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En la ciudad eterna, José Mourinho puede agrandar aún más su leyenda en el fútbol europeo si el próximo miércoles gana con la Roma el título de la Europa League frente al Sevilla en el Puskas Arena de Budapest, que sería su segundo trofeo continental consecutivo con los ‘Giallorossi’.
El sexagenario entrenador portugués presume de no haber perdido ninguna de sus cinco finales de competiciones europeas que ha disputado en las últimas dos décadas, lo que le ha convertido en el primer técnico en alcanzar una final europea con cuatro clubes diferentes.
No obstante, Mourinho sí perdió tres Supercopas europeas: en 2003 con el Oporto (1-0 ante el Milan), en 2013 con el Chelsea (en los penales contra al Bayern) y en 2017 con el Manchester United (2-1 frente al Real Madrid).
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Mourinho se dio a conocer en la escena europea cuando en 2003 llevó al Oporto al título de la Copa de la UEFA (predecesora de la Europa League) y a ganar la Liga de Campeones un año después, la primera de las dos ‘Orejonas’ que tiene el luso.
Dos décadas después, Mourinho puede levantar en Budapest su sexto trofeo europeo, el segundo con la Roma después de haber conquistado la pasada temporada la primera edición de la Conference League.
La capital italiana se ha convertido en un hogar feliz para un entrenador que parecía haber perdido su aura cuando en 2021 cerró su infructuosa etapa en el Tottenham.
“Mejor entrenador, mejor persona, mismo ADN. El ADN es motivación, es felicidad. Deseo por estos grandes momentos y algunos de estos sentimientos trato de transmitírselos a los muchachos”, declaró Mourinho el pasado jueves.
Pronte per Budapest 🔥#ASRoma #UELfinal pic.twitter.com/GTj9pDty8f
— AS Roma (@OfficialASRoma) May 29, 2023
“Creo que se puede ser cada vez mejor con tus experiencias... Pienso que tu cerebro se vuelve más agudo y la suma de conocimiento es mejor con el paso de los años”, continuó el luso.
“Te quedas estancado cuando pierdes la motivación; mi motivación va a más cada día... Creo que soy mejor ahora”, añadió.
Mourinho se ha convertido en un héroe para los ‘tifosi’ romanos después de dar a la entidad el primer título europeo, lo que llevó al veterano portugués a romper en lloros tras ganar al Feyenoord en la final de Tirana (1-0).
Fue el signo evidente de la conexión emocional que se ha establecido entre Mourinho y los hinchas de la Roma, que llevaban esperando desde 2008 a que su equipo ganase un título.
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El apasionado idilio recuerda a la historia de amor que vivió Mourinho con el Inter, cuando puso fin a trece años sin títulos con un histórico triplete (Champions, Serie A y Coppa) en 2010... para marcharse después al Real Madrid.
“Es así porque lo doy todo... La gente no es estúpida. En el caso de la Roma, creo que va más allá de ganar o de las finales europeas. Creo que se dan cuenta que me puse la camiseta y que lucho por ellos cada día”, reivindica heroico.
“Tal vez la gente piense que no puedes amar a cada club. Sí, amo a cada club porque también siento que ellos me aman. Con la Roma llegará un día que será difícil, pero permaneceremos conectados para siempre”.
¿Penúltimo partido?
La Roma llega a la final de Budapest en un estado de forma febril motivado por las constantes lesiones que han acompañado al equipo toda la temporada.
De los diez últimos partidos oficiales disputados, el equipo de Mourinho solo fue capaz de ganar los partidos del Olímpico de cuartos y semifinales de Europa League (4-1 al Feyenoord y 1-0 al Bayer Leverkusen, respectivamente). Dos triunfos que le valieron para meterse en la final de Budapest.
En la Serie A, solo ha sumado 4 de los últimos 21 puntos posible, lo que deja a la Roma sin posibilidad de clasificarse para la próxima Liga de Campeones... salvo que gane al Sevilla.
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El resultado en Budapest podría condicionar el futuro de Mourinho en Roma, que no está asegurado más allá de esta temporada, por lo que la final europea podría ser su penúltimo partido como entrenador ‘giallorosso’, antes de una eventual despedida en el Olímpico el próximo domingo ante el Spezia.
Del Inter también se marchó tras su segunda temporada y con un título europeo.
“En lo único que estoy centrado es en la final. No estoy pensando ni en mi futuro ni en nada más. Todo es secundario cuando tienes que jugar una final”, ha dicho el portugués.
“No estoy pensando en mí mismo, estoy pensando en los jugadores y los hinchas... Queremos jugar y el miércoles estaremos allí”.
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