No son casos aislados: Vinícius y el racismo en los estadios de España

El fútbol español tiene un problema de racismo, dijo el presidente de la federación de fútbol, Luis Rubiales, el lunes, haciéndose eco de las críticas de Brasil después de que el Real Madrid presentara una denuncia por un delito racial tras los insultos lanzados contra su delantero brasileño Vinícius Jr.

El fútbol español tiene un problema de racismo, dijo el presidente de la federación de fútbol, Luis Rubiales, el lunes, haciéndose eco de las críticas de Brasil después de que el Real Madrid presentara una denuncia por un delito racial tras los insultos lanzados contra su delantero brasileño Vinícius Jr.

LaLiga quedó en el ojo del huracán después de que el futbolista brasileño, harto de que estas situaciones se sigan presentando, volvió a denunciar la falta de efectividad del fútbol español para erradicar a quienes discriminan. El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, la Fifa y otras estrellas deportivas como el delantero francés Kylian Mbappé y el piloto de F1 Lewis Hamilton se sumaron a las denuncias .

No fue una situación nueva para el brasileño, quien suele ser uno de los jugadores de la liga española que más recibe insultos. Su fuerte personalidad, que algunos consideran provocadora, lo convierten en objeto de todo tipo de ataques. En el partido entre el conjunto merengue y Valencia, disputado en Mestalla el pasado domingo, algo hizo clic en el futbolista carioca y exigió resultados en la lucha contra el racismo.

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“No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga”, puntualizó el futbolista. “Lo siento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas. Y desafortunadamente, para todo lo que sucede cada semana, no tengo defensa”.

Ante los comentarios del futbolista, Javeir Tebas, presidente de LaLiga, respondió “No te dejes manipular y asegúrate de entender bien las competencias de cada uno y el trabajo que venimos haciendo”. Vinícius se molestó ante tales declaraciones y replicó “una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme”.

La policía española anunció este martes la detención en Valencia de tres jóvenes sospechosos de haber proferido insultos racistas contra el atacante brasileño durante el partido del domingo. Asimismo, detuvieron a cuatro personas más relacionadas con el muñeco que apareció colgado en un puente, en el mes de enero, haciendo alusión al delantero merengue.

Los insultos racistas que ha padecido el joven jugador del Real Madrid son otro mal recuerdo de una extensa sumatoria de situaciones similares, de las que futbolistas de clase mundial como Ronaldo, Roberto Carlos y Samuel Eto’o no estuvieron exentos.

En marzo de 2005, el legendario delantero brasileño del Real Madrid, Ronaldo Nazario, lanzó una botella de agua a aficionados del Málaga tras ser víctima de insultos racistas. Días antes, en esa misma ciudad, el delantero costarricense del equipo malagueño Paulo César Wanchope golpeó a un aficionado de su club por imitar gritos de monos.

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Samuel Eto’o, ídolo en el Barcelona, fue víctima de varios episodios de racismo. En 2004 el delantero camerunés lanzó el balón al público de Getafe tras ser el blanco de gritos imitando simios. Semanas más tarde, contra el Albacete, volvió a sufrir insultos racistas. En 2005, el delantero camerunés celebró un gol imitando a un mono.

Ese mismo año, contra Zaragoza, también agotado por los constantes ataques. “¡No juego más!”, dijo al árbitro, que intentó convencerle de responder quedándose en el terreno de juego. Tras la intervención de varias personas, Eto’o cambió su decisión y acabó el partido. Días más tarde, la Real Federación Española de Fútbol multó al club aragonés.

Los colombianos no han estado exentos de este tipo de episodios, siendo el más reciente el que sufrió la cundinamarquesa Mayra Ramírez, jugadora del Levante, quien recibió insultos racistas procedentes de la grada del estadio José Kubala en el partido de octavos de final de la Copa de la Reina del fútbol español entre el Alhama y el Levante.

“¡Mono Parrales, comes con las manos o qué, animal!”, le gritaron a la colombiana desde la grada del estadio murciano. La árbitra central del compromiso se vio obligada a pausar el partido en el minuto 85 de partido y llamó a la Guardia Civil al terreno de juego para dialogar sobre la situación y, tras algo más de tres minutos, se reanudó el partido.

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Años atrás, en 2018, el vallecaucano Jefferson Lerma fue víctima de un insulto racista. El jugador del Levante aseguró que Iago Aspas lo llamó “negro de mierda”, durante el duelo en que su equipo (Levante) perdió 1-0 ante el Celta de Vigo.

“Creo que estos actos de racismo no pueden existir. Creo que Aspas me ha dicho negro de mierda. Esto no puede pasar. Las medidas las han de tomar otras personas. Hoy me ha tocado a mí, pero no puede pasar”, comentó el colombiano tras el partido.

Lo del racismo está lejos de ser un problema nuevo, de hecho, cuando Freddy Rincón jugó en Real Madrid, por allá entre 1995 y 1996, también fue objeto de abusos raciales por parte de los hinchas, en ese caso, los del conjunto merengue.

“El racismo es una cuestión que ha pasado conmigo y con muchos otros jugadores. Lo han intentado frenar, pero, infelizmente, se sigue escuchando algunas veces de esa enfermedad”, comentó el Coloso de Buenaventura en una entrevista que le hizo Marca en 2012- “Un periodo muy triste, porque era una época de racismo muy marcado que había en aquel entonces”.

Junto a Italia, la liga de España es de las que más problemas ha enfrentado a la hora de erradicar los ataques racistas. “Es un momento importante para tomar medidas drásticas. Las instituciones tienen una oportunidades, sobre todo ahora, para tomar medidas radicales en este tema importante”, subrayó Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid.

Mientras episodios como el del domingo en Mestalla se sigan tomando como casos aislados, es difícil que este tipo de actos de discriminación sean erradicados. Protocolos como el de la Concacaf contra la homofobia, que alejó un grito homofóbico que tenían los hinchas mexicanos, pueden ser una alternativa para combatir a los intolerantes.

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