Megan Rapinoe: un legado de grandeza dentro y fuera de la cancha
La leyenda del fútbol estadounidense ha producido momentos memorables para su equipo, pero su impacto en las personas puede ser aún más importante.
Valentina Fajardo
A puertas de colgar los guayos, Megan Rapinoe, la legendaria jugadora de la selección de Estados Unidos no solo será recordada por su particular cabello azul, sino por lo valiosa que fue para el fútbol femenino. Con una personalidad inigualable, hizo parte de una generación de futbolistas que se encargó de mejorar el deporte y lograr un futuro mejor para quienes vienen en camino.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
A puertas de colgar los guayos, Megan Rapinoe, la legendaria jugadora de la selección de Estados Unidos no solo será recordada por su particular cabello azul, sino por lo valiosa que fue para el fútbol femenino. Con una personalidad inigualable, hizo parte de una generación de futbolistas que se encargó de mejorar el deporte y lograr un futuro mejor para quienes vienen en camino.
Le recomendamos: Lo que le falta al fútbol femenino en Colombia
Pero su legado va más allá de los títulos que sumó durante 15 años, entre ellos dos Mundiales Femeninos y una medalla de oro olímpica. Sin demeritar su carrera deportiva, será recordada por su activismo fuera de la cancha, ya sea por convertirse en una de las principales defensoras de la equidad salarial de género o levantando su voz para causas sociales.
En marzo de 2019, Rapinoe, que se define como una protesta ambulante, citó específicamente la lucha de la selección femenina estadounidense por la igualdad salarial como parte de la influencia del equipo. Juntas demandaron a US Soccer por discriminación de género, alegando que había una gran diferencia entre las ganancias brindadas a ellas respecto a las de la selección masculina.
Le tomó tres años de lucha y en 2022 se llegó a un acuerdo de equilibrar las ganancias y dividirlas en términos iguales. Debido al activismo de la selección de Estados Unidos y la presión que tenían encima, los altos directivos de la FIFA han aumentado su apoyo al fútbol femenino. Esto convirtió al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 en el más importante en lo que respecta a dar un paso adelante con la equidad en el balompié.
Le puede interesar: Estas son las 11 futbolistas que son madres y juegan en el Mundial Femenino 2023
Además de su búsqueda de hacer ver a las mujeres en el futbol, también ha sido una pieza clave de la lucha por los derechos de la comunidad LGBTI en el deporte. Rapinoe se declaró abiertamente homosexual en la edición de julio de 2012 de la revista ‘Out’, justo antes de los Juegos de Londres, donde llevaría al equipo de Estados Unidos a ganar la medalla de oro. Desde entonces ha abogado por hacer que sean tratados como iguales en el deporte y en todos los campos de la vida.
Aunque Megan es consciente de que su trabajo como activista se basó en su éxito como atleta, “nadie escucha a la mujer que terminó en segundo lugar. El equipo nacional femenino ha tenido durante mucho tiempo una plataforma porque es el equipo más exitoso en la historia de este deporte.”, admitió en una entrevista.
Rapinoe ha usado parte de su salario a organizaciones benéficas centradas en el deporte en todo el mundo; trabajó con la fundación American Civil Liberties Union (ACLU) e incluso se asoció con Boys and Girls Clubs en Seattle, donde juega fútbol.
Ganó la Bota de Oro y el Balón de Oro de la Copa del Mundo en 2019, cuando también fue nombrada jugadora del año de la FIFA. Incluso Rapinoe se convirtió en la primera jugadora de fútbol en recibir la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio civil más alto de EE. UU. otorgado a quienes hacen una “contribución especialmente meritoria a la seguridad o los intereses nacionales de los Estados Unidos, la paz mundial, la esfuerzos públicos o privados significativos”.
Lo invitamos a leer: Estados Unidos, eliminado por primera vez en los octavos del Mundial Femenino
Una vez se retire al final de esta temporada de la liga profesional de Estados Unidos, la jugadora de 38 años se puede ir más que satisfecha. La jugadora se va sin arrepentimientos, puede que el penal errado en este mundial ante Suecia sea algo que le cueste olvidar, pero no cambiaría nada de su carrera.
Puede que no haya más juegos, más prácticas ni más Copas del Mundo, pero siempre habrá errores que corregir, causas que defender e injusticias por las que luchar.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador