Giovanni Simeone (derecha) celebra con sus compañeros uno de los goles en la victoria de Napoli contra Roma.
Foto: EFE - CIRO FUSCO
Ya decía Rilke que ningún sentimiento es definitivo, por eso cada momento de dicha y esperanza debe aprovecharse y estirarse al máximo. En las manos del Napoli está la ilusión de una ciudad que en sus calles el azul celeste impera más que en el mismo cielo. El Scudetto de la Serie A está más cerca que nunca. Todos lo sueñan, pero ninguno lo manifiesta en palabras con seguridad porque si hay algo en lo que la superstición parezca pesar es en el fútbol.
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