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Mastercard decidió “no activar” su patrocinio a la Copa América que se celebrará en Brasil, después de la negativa de Colombia y Argentina, y que ha generado una enorme polémica por la alta incidencia de la pandemia del coronavirus en el país.
“Después de un análisis criterioso, decidimos no activar nuestro patrocinio a la Copa América en Brasil”, indicó la multinacional estadounidense en una nota remitida a Efe.
De esta forma, Mastercard, que apoya la competición desde 1992, no expondrá su marca ni promoverá acciones publicitarias en esta edición de la Copa América, que empezará el próximo domingo y se extenderá hasta el 10 de julio en Brasil.
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Fuentes de la empresa subrayaron a Efe que Mastercard sigue siendo patrocinador oficial de la Copa América en virtud del contrato vigente, pero que optó por no exponer su marca en esta edición en concreto.
Además de la multinacional, Ambev, la filial brasileña de la multinacional belga AB InBev, la mayor cervecera del mundo, también anunció este miércoles que no exhibirá sus marcas en la Copa América por la pandemia de coronavirus que aún sigue fuera de control en Brasil.
“Ambev informa que sus marcas no estarán presentes en la Copa América. La compañía sigue con su compromiso y apoyo al fútbol brasileño”, indicó la compañía en un escueto comunicado.
El certamen, que en 2020 ya fue aplazado por la crisis sanitaria, iba a celebrarse inicialmente en Colombia y Argentina, pero ambos países perdieron la posibilidad de realizarlo por diversas razones.
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El primero por las graves protestas que ocurren en su territorio y el segundo por la crítica situación de sus hospitales por causa del coronavirus, similar a la de Brasil.
Fue entonces cuando Brasil aceptó acoger la competición a última hora, en una decisión que contó con el beneplácito del presidente Jair Bolsonaro y de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), y que fue criticada por los más diversos sectores políticos, desde la izquierda a la derecha moderada, y sanitarios.
Con más de 475.000 muertos y 17 millones de contagios, Brasil es el país de Latinoamérica más castigado por el SARS-CoV-2, el segundo del mundo con más óbitos y el tercero con más positivos, por detrás de Estados Unidos y la India.
En los últimos siete días, el gigante suramericano reportó cerca de 60.000 casos y unos 1.650 decesos diarios vinculados con la enfermedad.
En las cuatro ciudades-sede, Brasilia, Río de Janeiro, Cuiabá y Goiania, el sistema público de salud se encuentra fuertemente presionado con tasas de ocupación de las unidades de cuidados intensivos que van desde el 70 hasta el 90 %
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La semana pasada se especuló con un posible boicot por parte de los jugadores, encabezado por los brasileños, quienes finalmente optaron por disputar el torneo, aunque criticaron la forma en la que se ha organizado.
“Estamos en contra de la organización de la Copa América, pero nunca le diremos no a la selección brasileña”, afirmaron en un manifiesto los jugadores y técnicos al término del partido contra Paraguay por las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.
No obstante, la copa sigue en vilo, pues la Corte Suprema de Brasil analizará desde el próximo jueves dos recursos que piden la suspensión del torneo.