Palestino, más que un club de fútbol

En Chile, Millonarios busca una victoria que lo mantenga con posibilidades de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores. En frente tendrá al Club Deportivo Palestino, que no ha sumado puntos en lo que va de la fase de grupos y que cuenta con una historia particular, pues no solo representa a un grupo de hinchas, sino a todo un país al otro lado del mundo.

En Chile, Millonarios busca una victoria que lo mantenga con posibilidades de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores. En frente tendrá al Club Deportivo Palestino, que no ha sumado puntos en lo que va de la fase de grupos y que cuenta con una historia particular, pues no solo representa a un grupo de hinchas, sino a todo un país al otro lado del mundo.

Este modesto equipo chileno nació en Santiago hace 103 años. Fue fundado por la comunidad palestina que recaló en la capital chilena a principios del siglo XX huyendo del Imperio Otomano. La mayoría de ellos eran cristianos y tenían su origen en las localidades de Belén, Beit Yala y Beit Sahur, en la actual Cisjordania. Se estima que medio millón de sus descendientes viven hoy en el país austral.

Palestino, también conocido como El Tino-Tino o Los Árabes, es uno de los tres equipos de la Primera División de Chile que fueron fundados por comunidades migrantes. Los otros son Unión Española y Audax Italiano, con quienes disputa el denominado Clásico de Colonias. Cuando el estado de Israel fue creado (1948), el club chileno ya tenía 28 años de existencia. Ha cobrado relevancia internacional con el paso de los años, más por reivindicar la causa palestina, que por sus resultados deportivos.

Aunque es el sexto equipo con más puntos en la historia del fútbol chileno, apenas han logrado ganar dos títulos de liga local. Juega en el Estadio La Cisterna, de Santiago, que no cuenta con aval de la Conmebol para acoger partidos internacionales. Por esa razón, el partido de esta tarde contra Millonarios se jugará en Coquimbo, una ciudad a más de 400 km al norte de la capital chilena.

Segunda selección nacional

Para la Autoridad Nacional Palestina, el equipo ha sido denominado como su “segunda selección nacional”. Cuando El Árabe atravesó una crisis económica a principios de los 2000, el líder palestino de aquel entonces, Yasser Arafat, envió una carta pidiendo por su no desaparición. Mahmoud Abbas, primer presidente del Estado de Palestina —de reconocimiento limitado—, ha estado muy pendiente de los logros del equipo e incluso visitó La Cisterna en 2018.

“Es más que solo un equipo de fútbol; representan a una nación orgullosa que lucha por la libertad, la justicia y la independencia. Palestino es el legado de esos inmigrantes que tuvieron que dejar su patria, pero la mantuvieron en sus corazones, creando este equipo para recordarle a todos que Palestina existe”, escribió Abbas sobre el club en una carta enviada hace casi seis años.

Los árabes llevan los colores del país en su indumentaria y en el pecho portan el patrocinio del Banco de Palestina. Con esos distintivos, su uniforme se ha convertido en una pieza de colección para algunos los que simpatizan con la causa palestina, ya sean aficionados al fútbol o no.

Además, ha pasado que algunos futbolistas, chilenos de nacimiento, pero con sangre árabe en sus venas, jugaron no solo para el onceno, sino también para la selección nacional de Palestina. Han sumado minutos en la Copa Asiática y las eliminatorias mundialistas. Entre estos están Edgardo Abdalá, Jonathan Cantillana y Pablo Tamburrini.

Activismo

Palestino ha servido como una plataforma dentro del fútbol para hablar sobre el conflicto árabe-israelí, en el que el estado de reconocimiento limitado es un actor clave. Por ejemplo, desde que se recrudecieron los enfrentamientos en la Franja de Gaza en octubre del año pasado, El Tino-Tino ha desplegado mensajes que piden por el alto al fuego ante la intensa campaña militar que desplegó el ejército israelí como respuesta a los ataques terroristas de Hamás.

Se estima que más de 35 mil gazatíes han muerto en los últimos seis meses como consecuencia de los bombardeos. En homenaje a las víctimas, durante algunos partidos cerraron parte de su estadio. “Decidimos que tuviéramos un espacio en nuestra tribuna y dejarla vacía en memoria de quienes ya no están, como un gesto del apoyo al pueblo Palestino y lo que está pasando en Gaza”, comentó Jorge Uauy, presidente del club.

En 2014 hubo una especie de controversia cuando el equipo estrenó una camiseta en la que el dorsal 1 fue sustituido con la silueta del mapa del territorio palestino antes de la conformación del Estado de Israel. El Tribunal de Disciplina de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional sancionó al club con una multa y lo obligó a rediseñar las camisetas.

Es normal que las hinchadas repitan el lema “más que un equipo, todo un pueblo”, pero en pocos casos tales palabras tienen tanto significado como en el caso del Club Deportivo Palestino.

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