Rafael Dudamel: “Esta es la mejor generación en la historia de Venezuela”
El entrenador renunció en enero a la selección absoluta tras consolidar el proyecto en los equipos juveniles y ser subcampeón mundial sub-20. Entrevista, a propósito del duelo ante Colombia, este viernes, por eliminatorias.
Thomas Blanco- @thomblalin
Desde que Rafael Dudamel asumió el cargo de director técnico en la selección de mayores de Venezuela, meses antes de la Copa América 2016, el discurso, tan aterrizado, siempre fue el mismo: “El objetivo es Catar 2022”. Venía de hacer un gran papel con la selección sub-17 y se preparaba para disputar, también, el Sudamericano sub-20 con el objetivo de obtener un tiquete al Mundial de Corea del Sur, torneo en el que, contra todo pronóstico, se proclamó subcampeón del mundo. ¿Con qué mirada? En los futbolistas juveniles, quienes serían los encargados de llevar a Venezuela por primera vez a un mundial de mayores.
Y el camino Catar 2022 empezará este viernes con el duelo ante Colombia en la primera fecha de eliminatorias, paradójicamente, sin Rafael Dudamel, quien no estará en el banquillo, sino, desde lejos comentando el partido para Gol Caracol. Una mala relación con la dirigencia hizo que tomara la determinación de renunciar a su cargo en enero pasado. Eso sí, con la ilusión, y a la vez la incertidumbre, de que se construya sobre lo construido. Desde su casa en Cali, estas fueron las opiniones de Rafael Dudamel en entrevista con El Espectador.
Qué lectura hace del proyecto que arranca el portugués José Peseiro, un DT que está en su luna de miel con la dirigencia, pero que aún no la conoce de verdad. ¿Hay incertidumbre porque se pierda lo construido?
Es un entrenador con suficiente experiencia para conocer con el tiempo el potencial de su equipo. Con la convivencia, los triunfos y las derrotas va a conocer a los dirigentes, que están en una etapa de transición. A pesar de lo extradeportivo, que prefiero no hablar, lo que más deseo como venezolano, al haber vivido en los pasillos de la selección desde los 13 años, es que la selección gane y cumpla el objetivo. Ojalá no sólo se siga, sino que se mejore: la obra está terminada. El castillo se entregó con las llaves, ahora queda saber vivir dentro del castillo y no dejarlo derrumbar.
¿En qué momento se toma la decisión en Venezuela de dar el timonazo y hacer las cosas de otra manera, pensando en que el futuro está en los juveniles con acciones como la norma de jugador juvenil en los torneos locales?
Yo no puedo salir a decir que con la llegada de Dudamel se empezaron a hacer las cosas distinto, ya se venían haciendo desde 2009 cuando Venezuela clasificó por primera vez al Mundial sub 20 de 2009 en Egipto al mando de César Farías y Marcos Mathias, nosotros complementamos sus ideas. Ya veníamos usando la norma del jugador juvenil, que fomentaba el crecimiento de estos jugadores, que, al no tener bases en las categorías formativas, podían incursionar al profesionalismo y crecer táctica, física y mentalmente. También coincidimos con una selección extraordinaria, que en el cerebro tiene instalado el pensamiento de que solo quedan tres cupos al mundial, porque uno ya es de Venezuela.
¿Por qué cree que hay tanta resistencia en los países para cumplir esa norma del jugador juvenil?
Yo no entiendo. Los dirigentes creen que le hacen un favor a la selección y no es así. Al final el gran beneficiado es el club, que está potenciando al futbolista y no hay mejor vitrina que la selección. El orgullo, la prepotencia, la soberbia y el desconocimiento hacen creer que al ceder jugadores se le hace un favor a Dudamel, pero cuando son vendidos, porque los equipos del exterior buscan jugadores de selección, los que reciben el dinero de las transferencia son los clubes. Al final logramos poder tener esa comprensión después de muchas reuniones limando diferencias, entendiendo que no era la selección de Dudamel sino de Venezuela.
¿Cuál fue ese factor diferencial de esa Venezuela que fue subcampeona mundial sub 20 en 2017 con varios jugadores que hoy lideran la mayores y por qué ellos tienen otra mentalidad?
Ser subcampeones del mundo parecía una utopía, Esa era una generación que competía, que quería superarse y quería ganar hasta en los entrenamientos. Eran demasiado, demasiado competitivos, un valor insustituible en cualquier deportista ganador. Y este grupo aceptó y asumió el compromiso de estar en Catar por una razón: porque juegan mundiales desde juveniles. En los entrenamientos todo fluía con espontaneidad y lo bonito es que se admiran entre ellos, ahí están los resultados.
Yeferson Soteldo y Wuilker Faríñez son los jugadores llamados a liderar el recambio generacional de Venezuela, ¿que otros grandes futbolistas ve en este proceso?
Desde lo deportivo, hay jugadores que contagian e invitan a ir por más: Yeferson Soteldo (Santos de Brasil), Juanpi Añor (Málaga), Jefferson Savarino (Atlético Mineiro), Rómulo Otero (Corinthians), Yangel Hererra (Granada) y Júnior Moreno (DC United), pero después hay líderes natos, capitanes que hacen mejor a sus compañeros como Salomón Rondón (Dalian Pro), Wuilker Faríñez (Lens), Tomas Rincón (Torino) y Roberto Rosales (Leganés).
¿Cree, entonces, que esta es la mejor generación de futbolistas de Venezuela?
Sí, estoy seguro que esta es la mejor generación de la historia. Se puede esperar con clasificar al mundial de Catar. ¿Por qué? Por capacidad, calidad individual y preparación.
Los entrenadores en Sudamérica siguen siendo muy empíricos en su trabajo, ¿cómo ha cambiado el rol de técnico de cuando era jugador a hoy?
Cuando yo jugaba, yo prestaba atención a lo que me decían y obedecía, sin decir más. Hoy no es así: el futbolista tiene criterio y conocimiento. Te pregunta el porqué y para qué se hacen las cosas, nosotros debemos estar capacitados para responder esas preguntas y poder convencerlos. Hay que estar en constante evolución y preparación, el aspecto social es la gran diferencia entre Europa y aquí. Hay que prestar más atención al desarrollo de futbolistas y a la capacitación de formadores.
Lea también: Colombia vs Venezuela, EN VIVO GRATIS por televisión 9 de octubre
La solidez defensiva siempre ha sido religiosa en su modelo de juego, caracterizado por un juego directo. ¿Cuáles son sus principios y filosofía de juego?
El no ganar como sea. El equilibrio defensivo para mí es fundamental, innegociable. La solidez para defender es clave. Y la defensa es también a través de los atacantes y no solo debe dar una salida elaborada, con construcción desde el arquero, también son los defensores que dan el equilibrio emocional del equipo. Todo esto es de tiempo y trabajo para conducir tácticamente al equipo día a día con muchas sesiones.
De arquero del América al arquero del América: ¿cómo analiza las condiciones de Joel Graterol, que había estado a la sombra de Faríñez desde las selecciones juveniles?
Ha llevado un proceso de preparación óptimo, ha sabido esperar. Es un gran profesional y mejor ser humano. Por fin ha llegado su oportunidad y la va a aprovechar, decir que es el titular, no sé, la prioridad es Faríñez, incluso sin continuidad en Francia. Ha sido una competencia muy bonita, criados como hermanos, buenos competidores, leales. Cuando le toque a Graterol va a estar preparado, verlo triunfar en América me llena de orgullo.
¿Qué piensa de Carlos Queiroz? Después de mucho tiempo, tácticamente hablando, se sabe a qué juega Colombia.
Lo de Pékerman fue extraordinario, les permitió llegar a la élite mundial. A mí me gusta lo que hace Queiroz, me identifico plenamente. Es un fútbol moderno con un DT y jugadores modernos. Creo que los va a hacer escalar al siguiente peldaño que debe llegar Colombia, él tiene mucha experiencia.
¿Se ve dirigiendo en el fútbol colombiano?
Me gustaría, sin acelerar los tiempos, sin forzarlo. En el momento y lugar oportuno, sé que lo voy a disfrutar.
Desde que Rafael Dudamel asumió el cargo de director técnico en la selección de mayores de Venezuela, meses antes de la Copa América 2016, el discurso, tan aterrizado, siempre fue el mismo: “El objetivo es Catar 2022”. Venía de hacer un gran papel con la selección sub-17 y se preparaba para disputar, también, el Sudamericano sub-20 con el objetivo de obtener un tiquete al Mundial de Corea del Sur, torneo en el que, contra todo pronóstico, se proclamó subcampeón del mundo. ¿Con qué mirada? En los futbolistas juveniles, quienes serían los encargados de llevar a Venezuela por primera vez a un mundial de mayores.
Y el camino Catar 2022 empezará este viernes con el duelo ante Colombia en la primera fecha de eliminatorias, paradójicamente, sin Rafael Dudamel, quien no estará en el banquillo, sino, desde lejos comentando el partido para Gol Caracol. Una mala relación con la dirigencia hizo que tomara la determinación de renunciar a su cargo en enero pasado. Eso sí, con la ilusión, y a la vez la incertidumbre, de que se construya sobre lo construido. Desde su casa en Cali, estas fueron las opiniones de Rafael Dudamel en entrevista con El Espectador.
Qué lectura hace del proyecto que arranca el portugués José Peseiro, un DT que está en su luna de miel con la dirigencia, pero que aún no la conoce de verdad. ¿Hay incertidumbre porque se pierda lo construido?
Es un entrenador con suficiente experiencia para conocer con el tiempo el potencial de su equipo. Con la convivencia, los triunfos y las derrotas va a conocer a los dirigentes, que están en una etapa de transición. A pesar de lo extradeportivo, que prefiero no hablar, lo que más deseo como venezolano, al haber vivido en los pasillos de la selección desde los 13 años, es que la selección gane y cumpla el objetivo. Ojalá no sólo se siga, sino que se mejore: la obra está terminada. El castillo se entregó con las llaves, ahora queda saber vivir dentro del castillo y no dejarlo derrumbar.
¿En qué momento se toma la decisión en Venezuela de dar el timonazo y hacer las cosas de otra manera, pensando en que el futuro está en los juveniles con acciones como la norma de jugador juvenil en los torneos locales?
Yo no puedo salir a decir que con la llegada de Dudamel se empezaron a hacer las cosas distinto, ya se venían haciendo desde 2009 cuando Venezuela clasificó por primera vez al Mundial sub 20 de 2009 en Egipto al mando de César Farías y Marcos Mathias, nosotros complementamos sus ideas. Ya veníamos usando la norma del jugador juvenil, que fomentaba el crecimiento de estos jugadores, que, al no tener bases en las categorías formativas, podían incursionar al profesionalismo y crecer táctica, física y mentalmente. También coincidimos con una selección extraordinaria, que en el cerebro tiene instalado el pensamiento de que solo quedan tres cupos al mundial, porque uno ya es de Venezuela.
¿Por qué cree que hay tanta resistencia en los países para cumplir esa norma del jugador juvenil?
Yo no entiendo. Los dirigentes creen que le hacen un favor a la selección y no es así. Al final el gran beneficiado es el club, que está potenciando al futbolista y no hay mejor vitrina que la selección. El orgullo, la prepotencia, la soberbia y el desconocimiento hacen creer que al ceder jugadores se le hace un favor a Dudamel, pero cuando son vendidos, porque los equipos del exterior buscan jugadores de selección, los que reciben el dinero de las transferencia son los clubes. Al final logramos poder tener esa comprensión después de muchas reuniones limando diferencias, entendiendo que no era la selección de Dudamel sino de Venezuela.
¿Cuál fue ese factor diferencial de esa Venezuela que fue subcampeona mundial sub 20 en 2017 con varios jugadores que hoy lideran la mayores y por qué ellos tienen otra mentalidad?
Ser subcampeones del mundo parecía una utopía, Esa era una generación que competía, que quería superarse y quería ganar hasta en los entrenamientos. Eran demasiado, demasiado competitivos, un valor insustituible en cualquier deportista ganador. Y este grupo aceptó y asumió el compromiso de estar en Catar por una razón: porque juegan mundiales desde juveniles. En los entrenamientos todo fluía con espontaneidad y lo bonito es que se admiran entre ellos, ahí están los resultados.
Yeferson Soteldo y Wuilker Faríñez son los jugadores llamados a liderar el recambio generacional de Venezuela, ¿que otros grandes futbolistas ve en este proceso?
Desde lo deportivo, hay jugadores que contagian e invitan a ir por más: Yeferson Soteldo (Santos de Brasil), Juanpi Añor (Málaga), Jefferson Savarino (Atlético Mineiro), Rómulo Otero (Corinthians), Yangel Hererra (Granada) y Júnior Moreno (DC United), pero después hay líderes natos, capitanes que hacen mejor a sus compañeros como Salomón Rondón (Dalian Pro), Wuilker Faríñez (Lens), Tomas Rincón (Torino) y Roberto Rosales (Leganés).
¿Cree, entonces, que esta es la mejor generación de futbolistas de Venezuela?
Sí, estoy seguro que esta es la mejor generación de la historia. Se puede esperar con clasificar al mundial de Catar. ¿Por qué? Por capacidad, calidad individual y preparación.
Los entrenadores en Sudamérica siguen siendo muy empíricos en su trabajo, ¿cómo ha cambiado el rol de técnico de cuando era jugador a hoy?
Cuando yo jugaba, yo prestaba atención a lo que me decían y obedecía, sin decir más. Hoy no es así: el futbolista tiene criterio y conocimiento. Te pregunta el porqué y para qué se hacen las cosas, nosotros debemos estar capacitados para responder esas preguntas y poder convencerlos. Hay que estar en constante evolución y preparación, el aspecto social es la gran diferencia entre Europa y aquí. Hay que prestar más atención al desarrollo de futbolistas y a la capacitación de formadores.
Lea también: Colombia vs Venezuela, EN VIVO GRATIS por televisión 9 de octubre
La solidez defensiva siempre ha sido religiosa en su modelo de juego, caracterizado por un juego directo. ¿Cuáles son sus principios y filosofía de juego?
El no ganar como sea. El equilibrio defensivo para mí es fundamental, innegociable. La solidez para defender es clave. Y la defensa es también a través de los atacantes y no solo debe dar una salida elaborada, con construcción desde el arquero, también son los defensores que dan el equilibrio emocional del equipo. Todo esto es de tiempo y trabajo para conducir tácticamente al equipo día a día con muchas sesiones.
De arquero del América al arquero del América: ¿cómo analiza las condiciones de Joel Graterol, que había estado a la sombra de Faríñez desde las selecciones juveniles?
Ha llevado un proceso de preparación óptimo, ha sabido esperar. Es un gran profesional y mejor ser humano. Por fin ha llegado su oportunidad y la va a aprovechar, decir que es el titular, no sé, la prioridad es Faríñez, incluso sin continuidad en Francia. Ha sido una competencia muy bonita, criados como hermanos, buenos competidores, leales. Cuando le toque a Graterol va a estar preparado, verlo triunfar en América me llena de orgullo.
¿Qué piensa de Carlos Queiroz? Después de mucho tiempo, tácticamente hablando, se sabe a qué juega Colombia.
Lo de Pékerman fue extraordinario, les permitió llegar a la élite mundial. A mí me gusta lo que hace Queiroz, me identifico plenamente. Es un fútbol moderno con un DT y jugadores modernos. Creo que los va a hacer escalar al siguiente peldaño que debe llegar Colombia, él tiene mucha experiencia.
¿Se ve dirigiendo en el fútbol colombiano?
Me gustaría, sin acelerar los tiempos, sin forzarlo. En el momento y lugar oportuno, sé que lo voy a disfrutar.