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                                                                                                                                Maradona, el conspirador político

                                                                                                                                Del futbolista se ha escrito mucho, pero no del jugador cercano a las mieles del poder y a las trampas de la política.

                                                                                                                                (FILES) In this file photo taken on November 04, 2005 Venezuelan President Hugo Chavez (R) jokes with Argentinian former football star Diego Armando Maradona during the "People's Summit" massive rally against the IV Summit of the Americas, in Mar del Plata, Argentina. Argentinian football legend Diego Maradona passed away on November 25, 2020. / AFP / STR
                                                                                                                                Foto: AFP - STR
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Ese es el Maradona que estuvo en Bogotá en abril de 2015, el personaje en “sus años declinantes”, valiéndome de palabras de Gay Talese, el cronista autor de El silencio del héroe, compendio de perfiles de las leyendas del deporte estadounidense lejos de los estadios y de la gloria, cuando volvieron al mundo de los mortales.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Maradona sí tenía algo de la sagacidad política del boxeador Muhammad Ali, quien también se acercó al dictador, paseó con él en limusina por la isla comunista y compartió tabacos Cohiba, como los que Diego llegó fumando hace cinco años a Bogotá. La dirigente política Piedad Córdoba lo recibió en medio de su ignorancia futbolística, pero con la alegría de contar con el personaje que le hacía falta para su movida política, con el cuestionado proceso de paz como trasfondo. Y Diego lo aceptó: “Soy una pieza más”.

                                                                                                                                Para hacer un viaje a los vaivenes de la condición humana hay muy pocos personajes como Maradona; por su narcisismo, su franqueza y, en especial, por esas declaraciones impulsivas, políticamente incorrectas que lo proyectaron, para bien o para mal, como protagonista político en América Latina.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Ali se negó a combatir en Vietnam y se transformó en símbolo contra el racismo, Maradona por convicción se hizo discípulo del Che Guevara, se lo tatuó en el brazo, se declaró abanderado de los “ninguneados” de la América Latina de Eduardo Galeano, se matriculó, sin medir implicaciones, en la izquierda y se apoyó en su “mano de Dios” para hablar hasta de los derechos argentinos sobre las islas Malvinas.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Él dijo en el Marriott que por la paz y contra el hambre también ha ido y seguirá yendo a hacer partidos benéficos a África. Durante la rueda de prensa, detrás de Maradona y Piedad Córdoba, que lucía una chaqueta del movimiento Poder Ciudadano, estaban las pantallas de Telesur, canal que le pagaba por lo que Villoro llamó un “folletín de excesos”. Maradona descubrió que la televisión era su más efectiva tribuna política.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Odiado o amado, Villoro decía que “todo es posible para Diego” gracias a la “contagiosa locura del fútbol”. Gústenos o no, se ganó un lugar en la historia. Si a Muhammad Ali lo subieron al pedestal junto a Martin Luther King y Malcolm X, muerto Maradona, ¿con quién compartirá purgatorio político?

                                                                                                                                *Versión de texto publicado en www.elespectador en 2015.

                                                                                                                                (FILES) In this file photo taken on November 04, 2005 Venezuelan President Hugo Chavez (R) jokes with Argentinian former football star Diego Armando Maradona during the "People's Summit" massive rally against the IV Summit of the Americas, in Mar del Plata, Argentina. Argentinian football legend Diego Maradona passed away on November 25, 2020. / AFP / STR
                                                                                                                                Foto: AFP - STR
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Ese es el Maradona que estuvo en Bogotá en abril de 2015, el personaje en “sus años declinantes”, valiéndome de palabras de Gay Talese, el cronista autor de El silencio del héroe, compendio de perfiles de las leyendas del deporte estadounidense lejos de los estadios y de la gloria, cuando volvieron al mundo de los mortales.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Maradona sí tenía algo de la sagacidad política del boxeador Muhammad Ali, quien también se acercó al dictador, paseó con él en limusina por la isla comunista y compartió tabacos Cohiba, como los que Diego llegó fumando hace cinco años a Bogotá. La dirigente política Piedad Córdoba lo recibió en medio de su ignorancia futbolística, pero con la alegría de contar con el personaje que le hacía falta para su movida política, con el cuestionado proceso de paz como trasfondo. Y Diego lo aceptó: “Soy una pieza más”.

                                                                                                                                Para hacer un viaje a los vaivenes de la condición humana hay muy pocos personajes como Maradona; por su narcisismo, su franqueza y, en especial, por esas declaraciones impulsivas, políticamente incorrectas que lo proyectaron, para bien o para mal, como protagonista político en América Latina.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Ali se negó a combatir en Vietnam y se transformó en símbolo contra el racismo, Maradona por convicción se hizo discípulo del Che Guevara, se lo tatuó en el brazo, se declaró abanderado de los “ninguneados” de la América Latina de Eduardo Galeano, se matriculó, sin medir implicaciones, en la izquierda y se apoyó en su “mano de Dios” para hablar hasta de los derechos argentinos sobre las islas Malvinas.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Él dijo en el Marriott que por la paz y contra el hambre también ha ido y seguirá yendo a hacer partidos benéficos a África. Durante la rueda de prensa, detrás de Maradona y Piedad Córdoba, que lucía una chaqueta del movimiento Poder Ciudadano, estaban las pantallas de Telesur, canal que le pagaba por lo que Villoro llamó un “folletín de excesos”. Maradona descubrió que la televisión era su más efectiva tribuna política.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En contexto: Los pecados de D10S

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Otro punto de referencia, evadiendo la eterna discusión de si fue mejor 10 que Pelé, es que las actitudes políticas del argentino fueron la antítesis del brasileño: “El ídolo dócil, manipulado por el sistema, incapaz de levantar la voz”, así descrito en Dios es redondo. Pelé fue ministro mientras Maradona jamás aceptó un puesto público y lo pensó mucho antes de equivocarse ejerciendo el derecho a ser vicepresidente de su amado club Boca Juniors.¿Quién imaginaba a Maradona como activista transnacional? Ni siquiera Villoro, porque en sus escritos apenas le otorga “la compensatoria posteridad de los escándalos noticiosos: sus declaraciones locas, sus tratamientos contra la droga, su imagen terrible y cautivadora”. Y se salía con la suya como si tuviera el balón bajo la zurda, regateando entre lo que le dejó el fútbol, su imagen de valla publicitaria y los favores del mundo del poder. Sin superar los vicios de la desmesura, desde la política alimentó su leyenda y se dio más potencial autodestructivo. A pesar de que muchos lo veían como un ser elemental, es evidente que entendía mejor que muchos el mundo globalizado y la manera de utilizarlo a favor de su nombre como marca comercial, al tiempo que hacía política por acción u omisión.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los resume su imagen de febrero de 2014: se declaró “soldado” chavista vestido con una camisa roja que tenía cosidas la bandera venezolana sobre un hombro y la argentina en el otro. Y en el pecho le habían bordado, a la izquierda, “Maduro presidente” y, a la altura del corazón, “Chávez comandante” y “Cristina K 2015”. Jorge Valdano, su amigo del Mundial México 86, advirtió: “Se escucha a Maradona como si también opinara con el pie izquierdo”. Así no lo admita en sus libros, Diego tenía la mayoría de “los once poderes del líder” que pregona Valdano. Saltan a la vista en el documental que le hizo Emir Kusturica en 2008.

                                                                                                                                Odiado o amado, Villoro decía que “todo es posible para Diego” gracias a la “contagiosa locura del fútbol”. Gústenos o no, se ganó un lugar en la historia. Si a Muhammad Ali lo subieron al pedestal junto a Martin Luther King y Malcolm X, muerto Maradona, ¿con quién compartirá purgatorio político?

                                                                                                                                *Versión de texto publicado en www.elespectador en 2015.

                                                                                                                                Por Nelson Fredy Padilla

                                                                                                                                Periodista desde 1989, magíster en escrituras creativas, autor de cinco libros, catedrático de periodismo y literatura desde 1995, y profesor de la maestría de escrituras creativas de la Universidad Nacional, del Instituto de Prensa de la SIP y de la Escuela Global de Dejusticia.@NelsonFredyPadinpadilla@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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