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Luis Sinisterra: miedos y triunfos colmados de gambetas

Convivió con el conflicto armado cuando era niño. Luchó a punta goles y está cerca de conquistar un título europeo con Feyenoord, mientras en su mente visualiza múltiples triunfos con la selección de Colombia.

25 de mayo de 2022 - 02:00 a. m.
El delantero colombiano Luis Sinisterra (der.) ha convertido 23 goles en la temporada con el Feyenoord de Róterdam.
El delantero colombiano Luis Sinisterra (der.) ha convertido 23 goles en la temporada con el Feyenoord de Róterdam.
Foto: Getty Images - BSR Agency
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El miedo más grande que ha sentido Luis Fernando Sinisterra Lucumí no fue en 2020 en el momento que se lesionó gravemente la rodilla y sabía que al menos estaría seis meses sin jugar, justo cuando antes había sido convocado por Carlos Queiroz para disputar un amistoso con la selección de Colombia contra Argelia.

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El miedo más grande de Sinisterra fue cuando tenía ocho años, estaba en el negocio de su padre y un grupo armado ilegal ingresó a los disparos a su natal Santander de Quilichao (norte del Cauca). Durante toda la noche, ambos, abrazados y escondidos, sintieron el temor. Estuvieron así hasta que amaneció y las ráfagas de bala cesaron.

En ese municipio, Luis Fernando creció en un ambiente colmado de problemáticas sociales, entre ellas la drogadicción y las pandillas delincuenciales. “Sí tuve amistades que se desviaron, pero me mantuve enfocado en llegar lejos en el fútbol”. Y es que su madre, Martha Leticia Lucumí Mina, “todo en mi vida”, le permitía jugar en las calles polvorosas si se portaba bien. A veces eso no sucedía y masticaba bronca por no poder ir a entrenar. Pero de a poco entendía que era por su bien, corregía su comportamiento y avanzaba.

Su cintura comenzó a desbordar rivales en el Colo Colo de Caloto y después en el Boca Juniors de Cali, de donde casi no puede salir por impedimentos del dirigente Hernando Ángel. Le tocó acudir a instancias legales para lograr irse al Once Caldas, club en el que solo necesitó 15 minutos de prueba para convencer a sus ojeadores de que era un distinto.

En 2016 debutó con el equipo de Manizales. Sus goles, asistencias y gambetas se comenzaron a hacer conocidas en el fútbol colombiano, y en 2018 el Feyenoord de Róterdam pagó US$2 millones por el 80 % de su pase. En su primera temporada ingresaba a los partidos desde el banco y en el final de ella fue convocado para disputar el Mundial Sub-20 de Polonia con la selección colombiana. Anotó doblete contra Tahití y se despidió en cuartos de final ante Ucrania.

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Para la 2019/20 era imposible darle tan pocos minutos en ese elenco de Países Bajos a un hombre tan desequilibrante, cuyo nombre se corea constantemente en el estadio. En ese curso fue elegido el mejor joven de la Liga Eredivise y el mejor futbolista del Feyenoord. Llegó la mencionada lesión, la recuperación y la reconsolidación.

A Sinisterra, quien el próximo 17 de junio cumplirá 23 años, lo ayudaron a mejorar las charlas que sostuvo en español con su exentrenador Giovanni Christiaan van Bronckhors, histórico lateral izquierdo del balompié neerlandés y quien se destacó en Fútbol Club Barcelona. Y es que al protagonista de estas letras, aunque es derecho, le gusta esa banda.

Es un diestro que recibe en el vértice del área rival y encara hacia el medio para sacar sus efectivos remates o asistir a sus compañeros. No obstante, también ha demostrado sus desbordes hacia afuera, sus enganches y sus centros con zurda. Además de sus diagonales y sus definiciones, que lo tienen como el jugador colombiano que más goles ha convertido en el exterior en la presente temporada.

Luis Sinisterra ha marcado 23 tantos en el actual curso, en el que con su magia ofensiva ha llevado al Feyenoord a la final de la Uefa Conference League, en la que enfrenta este miércoles (2:00 p.m., Espn) a la Roma de José Mourinho. De ganarla, sería el segundo título en su carrera, después de la Supercopa de los Países Bajos que conquistó en 2018.

Saldrá al césped del estadio de la ciudad de Tirana (Albania) recordando a otro reconocido exfutbolista que tuvo de entrenador de delanteros y que le corrigió movimientos dentro del área: Robin van Persie. “Fue genial. Aparte de ser un gran futbolista, es una excelente persona. Traté de aprender mucho de él, y de verdad que es algo que me quedará toda la vida. Me fijaba en su técnica, la manera como se movía dentro del campo. Y, más allá de eso, me sorprendió su humildad y tranquilidad. Él, a pesar de todo lo que ha conseguido, no se hace notar mucho y es de admirar. Jugamos en una posición parecida y traté de tomar lo mejor de él para mi carrera”.

Utilizado en una posición que no es la suya en las últimas convocatorias de Reinaldo Rueda en la selección de mayores, Luis Sinisterra es consciente de que debe seguir demostrando y que le quedan más oportunidades para cumplir el sueño de jugar una Copa del Mundo. Lo tiraron al campo con la camiseta tricolor para apagar un incendio que estaba consumado a causa del mal juego, y poco pudo hacer. Una gran motivación en el sendero hacia el 2026 sería gritar este miércoles: “Soy campeón”.

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