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Nuevamente apareció Juan Fernando Quintero. Su zurda mágica otra vez deleitó a Argentina y a toda Suramérica. Esta vez fue Rosario Central el equipo que lo sufrió. El que tuvo que ver cómo el balón salió como un mísil de su pie y terminó sorprendiendo al arquero Jeremías Ledesma, quien apenas pudo meter sus manos para apurar el encuentro del balón con la red. Un golazo que hizo vibrar a los hinchas de River Plate por segunda jornada consecutiva.
A los 17 minutos, el colombiano aprovecho un despeje a la banda izquierda, tras cobrar un tiro de esquina. El balón, como casi siempre sucede con los cracks, lo buscó, salió directo a él. Quintero lo bajó y volvió a darle un destino. Esta vez directo a la portería. Con un efecto maravilloso se dirigió al ángulo superior de la mano izquierda del portero, el mismo lugar por donde se le metió a Esteban Andrada de Boca Juniors en el estadio Bernabéu en la final de la Copa Libertadores o a Gabriel Arias de Racing, el domingo pasado en la fecha 17 de la Superliga de Argentina.
Fue el tanto que abrió el marcador en el compromiso disputado en el Gigante de Arroyito, que por unos instantes se enmudeció para repasar y analizar una y otra vez el gol de Quintero, uno que sabían iba a darle la vuelta al continente, porque se está convirtiendo en algo recurrente que el colombiano, cada vez que apunta a la portería con su pierna izquierda, el balón termine buscando el lugar más recóndito de la portería para meterse y dejar a más de uno con las manos en la cabeza intentando entender ¿Cómo carajos fue que entró? Mientras la multitud de River delira ignorando cuántas leyes de la física se acaban de romper.
Esta vez, el gol de Juan Fernando Quintero no alcanzó para que River Plate ganara su partido. Posteriormente, apareció Agustín Allione para aguarle la fiesta a los de Marcelo Gallardo. Marcó el gol del empate (1-1), un tanto que solo quedará en el recuerdo de los hinchas de Rosario Central, porque el resto del mundo repetirá una y otra vez el misil que salió de la zurda del colombiano y terminó colándose por un ángulo. El equipo millonario es sexto, lejos de la punta, pero tiene a un Quintero inspirado que lo puede encaminar en este campeonato.