Porque esto es África: la Copa Africana entra en su recta final

El fútbol es el mismo sin importar si se juega en el estadio de Wembley (Londres), El Campín de Bogotá o el Alassane Ouattara, de Abiyán, pero no se vive de la misma manera en esas diferentes latitudes. Por ejemplo, las sorpresas, la pasión, la música y el dramatismo han estado a flor de piel en Costa de Marfil desde el 12 de enero, por la Copa Africana de Naciones, (CAN).

El fútbol es el mismo sin importar si se juega en el estadio de Wembley (Londres), El Campín de Bogotá o el Alassane Ouattara, de Abiyán, pero no se vive de la misma manera en esas diferentes latitudes. Por ejemplo, las sorpresas, la pasión, la música y el dramatismo han estado a flor de piel en Costa de Marfil desde el 12 de enero, por la Copa Africana de Naciones, (CAN).

Así como las vuvuzelas fueron protagonistas en el Mundial de Sudáfrica 2010, las tribunas en esta CAN han tenido el sello del continente del que surgió la humanidad. Varios de los equipos de mayor convocatoria, en especial las naciones subsaharianas, han acompañado a los suyos con grupos de hinchas coordinadamente uniformados, pintados y bailando al mismo son.

También los protagonistas en el campo llegaron a los estadios a su manera. Planteles como Angola o Nigeria llegaron a los vestuarios en son de celebración. Uno de sus jugadores lleva un parlante y los otros cantan y bailan junto a él.

De las 24 selecciones que se citaron en suelo marfileño con el sueño de lograr la consagración continental , solo quedan cuatro con vida. Este miércoles se definen los finalistas de un torneo que dañó apuestas.

La maldición de los favoritos

Senegal —el vigente campeón—, Marruecos —cuarto en Catar 2022— y Egipto, el más veces ganador de este certamen, quedaron eliminados en los octavos de final. Ghana, Camerún y Túnez, los otros representantes africanos en el último Mundial, también sufrieron eliminaciones tempranas.

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Las inesperadas despedidas de algunos de esos planteles no han dejado contentos a muchos de sus hinchas, quienes inundados de decepción atacaron a sus propios jugadores. Los escándalos y las curiosidades han estado al orden del día.

El irlandés Chris Hughton, ahora exentrenador de Ghana, fue increpado y agredido por un grupo de aficionados. Argelia, que también se despidió en fase de grupos, tuvo que refugiarse en su hotel tras ser perseguido por sus seguidores, quienes trataron de ingresar a la fuerza al recinto con intenciones nada amigables ante los malos resultados.

Al igual que muchos apasionados de este lado del mundo, los hinchas. Así como acá las cábalas y la superstición tiene un lugar dentro del folclor futbolero, allá también encuentran la manera de jugar su porción del partido fuera de las canchas y ahí es donde toma protagonismo la brujería.

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La Confederación Africana de Fútbol (CAF) tomó cartas en ese asunto en 2008 cuando dijo no estar dispuesta a “ver médicos brujos en la cancha”. Desde entonces las diferentes federaciones africanas desalientan prácticas de ese estilo, al menos de manera pública.

Nigeria, el que sí cumplió

Solo Nigeria tuvo una actuación acorde a lo esperado entre los candidatos y son el semifinalista de mejor rendimiento y el que es más difícil de vulnerar. Apenas recibió un gol en contra en sus anteriores cinco partidos.

Los hinchas nigerianos confían en que Victor Osimhen (Napoli) y Ademola Lookman (Atalanta) logren descifrar el cerrojo de Sudáfrica, que tiene a ocho de sus titulares en el mismo club, el Mamelodi Sundowns de Pretoria. Son el único combinado nacional de los cuatro mejores que tiene a la mayoría de su plantel jugando en el continente africano, los demás planteles están conformados en su mayoría por jugadores de las cinco grandes ligas de Europa.

Los bafana bafana ya dejaron en el camino a Marruecos y se hacen fuertes en los penaltis, pues su portero Ronwen Williams atajó cuatro penaltis en la definición desde los 12 pasos ante Cabo Verde, otra de las sorpresas.

Para el estratega de Nigeria, José Peseiro, antes timonel de Venezuela, este duelo es la oportunidad de consolidar su proceso. Meses antes del torneo el técnico portugués estuvo al borde de perder su cargo. La Federación de ese país incluso planteó hacer una votación telefónica para decidir su continuidad en el cargo.

Viacrucis de los locales

Costa de Marfil, el cuadro anfitrión, ha tenido una Copa Africana con altos y bajos. Tras perder 4-0 con Guinea Ecuatorial, su seleccionador Jean-Louis Gasset fue despedido porque parecía que quedaban eliminados en primera ronda. En varios puntos del país se reportaron hechos vandálicos por el papelón.

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Sin embargo, dos goles en tiempo de descuento de Mozambique a Ghana, en otro grupo le permitieron a los marfileños avanzar como el peor de los mejores terceros. Al no tener D.T. en propiedad, preguntaron por Hervé Rénard, el técnico de la selección femenina de Francia, a quien la federación de ese país no quiso prestar.

Sin nadie libre, Emerse Faé, uno de los asistentes técnicos, asumió las riendas para enfrentar a Senegal en la ronda de eliminación directa. Lograron imponerse en los penaltis ante los vigentes campeones y en cuartos se deshicieron de Mali (2-1), con gol al minuto 120 incluido. Dramático.

Su rival en la semifinal esta tarde es la República Democrática del Congo, que ganó recién su primer partido en los cuartos de final (3-1 vs. Guinea). Empató todos sus partidos en la primera ronda y dio un golpe de autoridad en octavos tras eliminar a Egipto, que no pudo contar con Mohamed Salah por lesión.

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