Mikel Arteta y sus métodos pocos convencionales para ser campeón con Arsenal
El estratega español contrató a unos carteristas para que les robaran a sus jugadores y así enseñarles sobre estar atentos ante cualquier imprevisto. La Premier League arranca el próximo fin de semana.
El estratega español Mikel Arteta, timonel del Arsenal, ya dio de que hablar y eso que todavía no arranca la temporada en la Premier League. Uno de sus propósitos para este nuevo ciclo es que sus dirigidos estén más atentos, por lo que implementó una estrategia cuando menos curiosa, informó un artículo del medio deportivo The Athletic.
Durante una cena del equipo, que debutará en la liga el próximo sábado 17 de agosto en la Liga, Arteta utilizó en secreto a un grupo de carteristas profesionales para que, sin que los jugadores se dieran por enterados, les robasen sus objetos de valor.
Al final de la comida, el estratega les pidió a sus dirigidos que revisaran sus bolsillos, momento en el que varios de ellos se percataron del robo que habían sufrido. El español quiere que su equipo esté atento ante cualquier circunstancia, sin importar el contexto.
Tras ser segundo en las últimas temporadas del campeonato inglés, Arteta quiere subir el escalón que le falta y espera controlar cada detalle que esté a su alcance. Como entrenador quiere llegar al trofeo que como jugador de los Gunners no pudo ganar y tiene los argumentos futbolísticos para lograrlo.
Por lo pronto, su equipo viene de lograr una victoria ante Bayer Leverkusen por 4-1. Pese a ser en un amistoso, es un resultado que le da confianza para lo que viene. Su pretemporada concluirá el próximo domingo, cuando reciba al Lyon francés en el Emirates Stadium.
Cada partido importa
Arsenal viene de quedar segundo en la anterior temporada de la Premier League. Apenas dos puntos lo separaron del Manchester City, que se quedó con el título. Una serie de tropezones en la segunda mitad de la temporada bastaron para que los londinenses se quedaran con las manos vacías.
En ese tipo de definiciones cualquier detalle importa. En el caso de los Gunners hubo un partido en el que perdieron la oportunidad de depender de sí mismos en la parte más crítica. Fue la caída (2-0) ante Aston Villa en condición de local —fecha 33 de 38—.
El primer gol de los villanos cayó por una descoordinación entre los centrales —Gabriel Magalhaes y William Saliba— y el portero David Raya. Ninguno pudo cortar un centro rastrero que terminó en el pie derecho de Leon Bailey, quien mandó la pelota al fondo de la red.
El cuadro londinense se desesperó tras encajar el gol y adelantó sus líneas. Jorginho intentó un pase entre líneas que fue interceptado en campo rival. Luego Youri Tielemans le lanzó un pelotazo a Ollie Watkins, que se fue en solitario desde la mitad de la cancha y firmó el segundo gol.
Ambos goles ocurrieron en un lapso de tres minutos. Las desatenciones en el fondo le costaron al Arsenal lo que habría sido su primera consagración en la Premier League desde la temporada 2003/2004. Por eso es que Arteta insiste en trabajar en la atención para la temporada que se viene.
El proceso de Arteta
Mikel Arteta llegó al Arsenal a finales de 2019, luego del despido de Unai Emery. Esa temporada su equipo finalizó en la octava casilla. En el ciclo 2020-2021 también quedó octavo y poco a poco fue consolidando una base de jugadores, en la que Bukayo Saka ha sido uno de los inamovibles en la nómina titular.
Ya en la 2021-2022, con la llegada de piezas como Martin Odegaard, Ben White, Gabriel Magalhaes y Gabriel Martinelli, el equipo de Arteta logró la quinta posición de la Premier League, lo que significó regresar a copas internacionales y una evolución respecto a sus primeros años.
A ese grupo de jugadores se sumaron después Gabriel Jesús y Oleksandr Zinchenko. Ya con un equipo más sólido y una idea de juego que se había fortalecido, el equipo que dirigía Arteta sorprendió y fue subcampeón de la temporada 2022/2023.
Por esa evolución no fue raro que el año pasado Arsenal estuviera en la pelea por el título. Su rendimiento en la Premier League es cada vez más parejo con el Manchester City de Pep Guardiola, ganador de seis de los últimas siete ediciones de la que muchos consideran como la mejor liga del mundo.
La temporada pasada, los Gunners y los Citizens lograron las mismas victorias. Las derrotas del cuadro londinense fueron las que impidieron celebrar el título en la fecha 38. Al Arsenal no le sirvió tanto como se esperaría haber sido el equipo que menos goles recibió.
En resumen, sufrió menos goles que el City, pero perdió más partidos. Las cinco derrotas puntuales, varias de ellas por un gol de diferencia y ante rivales de menor jerarquía, no dejaron que el título se quedara en el Emirates Stadium. Ser el equipo menos goleado habla de que la defensa es buena, pero no sirve de mucho mantener el arco en cero ante equipos como Tottenham y Manchester United, si contra Fulham o West Ham se concede.
En el otro arco la estadística puede mejorar, aunque ya es de las más destacadas. En el ciclo pasado, Arsenal marcó 91 goles, cinco menos que equipo de Guardiola. Con Gabriel Jesus ya recuperado de su lesión y el buen momento que atraviesan Kai Havertz y Leandro Trossard, la ilusión en Londres es palpable.
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El estratega español Mikel Arteta, timonel del Arsenal, ya dio de que hablar y eso que todavía no arranca la temporada en la Premier League. Uno de sus propósitos para este nuevo ciclo es que sus dirigidos estén más atentos, por lo que implementó una estrategia cuando menos curiosa, informó un artículo del medio deportivo The Athletic.
Durante una cena del equipo, que debutará en la liga el próximo sábado 17 de agosto en la Liga, Arteta utilizó en secreto a un grupo de carteristas profesionales para que, sin que los jugadores se dieran por enterados, les robasen sus objetos de valor.
Al final de la comida, el estratega les pidió a sus dirigidos que revisaran sus bolsillos, momento en el que varios de ellos se percataron del robo que habían sufrido. El español quiere que su equipo esté atento ante cualquier circunstancia, sin importar el contexto.
Tras ser segundo en las últimas temporadas del campeonato inglés, Arteta quiere subir el escalón que le falta y espera controlar cada detalle que esté a su alcance. Como entrenador quiere llegar al trofeo que como jugador de los Gunners no pudo ganar y tiene los argumentos futbolísticos para lograrlo.
Por lo pronto, su equipo viene de lograr una victoria ante Bayer Leverkusen por 4-1. Pese a ser en un amistoso, es un resultado que le da confianza para lo que viene. Su pretemporada concluirá el próximo domingo, cuando reciba al Lyon francés en el Emirates Stadium.
Cada partido importa
Arsenal viene de quedar segundo en la anterior temporada de la Premier League. Apenas dos puntos lo separaron del Manchester City, que se quedó con el título. Una serie de tropezones en la segunda mitad de la temporada bastaron para que los londinenses se quedaran con las manos vacías.
En ese tipo de definiciones cualquier detalle importa. En el caso de los Gunners hubo un partido en el que perdieron la oportunidad de depender de sí mismos en la parte más crítica. Fue la caída (2-0) ante Aston Villa en condición de local —fecha 33 de 38—.
El primer gol de los villanos cayó por una descoordinación entre los centrales —Gabriel Magalhaes y William Saliba— y el portero David Raya. Ninguno pudo cortar un centro rastrero que terminó en el pie derecho de Leon Bailey, quien mandó la pelota al fondo de la red.
El cuadro londinense se desesperó tras encajar el gol y adelantó sus líneas. Jorginho intentó un pase entre líneas que fue interceptado en campo rival. Luego Youri Tielemans le lanzó un pelotazo a Ollie Watkins, que se fue en solitario desde la mitad de la cancha y firmó el segundo gol.
Ambos goles ocurrieron en un lapso de tres minutos. Las desatenciones en el fondo le costaron al Arsenal lo que habría sido su primera consagración en la Premier League desde la temporada 2003/2004. Por eso es que Arteta insiste en trabajar en la atención para la temporada que se viene.
El proceso de Arteta
Mikel Arteta llegó al Arsenal a finales de 2019, luego del despido de Unai Emery. Esa temporada su equipo finalizó en la octava casilla. En el ciclo 2020-2021 también quedó octavo y poco a poco fue consolidando una base de jugadores, en la que Bukayo Saka ha sido uno de los inamovibles en la nómina titular.
Ya en la 2021-2022, con la llegada de piezas como Martin Odegaard, Ben White, Gabriel Magalhaes y Gabriel Martinelli, el equipo de Arteta logró la quinta posición de la Premier League, lo que significó regresar a copas internacionales y una evolución respecto a sus primeros años.
A ese grupo de jugadores se sumaron después Gabriel Jesús y Oleksandr Zinchenko. Ya con un equipo más sólido y una idea de juego que se había fortalecido, el equipo que dirigía Arteta sorprendió y fue subcampeón de la temporada 2022/2023.
Por esa evolución no fue raro que el año pasado Arsenal estuviera en la pelea por el título. Su rendimiento en la Premier League es cada vez más parejo con el Manchester City de Pep Guardiola, ganador de seis de los últimas siete ediciones de la que muchos consideran como la mejor liga del mundo.
La temporada pasada, los Gunners y los Citizens lograron las mismas victorias. Las derrotas del cuadro londinense fueron las que impidieron celebrar el título en la fecha 38. Al Arsenal no le sirvió tanto como se esperaría haber sido el equipo que menos goles recibió.
En resumen, sufrió menos goles que el City, pero perdió más partidos. Las cinco derrotas puntuales, varias de ellas por un gol de diferencia y ante rivales de menor jerarquía, no dejaron que el título se quedara en el Emirates Stadium. Ser el equipo menos goleado habla de que la defensa es buena, pero no sirve de mucho mantener el arco en cero ante equipos como Tottenham y Manchester United, si contra Fulham o West Ham se concede.
En el otro arco la estadística puede mejorar, aunque ya es de las más destacadas. En el ciclo pasado, Arsenal marcó 91 goles, cinco menos que equipo de Guardiola. Con Gabriel Jesus ya recuperado de su lesión y el buen momento que atraviesan Kai Havertz y Leandro Trossard, la ilusión en Londres es palpable.
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