Nacional, el rey de copas

Con 15 estrellas en su escudo por campeonatos alcanzados en Colombia y dos más de la Copa Libertadores, entre otros títulos, no cabe duda de que Atlético Nacional es el primer equipo del país. Los héroes del presente, encabezados por su técnico Reinaldo Rueda, su guardameta Franco Armani o su capitán Alexis Henríquez, pasarán a la memoria de sus aficionados. Pero es tan notable su historia, que hacen falta páginas para recordar a todos los vencedores de la escuadra verde de Antioquia.

Surgido inicialmente en el barrio Buenos Aires hacia 1935, el equipo cobró primera identidad en marzo de 1947 bajo el nombre de Club Atlético Municipal de Medellín. No obstante, a partir de 1950 pasó a llamarse Atlético Nacional. No estaba distante de su primera gloria. Sobrevino en 1954 de la mano del técnico argentino Fernando Paternoster, y entre el grupo de campeones quedó su primer ídolo: Humberto el Turrón Álvarez, considerado el mejor jugador colombiano de los años 50.

Luego pasaron 19 años de sequía, hasta 1973, cuando un equipo orientado por el paraguayo César López Fretes sumó la segunda estrella. Con Raúl Navarro en la puerta, el Mono Gerardo Moncada, Francisco Maturana, Abel Álvarez, Tito Gómez, Jorge Hugo Fernández, Hugo Horacio Lóndero o Gustavo Santa, entre otros, ese título abrió el camino de una nueva historia. La prueba es que tres años después, en 1976, repitió con una generación inolvidable.

Era el comienzo de la era del técnico argentino Osvaldo Juan Zubeldía, con una dupla de centrales históricos integrada por Francisco Maturana y Miguel Ángel el Zurdo López, y una plantilla de baluartes como el samario Eduardo Retat, el argentino Jorge Olmedo, el Comanche Salgado o el goleador Eduardo Emilio Vilarete. Cinco años después, en 1981, el proceso de Zubeldía había dado como resultado un kínder de talentos que hizo historia con la cuarta estrella para su divisa.

De ese grupo varios se hicieron técnicos, Hernán Darío Herrera, Pedro Sarmiento, Norberto Peluffo, Víctor Luna y, junto a ellos, el argentino Lorenzo Carrabs y los peruanos César Cueto y Guillermo La Rosa. Desafortunadamente, en enero de 1982 falleció en Medellín el técnico Zubeldía, se rompió el proceso y tuvieron que pasar diez años para volver a ser campeones. No obstante, antes de la esperada quinta estrella llegó la consagración internacional de 1989.

Con la conducción de Francisco Maturana, ese año llegó la Copa Libertadores. El equipo era la base de la selección. Con René Higuita, Leonel Álvarez, Alexis García, Luis Alfonso Fajardo, Luis Carlos Perea, entre otros. Con el curso de los años la borrasca de la violencia se llevó a tres de aquellos héroes: Andrés Escobar, Albeiro Usurriaga y Felipe Pérez. Maturana migró a la selección y su pupilo El Bolillo Gómez tomó el equipo y lo hizo campeón en 1991.

Fue la quinta estrella con el combo de la Libertadores y la nueva generación encabezada por Mauricio Serna, Faustino Asprilla, Chonto Herrera, Gabriel Jaime Barrabás Gómez y Víctor Hugo Aristizábal. La misma base del título de 1994, con un equipo dirigido por Juan José Peláez y la intervención de Herman Carepa Gaviria, Édgar Cataño, Víctor Marulanda y Álex Comas. Luego, en 1999, otro campeonato, esta vez con el sello del estratega Luis Fernando Suárez.

Fue el combo de Miguel Calero, Chaca Palacios, Néider Morantes, Samuel Vanegas, Campero Álvarez o Dúmar Rueda que cerraron un ciclo exitoso y anunciaron lo que se venía cuando los campeonatos se volvieron de seis meses: la sucesión de triunfos. En 2005, con Santiago Escobar como timonel y la aparición de Camilo Zúñiga, Cristian Marrugo o Hugo Soto. Los dos títulos de 2007 con Héctor Quintabani y el camino abierto a David Ospina, Carmelo Valencia y Leao Ramírez.

Y luego la última década en la que Atlético Nacional no se cansa de acumular victorias. En 2011 cerró consagrando en la instancia final al guardameta argentino Gastón Pezzuti, los tres títulos de Juan Carlos Osorio entre 2013 y 2014 o el campeonato de 2015 con Reinaldo Rueda. Quince estrellas en su escudo y en los últimos tiempos una pléyade de jugadores consagrados. Franco Armani, Edwin Cardona, Jefferson Duque, Dorlan Pabón, Víctor Ibarbo, Macnelly Torres y Orlando Berrío.

Ahora, Atlético Nacional vuelve a ser el campeón de América y, con sobrados méritos, el Rey de Copas en Colombia. La lista de héroes sigue aumentando porque cuando pasen los años la historia hablará de Davinson Sánchez, Farid Díaz, Alexánder Mejía, Miguel Ángel Borja, Daniel Bocanegra, Sebastián Pérez y Andrés Ibargüen. El equipo verde de Antioquia que, orientado por Reinaldo Rueda, vuelve a darle al país un lugar meritorio entre las grandes hazañas del fútbol.

Con casi 70 años de historia oficial y unos cuantos más desde que los pioneros organizaron el equipo Unión en la entonces llamada manga de Don Pepe, el Atlético Nacional ya es mucho más que un símbolo deportivo de Colombia. “Ahí salen los duros, llegaron los fuertes, se visten de verde, qué equipo serán”, cantan hoy con euforia sus hinchas ganadores y muchos colombianos, sin olvidar sus amores y divisas, responden de memoria y con júbilo: “Oh, oh, oh mi Nacional, y olé, olé, mi Nacional”.

Con 15 estrellas en su escudo por campeonatos alcanzados en Colombia y dos más de la Copa Libertadores, entre otros títulos, no cabe duda de que Atlético Nacional es el primer equipo del país. Los héroes del presente, encabezados por su técnico Reinaldo Rueda, su guardameta Franco Armani o su capitán Alexis Henríquez, pasarán a la memoria de sus aficionados. Pero es tan notable su historia, que hacen falta páginas para recordar a todos los vencedores de la escuadra verde de Antioquia.

Surgido inicialmente en el barrio Buenos Aires hacia 1935, el equipo cobró primera identidad en marzo de 1947 bajo el nombre de Club Atlético Municipal de Medellín. No obstante, a partir de 1950 pasó a llamarse Atlético Nacional. No estaba distante de su primera gloria. Sobrevino en 1954 de la mano del técnico argentino Fernando Paternoster, y entre el grupo de campeones quedó su primer ídolo: Humberto el Turrón Álvarez, considerado el mejor jugador colombiano de los años 50.

Luego pasaron 19 años de sequía, hasta 1973, cuando un equipo orientado por el paraguayo César López Fretes sumó la segunda estrella. Con Raúl Navarro en la puerta, el Mono Gerardo Moncada, Francisco Maturana, Abel Álvarez, Tito Gómez, Jorge Hugo Fernández, Hugo Horacio Lóndero o Gustavo Santa, entre otros, ese título abrió el camino de una nueva historia. La prueba es que tres años después, en 1976, repitió con una generación inolvidable.

Era el comienzo de la era del técnico argentino Osvaldo Juan Zubeldía, con una dupla de centrales históricos integrada por Francisco Maturana y Miguel Ángel el Zurdo López, y una plantilla de baluartes como el samario Eduardo Retat, el argentino Jorge Olmedo, el Comanche Salgado o el goleador Eduardo Emilio Vilarete. Cinco años después, en 1981, el proceso de Zubeldía había dado como resultado un kínder de talentos que hizo historia con la cuarta estrella para su divisa.

De ese grupo varios se hicieron técnicos, Hernán Darío Herrera, Pedro Sarmiento, Norberto Peluffo, Víctor Luna y, junto a ellos, el argentino Lorenzo Carrabs y los peruanos César Cueto y Guillermo La Rosa. Desafortunadamente, en enero de 1982 falleció en Medellín el técnico Zubeldía, se rompió el proceso y tuvieron que pasar diez años para volver a ser campeones. No obstante, antes de la esperada quinta estrella llegó la consagración internacional de 1989.

Con la conducción de Francisco Maturana, ese año llegó la Copa Libertadores. El equipo era la base de la selección. Con René Higuita, Leonel Álvarez, Alexis García, Luis Alfonso Fajardo, Luis Carlos Perea, entre otros. Con el curso de los años la borrasca de la violencia se llevó a tres de aquellos héroes: Andrés Escobar, Albeiro Usurriaga y Felipe Pérez. Maturana migró a la selección y su pupilo El Bolillo Gómez tomó el equipo y lo hizo campeón en 1991.

Fue la quinta estrella con el combo de la Libertadores y la nueva generación encabezada por Mauricio Serna, Faustino Asprilla, Chonto Herrera, Gabriel Jaime Barrabás Gómez y Víctor Hugo Aristizábal. La misma base del título de 1994, con un equipo dirigido por Juan José Peláez y la intervención de Herman Carepa Gaviria, Édgar Cataño, Víctor Marulanda y Álex Comas. Luego, en 1999, otro campeonato, esta vez con el sello del estratega Luis Fernando Suárez.

Fue el combo de Miguel Calero, Chaca Palacios, Néider Morantes, Samuel Vanegas, Campero Álvarez o Dúmar Rueda que cerraron un ciclo exitoso y anunciaron lo que se venía cuando los campeonatos se volvieron de seis meses: la sucesión de triunfos. En 2005, con Santiago Escobar como timonel y la aparición de Camilo Zúñiga, Cristian Marrugo o Hugo Soto. Los dos títulos de 2007 con Héctor Quintabani y el camino abierto a David Ospina, Carmelo Valencia y Leao Ramírez.

Y luego la última década en la que Atlético Nacional no se cansa de acumular victorias. En 2011 cerró consagrando en la instancia final al guardameta argentino Gastón Pezzuti, los tres títulos de Juan Carlos Osorio entre 2013 y 2014 o el campeonato de 2015 con Reinaldo Rueda. Quince estrellas en su escudo y en los últimos tiempos una pléyade de jugadores consagrados. Franco Armani, Edwin Cardona, Jefferson Duque, Dorlan Pabón, Víctor Ibarbo, Macnelly Torres y Orlando Berrío.

Ahora, Atlético Nacional vuelve a ser el campeón de América y, con sobrados méritos, el Rey de Copas en Colombia. La lista de héroes sigue aumentando porque cuando pasen los años la historia hablará de Davinson Sánchez, Farid Díaz, Alexánder Mejía, Miguel Ángel Borja, Daniel Bocanegra, Sebastián Pérez y Andrés Ibargüen. El equipo verde de Antioquia que, orientado por Reinaldo Rueda, vuelve a darle al país un lugar meritorio entre las grandes hazañas del fútbol.

Con casi 70 años de historia oficial y unos cuantos más desde que los pioneros organizaron el equipo Unión en la entonces llamada manga de Don Pepe, el Atlético Nacional ya es mucho más que un símbolo deportivo de Colombia. “Ahí salen los duros, llegaron los fuertes, se visten de verde, qué equipo serán”, cantan hoy con euforia sus hinchas ganadores y muchos colombianos, sin olvidar sus amores y divisas, responden de memoria y con júbilo: “Oh, oh, oh mi Nacional, y olé, olé, mi Nacional”.