Qué bueno volverte a ver, Neymar
Después de 370 días de ausencia por lesión, el astro brasileño regresó a un campo de juego. ¡Sonríe el fútbol mundial!
Kevin Stiven Ramírez Quintero
“¡Agárrate, agárrate! ¡Bienvenido fútbol, señores!”…
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Este lunes es una fecha para celebrar. Como en su momento lo fue el regreso de Pablo Aimar a River Plate en 2015, hoy el mundo del fútbol festeja el retorno de una de sus más grandes estrellas: Neymar Jr.
Después de 370 días de ausencia, tras aquella triste noche del 17 de octubre de 2023, cuando sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior y el menisco de su rodilla izquierda en el partido de Eliminatorias entre Brasil y Uruguay (0-2), el genio brasileño volvió a pisar un campo de juego.
Con 32 años, vestido de azul y con el dorsal 10 en la espalda, Neymar jugó un partido de la Liga de Campeones de Asia con el Al Hilal frente al Al Ain de Emiratos Árabes.
Su familia, presente en la tribuna, lo acompañaba con sonrisas, mientras él, con una mezcla de nervios y emoción, jugó los últimos quince minutos del encuentro. En ese tiempo, Neymar ofreció una pincelada de su talento: tras una rápida combinación con el serbio Aleksandar Mitrovic, sacó un remate cruzado que rozó el palo, quedándose a centímetros de un regreso soñado con gol.
El partido terminó con una victoria ajustada por 5-4 para el Al Hilal, en donde Salem Al Dasawari brilló con un triplete. Sin embargo, todos los ojos estaban puestos en Neymar, que había compartido días antes en un emotivo video el dolor que sentía por su larga recuperación.
“Lo que más quiero en la vida es jugar al fútbol. He sufrido mucho cada día que he estado fuera del campo. Esto es lo que más me duele. Cada vez que me he lesionado he vuelto, y nunca lo hago a medias. Sé que están impacientes, yo también lo estoy, y el 21 de octubre estoy de vuelta”, dijo entre lágrimas.
El regreso de Neymar no es solo una gran noticia, es un respiro profundo para el fútbol mundial. En especial para la selección de Brasil, que ha perdido su rumbo en las Eliminatorias. La Canarinha de Dorival Junior, que se encuentra en una preocupante cuarta posición con apenas 16 puntos, ha sufrido derrotas ante Argentina, Colombia, Uruguay y Paraguay. Incluso llegó a estar en el puesto de repechaje, una situación inusual para la pentacampeona del mundo.
Su juego, lejos de impresionar, ha dejado dudas y la magia parece haberse esfumado. Neymar, con su talento inigualable, podría ser la chispa que Brasil necesita para recuperar su esencia y volver a ser esa temida selección de Brasil. De hecho, un mes antes de su lesión, el brasileño se convirtió en el máximo goleador de su selección, con 79 goles, superando a Pelé.
“Me siento bien. Es muy duro. Estoy muy feliz. ¡Estoy de regreso! ¡Estoy de regreso!”, comentó tras el partido de su equipo, el cual paga por los servicios del brasileño alrededor de 100 millones de euros por temporada, según medios europeos.
Una carrera llena de talento, pero también de lesiones y polémicas
Neymar ha sido uno de los pocos futbolistas capaces de estar a la altura de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en la última década. Sin embargo, muchos creen que su inmenso talento prometía algo más, dejándolo con la sensación de ser un “rey sin corona”, como algunos lo llaman.
Desde muy joven, Neymar ya era una estrella. Debutó como profesional a los 17 años en marzo de 2009, y apenas una semana después, marcó su primer gol. Pero su historia había comenzado mucho antes. Había probado suerte en las inferiores del Real Madrid, pero su padre decidió que era mejor que completara su desarrollo en Brasil. Incluso, desde los 13 años, fue patrocinado por Nike, mostrando desde temprano su potencial mediático.
No tardó en volverse una figura. Entre 2009 y mediados de 2013, fue el emblema del Santos, guiándolo a la gloria con la conquista de la Copa Libertadores en 2011. Durante esos años, fue elegido el mejor jugador del campeonato paulista y de la Copa Libertadores, además de recibir el prestigioso Premio Puskás en 2011 por un gol frente a Flamengo que dejó al mundo boquiabierto. Su salto a Europa parecía inevitable.
Cuando Neymar aterrizó en Barcelona a los 21 años, muchos consideraban que su llegada había tardado. Ya brillaba con la selección mayor desde 2010 y había sido campeón de la Copa Confederaciones en 2013. El Barcelona desembolsó 88 millones de euros para ficharlo.
En el club catalán vivió los mejores momentos de su carrera. Su primer año fue de adaptación, pero el segundo fue excepcional. Hizo parte de un tridente de ensueño junto a Messi y Suárez, ganando la Copa del Rey, LALIGA y la Champions en la misma temporada. Además, fue tercero en la votación del Balón de Oro en 2015.
A pesar de ser querido en el Barcelona, Neymar buscaba más protagonismo. En 2017, protagonizó una remontada histórica ante el PSG en los octavos de final de la Champions, pero las portadas se las llevó Messi. Tras esa temporada, los rumores de su partida al PSG crecieron, motivados por su deseo de ser el líder indiscutible de un proyecto.
El PSG pagó 222 millones de euros para llevarse a Neymar, convirtiéndolo en el fichaje más caro de la historia. Aunque comenzó de manera brillante en París, las lesiones se convirtieron en su peor enemigo. Una fractura en el metatarso lo dejó fuera durante 90 días, justo en el momento crítico de la temporada, y su continuidad nunca fue la misma, permitiendo que Mbappé se consolidara como la nueva cara del club.
En 2020, Neymar estuvo cerca de lograr su consagración fuera de Barcelona, alcanzando la final de la Champions con el PSG. Sin embargo, el Bayern Múnich les arrebató el título, y esa fue la ocasión más cercana en la que Neymar pudo darle a los parisinos el trofeo más deseado y que todavía siguen buscando.
Con el tiempo, las lesiones siguieron afectando su rendimiento, mientras que Mbappé se consolidaba como el líder indiscutible del PSG. Neymar también sufrió la amarga derrota en la final de la Copa América 2021 ante Argentina en su propia casa, el Maracaná. Ese mismo año, tuvo la oportunidad de reencontrarse con Messi en París, pero el ambicioso proyecto del PSG seguía sin materializarse a nivel europeo.
Aunque Neymar jugó más años en el PSG que en Barcelona, disputó menos partidos por culpa de las lesiones. Sin embargo, su capacidad goleadora se mantuvo intacta: anotó 118 goles en Francia, superando los 105 que marcó con los catalanes. A pesar de su buen rendimiento, su imagen ante los aficionados del PSG se fue deteriorando, mientras Mbappé tomaba el protagonismo.
En agosto de 2023, Neymar fue transferido al Al-Hilal de Arabia Saudita por 80 millones de euros. Sin embargo, las lesiones lo siguieron persiguiendo, y hasta la fecha solo ha disputado seis partidos con su nuevo club.
El capítulo de Neymar en el fútbol sigue escribiéndose, aunque su carrera ha sido un constante ir y venir entre momentos de brillantez y duros golpes por lesiones. A pesar de los obstáculos, Neymar sigue siendo uno de los jugadores más influyentes de su generación, un futbolista cuya magia aún tiene el poder de sorprender y sumar seguidores.
La pregunta ahora es si logrará cerrar su carrera con esa corona que muchos sienten que le falta, o si seguirá siendo, como algunos dicen, el “rey sin corona”
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