esta instancia al dejar en el camino al Libertad paraguayo (2-0 y 2-4) y a los brasileños Cruzeiro (2-0 y 1-1) y Palmeiras (2-0 y 2-2). River Plate, por su parte, dejó en el camino a los argentinos Racing Club (0-0 y 3-0) e Independiente (0-0 y 3-1) y al brasileño Gremio (0-1 y 1-2).
Después de la decepción del Mundial, la final entre los dos grandes argentinos es también una buena ocasión para que se reivindique la vigencia del modelo argentino, como ha destacado el técnico de Boca Guillermo Barros Schelotto. "Sabemos, y creo que no sé si se ha destacado tanto, que tanto Boca como River han puesto al fútbol argentino en un lugar donde nunca había llegado. Un fútbol argentino que a nivel de selección en los últimos años ha sido muy castigado, a nivel individual, y la misma selección por los resultados", sostuvo en rueda de prensa.
"Me parece que hoy Boca y River han llegado a un escalón que es importante destacar. Más allá de lo que pase en estas finales hemos puesto al fútbol argentino en lo más alto. Hoy el mundo habla de esta final y la verdad que es un logro muy importante", añadió.
En River Plate también son consientes de la importancia de una final histórica, que ofrecerá "la gloria absoluta", según destaca el técnico Marcelo Gallardo, que ha querido transmitir, al mismo tiempo, "un mensaje de paz". "Más allá del hecho histórico de enfrentarnos ante el rival de toda la vida en un acontecimiento único, es un espectáculo deportivo, tenemos que vivirlo así. Trasmitamos que es un partido de fútbol que tiene un montón de matices y de condimentos, que van a transmitirse en estos días, pero no tiene que ir más allá de eso", resaltó.
"Creo fervientemente que tenemos que pensar que esto es un espectáculo deportivo único, no pasa más de ahí. No es vida o muerte esto, es un mensaje erróneo eso, muy malo para nuestra sociedad", añadió. Boca Juniors contará con su plantel estelar porque no tiene lesionados.
El único que estuvo en duda fue Pablo Pérez por molestias físicas, pero llegará sin problemas y podrá ser titular. El entrenador, Guillermo Barros Schelotto, alineará a los mismos once que jugaron ante el Palmeiras en el partido de vuelta de la semifinal.
Gallardo no podrá ingresar al estadio porque fue suspendido por la Conmebol por no haber respetado una sanción previa y dar indicaciones a sus jugadores en la vuelta de la semifinal ante el Gremio. Lo reemplazará Matías Biscay, segundo entrenador del equipo. Esa no será la única sensible baja del equipo. El capitán, Leonardo Ponzio, estará ausente por lesión.
Su lugar será ocupado por Bruno Zuculini o Ignacio Fernández. El resto de los habituales titulares están a disposición del entrenador, incluso Gonzalo Martínez, quien sufrió una gripe durante la semana. El partido de vuelta se disputará el domingo 24 de noviembre en el Monumental a las 3:00 p.m. (hora de Colombia), con la presencia en el palco del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
La "final del Siglo", el Superclásico más histórico entre Boca Juniors y Ríver Plate arranca mañana en La Bombonera con el partido de ida de una final de la Copa Libertadores que enfrenta por primera vez a los dos equipos más populares de Argentina, con el mundo por testigo.
Todas las miradas estarán fijas en lo que ocurra en el estadio del Boca Juniors desde las 3:00 p.m. (hora de Colombia), donde no habrá seguidores de Ríver por motivos de seguridad y por decisión de los presidentes de ambos clubes, que han argumentado que eso supondría reducir el aforo de ambos estadios para los hinchas locales.
El Xeneize llega a esta instancia al dejar en el camino al Libertad paraguayo (2-0 y 2-4) y a los brasileños Cruzeiro (2-0 y 1-1) y Palmeiras (2-0 y 2-2). River Plate, por su parte, dejó en el camino a los argentinos Racing Club (0-0 y 3-0) e Independiente (0-0 y 3-1) y al brasileño Gremio (0-1 y 1-2).
Después de la decepción del Mundial, la final entre los dos grandes argentinos es también una buena ocasión para que se reivindique la vigencia del modelo argentino, como ha destacado el técnico de Boca Guillermo Barros Schelotto. "Sabemos, y creo que no sé si se ha destacado tanto, que tanto Boca como River han puesto al fútbol argentino en un lugar donde nunca había llegado. Un fútbol argentino que a nivel de selección en los últimos años ha sido muy castigado, a nivel individual, y la misma selección por los resultados", sostuvo en rueda de prensa.
"Me parece que hoy Boca y River han llegado a un escalón que es importante destacar. Más allá de lo que pase en estas finales hemos puesto al fútbol argentino en lo más alto. Hoy el mundo habla de esta final y la verdad que es un logro muy importante", añadió.
En River Plate también son consientes de la importancia de una final histórica, que ofrecerá "la gloria absoluta", según destaca el técnico Marcelo Gallardo, que ha querido transmitir, al mismo tiempo, "un mensaje de paz". "Más allá del hecho histórico de enfrentarnos ante el rival de toda la vida en un acontecimiento único, es un espectáculo deportivo, tenemos que vivirlo así. Trasmitamos que es un partido de fútbol que tiene un montón de matices y de condimentos, que van a transmitirse en estos días, pero no tiene que ir más allá de eso", resaltó.
"Creo fervientemente que tenemos que pensar que esto es un espectáculo deportivo único, no pasa más de ahí. No es vida o muerte esto, es un mensaje erróneo eso, muy malo para nuestra sociedad", añadió. Boca Juniors contará con su plantel estelar porque no tiene lesionados.
El único que estuvo en duda fue Pablo Pérez por molestias físicas, pero llegará sin problemas y podrá ser titular. El entrenador, Guillermo Barros Schelotto, alineará a los mismos once que jugaron ante el Palmeiras en el partido de vuelta de la semifinal.
Gallardo no podrá ingresar al estadio porque fue suspendido por la Conmebol por no haber respetado una sanción previa y dar indicaciones a sus jugadores en la vuelta de la semifinal ante el Gremio. Lo reemplazará Matías Biscay, segundo entrenador del equipo. Esa no será la única sensible baja del equipo. El capitán, Leonardo Ponzio, estará ausente por lesión.
Su lugar será ocupado por Bruno Zuculini o Ignacio Fernández. El resto de los habituales titulares están a disposición del entrenador, incluso Gonzalo Martínez, quien sufrió una gripe durante la semana. El partido de vuelta se disputará el domingo 24 de noviembre en el Monumental a las 3:00 p.m. (hora de Colombia), con la presencia en el palco del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.